Desde
mediados del siglo XVII y a lo largo de XVIII, llegaron a Bizkaia y a
otros lugares de Europa contingentes de emigrantes irlandeses.
El
origen de este éxodo habría que buscarlo en la situación vivida
por la mayoría de la población católica de la isla, que vio
limitados tanto sus derechos religiosos, políticos y restringidas
sus posibilidades de progreso económico por parte del poder inglés
y protestante.
Algunas
familias nobles, que figuraban como católicos en el partido
jacobita, tuvieron que emigrar de su país después de ver malogradas
las últimas tentativas de restaurar a los Estuardo en el trono de
Inglaterra: otras tuvieron que huir con motivo de la persecución
religiosa en tiempo de Enrique VIII. Se establecieron en nuestro
país, enlazando con distinguidos linajes vascos.
Sus
testimonios mencionaban con claridad meridiana, que su salida de la
verde isla, había sido provocada por la represión sufrida en su
lejana patria.
Los
irlandeses supusieron una inyección activa para la economía de
Bizkaia. Siendo motores de la misma en el comercio y los curtidos. Y
permanecieron en la villa de Bilbao, aportando gran dinamismo,
incluso durante la segunda mitad del Siglo XVIII, cuando la
participación extranjera estaba en claro declive.
Uno de
estos emigrantes forzados fue D. Edmund O'Shea Phillips (Edmundo
Shee), un refugiado nacido en Dublín, de una familia de la nobleza
irlandesa, casi aniquilada por la guerra y “las leyes
penales” (leyes implementadas por el gobierno protestante
que discriminaron a los católicos).
Edmundo
O'Shee Phillips nació en Dublín en 1698, hijo de D. Edmundo O'Shee
Meagher y de Dña. Francisca Phillips (descendiente del Conde de
Power).
Tuvo
que huir de su Irlanda natal, y pasó a Bilbao donde se dedicó a
negocios financieros. Pese a que la estrategia matrimonial de los
irlandeses, era la de perpetuar la cohesión de grupo, realizando
matrimonios entre personas de su misma nacionalidad, se casó con
Dña. Ana Catalina de Ramery y Echabe natural de San Sebastián en
1722, hija de don D. Juan Antonio de Ramery y de Dña. Clara de
Echabe, natural de Cestona.
Por
parte materna los Ramey procedían de la ilustre casa armera radicada
en la ciudad de Lila (Flandes). D. Román de Ramery Heireng, nacido
en dicha ciudad, se estableció en San Sebastián el año 1640,
dedicándose a negocios de Banca y participando en varios buques
destinados a la pesca de la ballena y del bacalao.
Conformaron
una familia numerosa, tuvieron 11 hijos, Andres, Diego, Mathias,
Maria Josepha Michaela, Maria Magdalena Feliciana, Ana Maria
Feliziana, Cathalina Francisca Gertrudis, Francisca Thomasa
Agustina, Felipe Manuel Maria, Thomas Valentin y Santiago Isidoro.
A partir
de ahora utilizaré su apellido como Shee, pues así es como
figura en documentos que he podido leer en el Archivo Foral de
Bizkaia.
Así
cual “Leipreachán”, como viejo duende, se avecindó
en el bocho bilbaino, desarrollando sus dotes de comerciante. En 1721
solicitó al Señorío de Bizkaia la carta de nobleza para sí y para
Carlos Macarthy y Juan Power, todos ellos desterrados de Irlanda.
Comerciante
avezado en la fabricación de curtidos, iguales a los que se
fabricaban en Irlanda e inglaterra, ya en 1723 para asegurar el libre
paso de sus manufacturas por castilla, exhibió una Real Cédula del
13 de Junio de 1703, que le garantizaba el transito de sus curtidos
por aquellos parajes. Fue tal el protagonismo de los irlandeses en la
industria de los curtidos, que se llegó a considerar la misma en
Bizkaia, como una industria irlandesa.
