Siguiendo
con esta historia del bertsolarismo en Getxo, hoy traigo a estas
paginas los primeros pasos de la escuela.
Los
primeros pasos de la Escuela de Bertsolaris:
En sus
comienzos, los primeros profesores de bertsolaritza serían Trino
Azkoitia, Carlos Ibarzabal y Jon Aurre. La metodología sería fruto
del aprendizaje de ambos. Se puede decir que básicamente era fruto
del método de Xabier Amuriza. Pronto empezaron a llamarles las
comisiones de fiestas de Uribe Kosta, para que realizaran sus
primeras actuaciones. Tan pronto llegó su fama, fueron llamados
incluso desde la margen izquierda de la ría Así como de otros
lugares de la provincia.
Mientras
que en Zabala el trabajo era mas formal, ahora y a partir de las 22
horas de la noche, al terminar las clases, se empezaban a juntar en
el “Bar Isidro” de Algorta, los alumnos de ambas
escuelas y otros bertsolaris de la zona de Uribe Kosta como Eusebio
Roura (Sopela), de quien dicen que aprendió a cantar bertsos en la
postguerra para olvidarse del hambre. Igual que aquellos primeros
tiempos en que fue tradición hacerlo en las tabernas.
Otro de
los tractores de esta actividad sería el “Euskaltegi
Lauaxeta”, de Algorta, que, aunque al principio no estaba
previsto, de dicho centro se incorporarían importantes grupos de
bertsolaris a la Escuela
de Bertsolaris.
En el
año 1987 se incorporaría a la Escuela
Josu Landeta, estudiante de magisterio. Finalizaba sus
estudios y hacia sus prácticas en la Ikastola Geroa de Getxo. Uno de
los aprendices de bertsolari, Aitor Olaso de Andra Mari, le comentó
que se había creado un grupo en Algorta para aprender bertxolaritza,
y le animó para participar. Para Josu este mundo era algo
inalcanzable. Nunca se había imaginado que él pudiera hacer
bertsos, pero se dijo “...pues, allá vamos...”.
Así fue su incorporación al grupo de bertsolaris de Algorta.
El
horario de las clases era de 20 a 22 horas, pero el grupo en el que
participaba Josu Landeta, era preparatorio, daba las clases desde las
18,30 horas. Formaban parte de ese grupo Aitor Olaso, Miren
Gorrotxategi, Idoia, Isabel Fernandez de Agirre y Josu Landeta.
Durante el primer año se dedicaron a aprender música de bertsos,
las rimas, rellenar huecos para meter los bertsos, una actividad
quizá mas académica. Estuvieron desde Enero hasta Junio con esa
actividad. A partir de ese momento se integrarían en la escuela de
Bertsolaris.
Sus
ensayos consistían en la simulación de estar en una plaza, ante un
micrófono, cantando y con la gente delante. El lugar de los ensayos
era el gimnasio de la Ikastola San Nikolas de Algorta. Allí
instalaban el micrófono y los bafles en el escenario. Cuando ya
habían pensado el bertso, les llevaba cierto tiempo el improvisar, para empezar a
cantar, de cara a un público figurado.
Josu
reconoce que los principios fueron difíciles “...todavía
uno no tiene la capacidad de improvisación muy limitada...”,
“...en esa etapa me encontré con una gente, que ya tenía
facilidad, comparados con el grupo que empezábamos...”,
“...empezabamos con un bertso papera, para cantar, para aprender una música, para conocer los estilos de otros bertsolaris, como
aliciente se llevaba vino, queso y chorizo...”, así tras
una buena merienda y unos tragos, se animaban y eran capaces de
cantar con mas soltura.
Sus
primeros pinitos como bertsolari en público los realizaría en los
años 1989-1990. Casi desde el primer momento, en fiestas del
Algorta, empiezan a practicar lo que aprenden en la escuela, en los
bertso-poteos, y actuaciones callejeras. De aquel grupo inicial solo
Josu Landeta continúa como bertsolari.
El
momento del crecimiento de la Escuela
de Bertsolaris, se va a producir con la incorporación
de Joseba Sancho e Iñaki Benito del Valle. Cuando Joseba se
incorpora a la Escuela de Bertsolaris en 1985, lo hace en los locales
de la Ikastola San Nikolas de Algorta. La cabeza visible en aquel
momento era Trino Azkoitia, la escuela contaba con dos profesores:
Trino, que daba clases a los principiantes y que era un grupo de
adultos mixto (chicos y chicas). Componían un grupo de 20 personas
con de edades comprendidas entre los 30 y 50 años. En opinión de
Joseba “...Trino era un maisu (profesor) de lujo...”;
se formó otro grupo un poco mas tarde, con personas de un nivel más
avanzado. Tenia como maisu a Carlos Ibarzabal que lleva actualmente
la escuela “Taket” de Mungia. Era un grupo mas
pequeño, de unas 8 personas.
En el
primer grupo estaban entre otros, Roberto Gonzalez, Imanol Agirre,
Begoña Basterretxea y el propio Joseba Santxo. En el segundo grupo
estaban entre otros, Nagore Iriondo, Josu Amezaga, Jose “Romo”.
En AEK
“Lauaxeta” de la que Joseba Santxo era profesor, en
Villamonte, el programa de inmersión lingüística que aplicaban era
muy comunicativo, basado en utilizar el euskera desde el primer
momento. Vieron que al terminar el ciclo académico, los alumnos se
quedaba como no sabiendo qué hacer. Se decidió hacer un puente y
acercarse los martes a la Escuela
de Bertsolaris de San Nikolas. Pronto se dieron cuenta
que aquella iniciativa fue muy enriquecedora. Los aprendices de
bertsolari tenían público y para los alumnos de AEK era un lujo
práctico. Les pedían que propusieran temas para cantar, los mas
atrevidos salían al escenario y los cantaban.
Precisamente
para Joseba esa fue una de sus fases en la bertzolaritza. Descubre la
Escuela
de Bertsolaris, y en ella le llamaron la atención
varias cosas. En primer lugar que era muy simple. Ponían temas
nuevos y el que sabia, respondía. Descubrió en esos encuentros
“...la magia del bertsolarismo, la capacidad de una persona
de improvisar, sobre un tema que te acaban de dar, del que no tienes
ninguna información anterior, y aplicando una rima y una métrica,
surge un bertso que resulta una maravilla...”, ahí es
cuando pensó “...me gustaría hacerlo...”, esa fue
la fase del conocimiento en 1983.
Sobre
1988, los grupos que llevaba Trino, fueron mermando de una manera
natural, provocado por los compromisos personales, el cansancio y
otras causas. Se daba el fenómeno de que, muchas veces, los martes,
día del ensayo, aparecía gente que llevaba tiempo sin ir por la
ikastola. Llegó un momento en que de haber estado 40 aprendices de
bertsolari, se quedaron solamente 3: Josu Landeta, Iñaki Benito del
Valle y Joseba Santxo, aguantando, pero ya no había el movimiento de
años anteriores.
Es esta
la segunda fase de Joseba, que tras pasar por la organización de
aquella escuela, tomando un poco el relevo de Trino, iniciaría el
cambio mas importante de la misma. Es de esta forma cómo en 1989
Joseba y Iñaki, dieron ese paso clave, empiezan a dar clases de
bertsolaritza en las propias Ikastolas. Es la época en la que la
transmisión de la tradición del bertsolarismo se realiza desde la
Ikastola.
En la
próxima entrada llegaremos a la entrada de este mundo en la
enseñanza reglada, las ikastolas y colegios públicos.
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