La
improvisación espontánea en Euskal Herria, el Bertsolarismo, surge
de una literatura oral intuitiva. Los Bertsolaris cantan un mensaje
de manera improvisada. Para ello utilizan técnicas poético-retóricas
dentro de una determinada métrica.
Esta
figura ya aparece en la Égloga III de Virgilio, en que los poetas
Menalcas y Dametas sostienen una contienda en verso, revela en su
autor el conocimiento de los torneos bertsolarísticos; aún cuando
la Égloga misma en cuestión está muy lejos de constituir un caso
de versos improvisados.
Hasta
1452 no aparecerán las primeras evidencias indiscutibles sobre la
presencia social de la tradición oral improvisada. En cuanto a las
escritas, algunos testimonios recogen la endecha que compuso Sancha
Ochoa de Ozaeta a su marido, Martín Báñez de Artazubiaga, muerto
en el año 1464 en una emboscada. O los versos que tras la muerte de
Milia de Lastur compuso una hermana de ésta. También cabe incluir
los de Usoa de Alos, que narran la desgracia en que ha caído el
honor de la familia luego del nacimiento de un hijo bastardo.
Sin
embargo, la presencia de la mujer como bertsolari en plazas públicas,
ha creado controversias. Hay quienes afirman que no se les aceptaba
en esos espacios. Otras fuentes hablan de su presencia, aunque con
severas restricciones a través de la historia.
El Fuero
de Bizkaia recoge en varias ocasiones menciones directas a las
mujeres improvisadoras del Señorío. Pero este instrumento político,
a la sazón en manos de hombres y de la Iglesia, dictó una
prohibición explícita:
En el
titulo 8. Ley 1: “...sobre mujeres que son conocidas por
desvergonzadas y revolvedoras de vecindades y ponen coplas y cantares
a manera de libelo infamatorio...”.
En el
Título 35, ley VI: “...de aquí en adelante cuando quier que
alguno muere en Vizcaya o fuera de ella, por mar o por tierra persona
alguna de toda Vizcaya...Tierra llana, Villas y Ciudad, no sea osado
de hacer llanto alguno mesándose los cabellos, ni rasgando la
cara... ni haga llanto cantando..., so pena de mil maravedís a cada
uno que lo contrario hiciere por cada vez...”.
También
tuvieron estos cantos sus detractores. El Concilio de Trento se sumó
al ataque sálico de los Fueros Vizcaínos: “...La frase
“mulieres taceant in Ecclesia” (callen las mujeres en la Iglesia)
pronunciada por San Pablo tuvo una reacción inmediata en el panorama
del País Vasco...”.
A pesar
de que dicen que no se permitía actuar a las mujeres en las plazas
públicas como bertsolaris, en el siglo XIX ya aparece una mujer
llamada Joxepa, procedente de Hondarribia, que cantaba bertsos en las
plazas.
Aunque
como decía al principio, la mujer no era admitida en los desafíos y
concursos, existen algunos datos históricos que cuestionan ésto. Se
conoce por los versos escritos (Bertso papera) que se han
conservado, que tanto Bixenta Mogel como una religiosa llamada De la
Cruz se dedicaban a esta actividad. También se cuenta como
testimonio de que las mujeres cantaban en la plaza, los versos con
los que Bilintx retó a una mujer llamada Joxepa. Según menciona
Carmen Larrañaga en su obra “Del bertsolarismo silenciado”,
está documentado que María Argain fue ganadora del concurso de
versos de los Juegos Florales celebrados en 1895 en Ezpeleta.
En la
época actual, a nivel formal, cabría decir que la primera mujer
bertsolari en participar públicamente en una competición fue
Kristina Mardaras. Su presencia en la Euskal Herriko Txapelketa
Nagusia de 1986 supuso un hito en la historia de esta competición.
En la actualidad, la presencia de las mujeres en las plazas va en
aumento.
También
en otras culturas aparecen expresiones análogas de expresión
espontánea, por ejemplo en zonas de Galizia, donde se cantan las
coplas llamadas “enchoyadas”, luchas que por medio
del canto de coplas improvisadas, mantienen diálogos de cantadeiras
o enchoyadas. Se cantan en unas especies de justas o lides de
improvisadores. Generalmente pasan por improvisaciones de versos
entre los campesinos.
En
Portugal, en la isla de Malta aparecen los “ghannejjek”.
Se dan también expresiones aisladas de este fenómeno como es el
caso de Armando Rodrigues “Marinho”. Los cantores
en los desafíos, en el norte de Portugal, cantan acompañados por
acordeón. En la provincia de Trass-os-Montes se les denomina
“cantigas ao desafio”.
También
en otros lugares del continente europeo aparecen cantos improvisados,
individuales, como es el caso de Albania, Andalucía, Bretaña,
Córcega, País de Gales o Yugoeslavia. En Groenlandia los “Inuits”,
tienen sus fiestas de versos improvisados, en las que resuelven sus
querellas mediante jocosos duelos poéticos.
En el
país de Gales se encontraba a veces a dos concursantes que cantaban
con o sin acompañamiento de harpas, el llamado “Pennilion”,
en el que el primer interviniente improvisaba unos versos y los
cantaba, el segundo retomaba la melodía e introducía en su réplica
un toque cómico o satírico.
Este
arte aparece también en algunas culturas de países Asiáticos,
Africanos y de Sudamericanos.
Según
parece los comienzos del bertsolarimo en Euskal Herria pueden
situarse en los tiempos de Beñat Mardo y Pernando Amezketarra. De
este último su primera actuación actuación se remonta a 1799.