Hombre
de tradiciones rígidas, sobre todo en aspectos de relación
familiar, con preponderancia respecto al nivel económico de la
relación de sus miembros con otros de “inferior” condición. En
1746, con ocasión del matrimonio de su propia hija con el curtidor
Ricardo Killen, a todas luces de inferior condición económica,
ademas de provocar el rechazo familiar, le llevó a pronunciar unas
duras palabras, en una carta dirigida a uno de sus hijos “...tu
hermana ha cometido una locura y en cuanto a mi la considero como
muerta...”
Y
finalmente aparece en Getxo, donde adquiriría los terrenos, en los
que mas tarde construyó el molino de viento y casa de “Aixerrota”
o “Axerrota”, edificación situada cerca del
acantilado de Arrigunaga.
El
primer dato histórico a cerca del Molino de Axerrota (Aixerrota)
aparece en los archivos el 28 Marzo de 1725, en dicho documento se
hacía referencia a la venta de una heredad de 25 peonadas (en la
provincia de Bizkaia, una peonada, equivalía a
380.4236
m2). Este terreno se hallaba situado en una zona de Getxo conocida
como “Armendiatxa
o Azalarieta”.
Este
terreno pertenecía al caserío llamado “Subyaga-Etxebarria”,
y fue vendido por 3.060 reales y 25 maravedís a nuestro personaje, a
Edmundo Shee, quien construiría el hoy conocido como molino
de Aixerrota. En 1734 alquilaría por primera vez el molino a Juan
Joseph de la Fuente, seguiría apareciendo como propietario del
mismo en las fogueraciones de 1746.
Las
características de aquel molino eran las siguientes, según aparece
recogido en los Protocolos Notariales del Archivo Histórico
Provincial de Bizkaia:
“...la
casa y casería llamada del Molino de Biento, con sus tierras de pan
sembrar y viñas y sus cinco aposentos, sala cozina y camarote que
tiene dicha casa con dos hornos y el cortijo separado y demás
pertenencias que son la Pieza Zircular de mampostería que fue y
sirvió de molino de viento y al presente sirve de cortijo en que
existen sus dos suelos altos de madera y tabla enteros con su
cubierto de tejado sin otra cosa mas que su escalera hasta dicho
tejado...”.
El
molino fue construido para sustituir temporalmente a los de agua, ya
que en la época se produjo una gran sequía, haciéndose necesario
que su funcionamiento fuera mediante viento, para poder moler el
grano de maiz y piensos. Producía
dos tipos de harina: la fina “artourune”
para la elaboración del “talo”,
y la ordinaria “arto-birrine”,
destinada a la alimentación del ganado y de las aves de corral.
Como
propietario se decidió al arrendamiento de aquella heredad y Molino,
entre sus primeros inquilinos,
aparecen en las fogueraciones Juan Joseph de la Fuente (1734),
Melchior de Espinosa (1746) y Melchor Zarate. Es precisamente en esa
faceta como arrendador por la que tuvo sus primeros
conflictos, debido a problemas de impago por parte de los
arrendadores.
Ya
en Octubre 1734 provocaría la intervención del Señorío de
Bizkaia, para dilucidar si la demanda interpuesta por dicho señor,
contra Juan Joseph Gonzalez de la Fuente y Santa Coloma y su esposa
Margarita de Billar Fullaondo,
arrendatarios a quien el primero reclamaba 1.500 reales de vellón
procedentes de la renta de nueve años de los diezmos de Getxo. Decía
en sus argumentaciones “...y
no cumpliendo con la puntual paga o hubiese de entender aberse
cumplido año nuevo y que le pudiese echar fuera de esta de casa y
molino, cumplidos los primeros seis meses con los que no solo no ha
cumplido...”.
Participó en aquel pleito, entre otros, Domingo de Oleaga Escribano
Real, vecino de Bilbao.
Debido
a su actividad mercantil, seguiría provocando pleitos, ya en Agosto
de 1734 tendría uno de sus múltiples juicios, esta vez debido a
unos autos promovidos por Esteban de Salazar Bañales, vecino y
Preboste mayor de la villa de Portugalete, contra Edmundo
Shee,
Raimundo Forcatere y Mauricio Mahot, hombres de negocios, franceses,
residentes en la de Bilbao, sobre el pago del dos y medio por ciento
de diferentes cantidades de haba, maíz y trigo que le correspondían
en concepto de derechos de prebostazgo.
