lunes, 13 de enero de 2014

LA IMPROVISACIÓN ESPONTÁNEA (LOS BERTSOLARIS) -III-


Siguiendo con esta historia del bertsolarismo en Getxo, hoy traigo a estas paginas los primeros pasos de la escuela.
 
Los primeros pasos de la Escuela de Bertsolaris:
 
En sus comienzos, los primeros profesores de bertsolaritza serían Trino Azkoitia, Carlos Ibarzabal y Jon Aurre. La metodología sería fruto del aprendizaje de ambos. Se puede decir que básicamente era fruto del método de Xabier Amuriza. Pronto empezaron a llamarles las comisiones de fiestas de Uribe Kosta, para que realizaran sus primeras actuaciones. Tan pronto llegó su fama, fueron llamados incluso desde la margen izquierda de la ría Así como de otros lugares de la provincia. 

  
Mientras que en Zabala el trabajo era mas formal, ahora y a partir de las 22 horas de la noche, al terminar las clases, se empezaban a juntar en el “Bar Isidro” de Algorta, los alumnos de ambas escuelas y otros bertsolaris de la zona de Uribe Kosta como Eusebio Roura (Sopela), de quien dicen que aprendió a cantar bertsos en la postguerra para olvidarse del hambre. Igual que aquellos primeros tiempos en que fue tradición hacerlo en las tabernas. 
 
Otro de los tractores de esta actividad sería el “Euskaltegi Lauaxeta”, de Algorta, que, aunque al principio no estaba previsto, de dicho centro se incorporarían importantes grupos de bertsolaris a la Escuela de Bertsolaris

 
En el año 1987 se incorporaría a la Escuela Josu Landeta, estudiante de magisterio. Finalizaba sus estudios y hacia sus prácticas en la Ikastola Geroa de Getxo. Uno de los aprendices de bertsolari, Aitor Olaso de Andra Mari, le comentó que se había creado un grupo en Algorta para aprender bertxolaritza, y le animó para participar. Para Josu este mundo era algo inalcanzable. Nunca se había imaginado que él pudiera hacer bertsos, pero se dijo “...pues, allá vamos...”. Así fue su incorporación al grupo de bertsolaris de Algorta. 
 
El horario de las clases era de 20 a 22 horas, pero el grupo en el que participaba Josu Landeta, era preparatorio, daba las clases desde las 18,30 horas. Formaban parte de ese grupo Aitor Olaso, Miren Gorrotxategi, Idoia, Isabel Fernandez de Agirre y Josu Landeta. Durante el primer año se dedicaron a aprender música de bertsos, las rimas, rellenar huecos para meter los bertsos, una actividad quizá mas académica. Estuvieron desde Enero hasta Junio con esa actividad. A partir de ese momento se integrarían en la escuela de Bertsolaris. 

 
Sus ensayos consistían en la simulación de estar en una plaza, ante un micrófono, cantando y con la gente delante. El lugar de los ensayos era el gimnasio de la Ikastola San Nikolas de Algorta. Allí instalaban el micrófono y los bafles en el escenario. Cuando ya habían pensado el bertso, les llevaba cierto tiempo el improvisar, para empezar a cantar, de cara a un público figurado.
 
Josu reconoce que los principios fueron difíciles “...todavía uno no tiene la capacidad de improvisación muy limitada...”, “...en esa etapa me encontré con una gente, que ya tenía facilidad, comparados con el grupo que empezábamos...”, “...empezabamos con un bertso papera, para cantar, para aprender una música, para conocer los estilos de otros bertsolaris, como aliciente se llevaba vino, queso y chorizo...”, así tras una buena merienda y unos tragos, se animaban y eran capaces de cantar con mas soltura. 
 

Sus primeros pinitos como bertsolari en público los realizaría en los años 1989-1990. Casi desde el primer momento, en fiestas del Algorta, empiezan a practicar lo que aprenden en la escuela, en los bertso-poteos, y actuaciones callejeras. De aquel grupo inicial solo Josu Landeta continúa como bertsolari.

 
El momento del crecimiento de la Escuela de Bertsolaris, se va a producir con la incorporación de Joseba Sancho e Iñaki Benito del Valle. Cuando Joseba se incorpora a la Escuela de Bertsolaris en 1985, lo hace en los locales de la Ikastola San Nikolas de Algorta. La cabeza visible en aquel momento era Trino Azkoitia, la escuela contaba con dos profesores: Trino, que daba clases a los principiantes y que era un grupo de adultos mixto (chicos y chicas). Componían un grupo de 20 personas con de edades comprendidas entre los 30 y 50 años. En opinión de Joseba “...Trino era un maisu (profesor) de lujo...”; se formó otro grupo un poco mas tarde, con personas de un nivel más avanzado. Tenia como maisu a Carlos Ibarzabal que lleva actualmente la escuela “Taket” de Mungia. Era un grupo mas pequeño, de unas 8 personas.

  
En el primer grupo estaban entre otros, Roberto Gonzalez, Imanol Agirre, Begoña Basterretxea y el propio Joseba Santxo. En el segundo grupo estaban entre otros, Nagore Iriondo, Josu Amezaga, Jose “Romo”. 
 
En AEK “Lauaxeta” de la que Joseba Santxo era profesor, en Villamonte, el programa de inmersión lingüística que aplicaban era muy comunicativo, basado en utilizar el euskera desde el primer momento. Vieron que al terminar el ciclo académico, los alumnos se quedaba como no sabiendo qué hacer. Se decidió hacer un puente y acercarse los martes a la Escuela de Bertsolaris de San Nikolas. Pronto se dieron cuenta que aquella iniciativa fue muy enriquecedora. Los aprendices de bertsolari tenían público y para los alumnos de AEK era un lujo práctico. Les pedían que propusieran temas para cantar, los mas atrevidos salían al escenario y los cantaban. 

 
Precisamente para Joseba esa fue una de sus fases en la bertzolaritza. Descubre la Escuela de Bertsolaris, y en ella le llamaron la atención varias cosas. En primer lugar que era muy simple. Ponían temas nuevos y el que sabia, respondía. Descubrió en esos encuentros “...la magia del bertsolarismo, la capacidad de una persona de improvisar, sobre un tema que te acaban de dar, del que no tienes ninguna información anterior, y aplicando una rima y una métrica, surge un bertso que resulta una maravilla...”, ahí es cuando pensó “...me gustaría hacerlo...”, esa fue la fase del conocimiento en 1983. 
 
Sobre 1988, los grupos que llevaba Trino, fueron mermando de una manera natural, provocado por los compromisos personales, el cansancio y otras causas. Se daba el fenómeno de que, muchas veces, los martes, día del ensayo, aparecía gente que llevaba tiempo sin ir por la ikastola. Llegó un momento en que de haber estado 40 aprendices de bertsolari, se quedaron solamente 3: Josu Landeta, Iñaki Benito del Valle y Joseba Santxo, aguantando, pero ya no había el movimiento de años anteriores. 

Es esta la segunda fase de Joseba, que tras pasar por la organización de aquella escuela, tomando un poco el relevo de Trino, iniciaría el cambio mas importante de la misma. Es de esta forma cómo en 1989 Joseba y Iñaki, dieron ese paso clave, empiezan a dar clases de bertsolaritza en las propias Ikastolas. Es la época en la que la transmisión de la tradición del bertsolarismo se realiza desde la Ikastola. 
 
En la próxima entrada llegaremos a la entrada de este mundo en la enseñanza reglada, las ikastolas y colegios públicos.

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