jueves, 14 de noviembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -127-



En la anterior entrada veíamos cómo en la Provincia de Bizkaia se producían noticias turbadoras: se declaraba el Estado de Guerra.

Pasados ya los acontecimientos, entrábamos en el mes de junio de 1890. El día 4 de ese mes el pleno trataba sobre una invitación de la superiora de la Comunidad de la Purísima Concepción de Algorta, de la Congregación de la Hijas de la Caridad de San Vicente Paul (las llamadas “Monjitas del Puerto Viejo de Algorta”), para acudir a una función en honor del Beato Perboyre (Gabriel Perboyre, que así se llamaba el beato, había ingresado en 1817 en el seminario menor de Montauban (Francia), dirigido por los Padres Lazaristas de San Vicente de Paúl. Fue colgado en una cruz y estrangulado (1840) en la ciudad de Wuchang, de la provincia Hubei, China). La función se iba a celebrar el domingo 4 de junio en la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, a la misma iban a asistir los regidores Sres. Barandica y Carrandi. Asistiendo posteriormente la corporación en pleno a la procesión que bajó hasta el Puerto de Algorta.

Mientras, los socorros domiciliarios de las personas más humildes de la población seguían siendo demandados, tanto en Algorta como en Las Arenas, algunos con hijos imposibilitados, otras de viudas carentes de recursos.

Algunos cadáveres seguían apareciendo por nuestras playas, como fue el caso del aparecido el 24 de mayo en la playa de Las Arenas, del que se hizo cargo el alguacil Miragaray, por el que el consistorio abonó por su traslado 36,50 pesetas.


El esos años, al igual que años más tarde, algunos niños eran abandonados en las puertas de iglesias y viviendas particulares, que en muchos casos acababan en los asilos. El 7 de junio de 1890 un niño era abandonado: “...En la pila del agua bendita de la Iglesia de Santa María de Getxo. Más tarde fue conducido al asilo de la Santa Casa de Misericordia de Bilbao, en San Mamés...” Días más tarde, el 12 de junio, se recibía una carta, de la que en el pleno de esa fecha, se daba lectura: “…La Junta Directiva de Niños Expósitos de Vizcaya acusa recibo de un niño de padres desconocidos que fue remitido a la misma por el Alcalde de Guecho...” Tal era el volumen de niños asilados que a veces duplicaba el número de niños al de adultos. Los niños eran atendidos por nodrizas cuyos haberes eran satisfechos trimestralmente.

Y a pesar de que la guerra entre Carlistas y Liberales había terminado en febrero de 1876, el 12 de junio de 1890 todavía coleaban las consecuencias de la misma. Los pueblos de la Provincia de Bizkaia y otros tenían deudas pendientes por suministros de guerra, por lo que el Ayuntamiento de Getxo decidía: “...Que en vista de la Real Orden del 8 del actual, inserta en la Gaceta de Madrid del día 9 relativa a los suministros hechos a las tropas del Gobierno por los pueblos durante la última guerra civil, acuerda este Ayuntamiento la formación de una Comisión para preparar un resumen de los suministros hechos por el Ayuntamiento de esta localidad durante dichos años a las fuerzas del Gobierno, a fin de crear un expediente para la reclamación de los suministros...”

El juego de la pelota en Algorta venía ya de lejos, y se practicaba cerca de la zona en la que actualmente se hace. Aunque no era bien visto por el párroco de San Nicolás, ya que en junio de 1890 solicitó al consistorio que se prohibiera jugar en el pórtico de la iglesia, argumentando que: “...Varias personas juegan en el pórtico con prejuicio para este local...” Se colocaron carteles indicando la prohibición bajo multa de 5 pesetas por persona y vez.


El 12 de junio de 1890 se hablaba en el pleno municipal de la deficiente situación del urinario que se hallaba bajo el quiosco de la música de Las Arenas. También se informaba de las mansiones que levantaban algunos hacendados. El urinario “...se halla sin la decencia que requiere, por lo que se acuerda se proceda a la ejecución de las obras necesarias para conducir sus aguas al caño que ejecute D. José María Martínez de las Rivas para el despacho de las aguas sucias de su casa en ejecución...”