Entre
los Bertsolaris famosos se puede incluir en los primeros tiempos a:
Fernando Bengoetxea Altuna “Pernando Amezketarra”
(1764-1823), Guillermo Joaquín Indalecio Bizcarrondo “Bilintx”
(1831-1876), Frantzisko Petrirena Rekondo “Xenpelar”
(1835-1869), Pierre Topet “Etxahun” (1786-1862).
En una
segunda fase aparecen entre 1900-1935: Jose Manuel Lujanbio Retegi
“Txirrita” (1860-1936) y Kepa Enbeita Urretxindorra
“Urretxindorra” (1878-1942).
A partir
de 1945 les seguirían durante el llamado tiempo del silencio
(Dictadura franquista): Azpillaga, Agirre, Basarri, Joxe Lizaso,
Lasarte, Lazkano, Lazkao Txiki, Lopategi, Mattin, Uztapide y
Xalbador.
A partir
de 1980 aparecen los: Amuriza, Egaña, Sarasua, Peñagarikano,
Sebastián Lizaso. Y en la época actual desde 1999: Maialen
Lujanbio, Unai Iturriaga, Igor Elortza, Amets Arzallus, Sustrai
Kolina.
Uno de
ellos es Xabier Amuriza Sarrionaindia (1941), natural de
Echano (Bizkaia). Se ordenó sacerdote en 1965 después de cursar
estudios en los carmelitas de Zornotza y en el seminario de Derio.
Fue párroco de Gizaburuaga y Amoroto durante los años del
franquismo, época en la que tomó parte de un movimiento de curas
contra la represión y en pro del resurgimiento de la cultura vasca
denominada Gogor. Debutaría “oficialmente” después de ordenado
sacerdote en 1966. En esa primera época de cura-bertsolari cantó
por los pueblos de Bizkaia ataviado con su sotana. Una de las
personas que más ha trabajado por el bertsolarismo. Rompió con el
mito del bertsolari de nacimiento “berezkoa” y
abrío las puertas a los talleres-escuelas de bertsos
“bertso-eskolak”.
Y la otra es Maialen Lujanbio Zugasti (1976), natural de Hernani (Gipuzkoa). Se dice que es una bertsolari de gran talento para hacer descripciones cinematográficas y crear historias en verso. Sus primeros contactos con los bertsos se inician en la Ikastola Urumea. De ella se pueden encontrar letras en álbumes de afamados músicos vascos, como Maixa eta Ixiar, Alaitz eta Maider, Anje Duhalde, Mikel Errazkin y Ozkorri. Fue la primera mujer en conseguir la Txapela del Campeonato Nacional del País Vasco en el 2009. Pero no es la única. Muchas mujeres en los últimos tiempos la acompañan: Iratxe Ibarra, Miren Amuriza, Jone Uria, Onintza Enbeita, y otras muchas. La bertsolaritza, al igual que otras tradiciones, ya hace tiempo que dejó de ser un espacio público solo para hombres.
Cada uno
representa una época, un estilo: Amuriza renovador de la
imagen, al introducir la metáfora, aportando nuevas melodías,
demostrando que el euskera batua era igual de válido para lo bertsos
que cualquier otro dialecto; Maialen mostrando a veces un
estilo mas provocador, de contestaciones afiladas, con estrofas que
colocan a la mujer en el centro de la transmisión del euskera, lugar
que ocuparon, muchas veces de forma oculta.
Desde
que ya hace más de medio siglo, en 1958 se disputó el primer
campeonato de bertsolaris de Bizkaia. Entre las personas que han
conseguido alzarse con la txapela, estan Balendin Enbeita y el
Getxotarra Xabier Paia. En la actual XVI edición de la final del
Campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria 2013, que se ha celebrado
en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo, ha resultado
ganador Amets Arzalluz Antia (1983-Hendaia, Lapurdi) .
Esta
tradición muy arraigada en nuestro territorio, se ha ido
consolidando en nuestro Municipio, y en toda la zona de Uribe Kosta,
adquiriendo su mayor fulgor en torno a la Escuela de Bertsolaris, que
nace en las Escuelas de Zabala (Algorta) en 1980, de la mano de dos
gipuzkoanos venidos a vivir a Getxo, Andoni Iriondo y Trino Azkoitia.
Lo que
me hace pensar, parafraseando una parte de un bertso del ganador de
esta edición, referido a otro acontecimiento:
“...ta
lekukoak segitzen badu eskutik eskura hegan,
Euskal
Herria, portu berria...”
“...y
si el testigo sigue volando de mano en mano,
Euskal
Herria, tendrás un nuevo puerto...”
En las
próximas entradas, a través de una entrevista a uno de nuestros
bertsolaris locales, iremos desgranando poco a poco el alma de estos
trovadores del Euskera en una pequeña historia que parte desde sus
inicios en Getxo, y que precisamente uno de ellos, Fredi Paia, dejó
recogida en su libro “Uribe Kostako bertsolaritza
(1900-1980)”, libro que tuvo su presentación el 17 de
Abril del 2013 en Erandio.
Interesante estudio filológico. Una pena la mezcla, una vez más, de lo cultural y lo político. Las lenguas están hechas para entenderse, no para ser utilizadas como arma política. Hablar de Galicia y Andalucía como si fuesen países y culturas ajenas al País Vasco y por extensión, al resto de España es una reducción al absurdo. Te lo dice un filólogo e historiador, que ha estudiado dentro y fuera de Euskadi.
ResponderEliminaranónimo filólogo: sólo tú ves lo político aquí
ResponderEliminarsi no ves que la cultura vasca (aún estando bajo españa y francia) es del todo original será por algo...
sarriko basoa