Los
pleitos seguirían a este personaje y a su esposa Ana Catalina de
Ramery, incluso después del su fallecimiento. En 1765 un nuevo
pleito les llegaría a sus allegados, esta vez les reclamaban como
pago, la casería de “Irusta”, sita en la anteiglesia de Abando y
la del “Molino de Viento”de Guecho.
Este
molino dejó de funcionar en 1787. Durante algún tiempo se utilizó
como almacén para guardar aperos de labranza y ganado. Más tarde,
tras el fallecimiento de Edmundo y de su esposa, parece que pasó a
manos de la familia de Francisco Antonio de Arteaga, en un documento
de 1795 ya figura como propietario su hijo Antonio de Arteaga,
persona notable en la Anteiglesia, ya que fue apoderado de Getxo en
las Juntas Generales en los años 1788, 1792 y 1793 y regidor de la
Anteiglesia en 1792.
Durante
los años 1833 y 1840, en la Guerra que se libro entre los Carlistas
y los Isabelinos, la documentación del municipio se llevó a
distintas casas particulares. La carencia en aquellos años de una
sede municipal, siendo los lugares de reunión instalados en lugares
reducidos y estrechos, provocó que los documentos se siguieran
dispersando por diferentes casas. Así una buena parte de aquellos
documentos, quizá los de mayor interés para una posterior
reconstrucción histórica, terminarían perdiéndose al resultar
destruidos al caer una bomba en un domicilio de Bilbao donde se
hallaban custodiados.
Ya
en el Siglo XX, el 20 de Julio de 1935, la comisión municipal de
Fomento realizaría las gestiones para que los propietarios del
Molino de “Aixerrota”, Dña. Josefa Ventura de
Cortina (Viuda de Larrosa), cediera su arriendo al Ayuntamiento de
Getxo, a fin de evitar el estado de abandono en el que se hallaba la
edificación. El 20 de Agosto de aquel año se firmaría un convenio.
Entre sus clausulas se indicaba que “...Dña. Josefa Cortina
Vda. de Larrosa, cede en arriendo al Ayuntamiento de Getxo, el
expresado molino de Axerrota y terrenos adyacentes, al objeto de
realizar algunas pequeñas mejoras, para el disfrute de las personas
que acceden al lugar...” El precio que se estableció como
arriendo fue de 10 pesetas al año. Seguían las clausulas “...el
Ayuntamiento se compromete a no destinar la finca a otra finalidad o
aplicación que no sea la de utilizar para lugar de estancia del
vecindario...” Aquel convenio fue aprobado en la sesión
del 24 de Agosto de 1935.
El 7 de
febrero de 1944 fallecería Dña. Josefa Ventura de Cortina, quedando
como herederos sus hijos D. Tomás y D. José Manuel de Larrosa y
Cortina.
El
5 de Septiembre de 1951 se iniciarían nuevas gestiones con el fin de
comprar aquel edificio y terrenos. La negociación se realizó con D.
Tomás de Larrosa y Cortina, en su nombre y el de sus hermano Dn.
Jose Manuel, propietarios y herederos de Dña. Josefa de Cortina,
quienes pidieron 50.000 pesetas por la cesión.
Las
negociaciones continuaron cuatro años más tarde (1955). En ellas el
consistorio Getxotarra ofrecía la cantidad de 15.000 pesetas por el
molino y terreno. El 7 de enero de 1955 el Sr. Larrosa realizaba una
nueva propuesta para la cesión, siendo esta de 30.000 pts. Siguen
las negociaciones y finalmente el 13 de Mayo de 1955 se procedería
la comprar por la cantidad de 25.000 petas. Propuesta que fue
refrendada en la comisión municipal del 18 de Mayo. El 13 de Agosto
de 1955 se firmaría la escritura de compra ante el notario bilbaíno,
Sr. Balbontín.
El 8 de
Febrero de 1961 aquel viejo molino pasaría a verse convertido en un
bar restaurante. Concesión que se acordó un 6 de Marzo de 1961 por
el que se concedía a D. Paulino Lavin su uso por un periodo de 15
años. En la actualidad forma parte de la actividad restauradora del
conocido Restaurante Cubita.
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