El alguacil D. Eusebio Uriona de Las Arenas renunciaba a su cargo. El empleado público también oficiaba de tamborilero, indicando al consistorio que mientras el Ayuntamiento no encontrara un sustituto : “...No tiene inconveniente seguir tocando el tamboril en los días festivos si conviene al Ayuntamiento...” El Consistorio acordaba aceptar el ofrecimiento, sacando a oferta pública la vacante a la que asignaban un sueldo de 912 pesetas anuales. Los tamborileros, hombres de los que en el Siglo XVII se decía: “...Que eran deseados en público y denostados en privado...” Sobre todo por las élites del poder, siendo acusados de que en días festivos acudían a sus toques: “...Diferentes personas así hombres como mujeres de lo cual redundan muchos escándalos y pecados públicos...” Motivo por el cual en la Villa de Bilbao llegaron a poner penas de 10 ducados y 20 días de cárcel por el Corregidor: “...Ordenando no se toque ningún instrumento ni dancen juntos hombres y mujeres...” Sin embargo, era muy demandado en todas las festividades en nuestra Anteiglesia.

Esas mismas fechas el pleno municipal trataba sobre la conveniencia de dotar al barrio de Las Arenas de una banda de música que alegrara el barrio por las tardes durante los días festivos del verano, ya que en esos días se dejaba notar gran afluencia de visitantes. Para seleccionar a los músicos se recibieron ofertas de dos grupos musicales: la “Banda La Bilbaina”, que dirigía el maestro D. Agustín Ortigosa y la “Banda Municipal de Baracaldo”, que era dirigida por D. José Crespo. Tan solo diez pesetas separaban ambas, por función, siendo elegida la primera que había ofertado la cantidad de 65 pesetas por tocar cada tarde.

Para la plaza de peón caminero, que tras el fallecimiento en mayo de 1890 de D. Francisco Guerediaga había quedado vacante, se presentaron cuatro aspirantes: D. Ramón Astorquiza, D. José Carballido, D. Domingo Sarasua y D. Ignacio Bilbao. Finalmente, y debido a sus capacidades: “...Que practica y ejecuta cuantos trabajos se le encomiendan sin dificultad en su oficio de cantero, lo que no se acredita en los demás aspirantes...” Resultaba elegido D. Ignacio Bilbao y Zarraga.


Y como ya se iban acercando las fechas de las fiestas del Pueblo, el consistorio acordaba formar una comisión para: “...Preparar el programa de festejos del este verano, así como realizar los contratos con las bandas que han de actuar...” La responsabilidad de dicho cometido recayó en los concejales Sres. Arrola, Sainz, Unzaga e Ycaza. También para mejorar el aspecto de las playas y sus servicios acordaban crear otra comisión a la que denominaron “De las Playas y Baños” cuyo cometido fue: “...colocar en la de Las Arenas los postes y machones que se habían recogido el año anterior y que habían sido tumbados por un golpe de mar, además de instalar otros 20 nuevos con el fin de que los bañeros colocaran las maromas para garantizar la seguridad de los bañistas; señalar los lotes de casetas de baño, inspeccionado las misma, sus muebles, enseres y ropas de baño con arreglo al bando; y en Ereaga y el Puerto realizar la concesión de los lugares donde se iban a instalar las casetas de baño, interesarse para que el rematante de las mismas realizara una limpieza adecuada. Todo ello para garantizar la comodidad de las gentes que acudan a las playas...” Para este menester fueron comisionados los concejales Sres. Aspiri, Ajuria y Sainz.

En la próxima entrada veremos cómo, en el pleno municipal, se hablaba sobre los arriendos de vinos y carnes frescas.

2 comentarios:

  1. Seria conveniente que las fotografias fuesen identificadas de donde son y en que año (o aproximacion) fueron tomadas.
    Asi en esta publicacion me es imposible identificar ninguna de las tres primeras fotos.
    La segunda de las fotos parece la entrada al cementerio pero el actual cementerio no tiene la entrada que figura en esta foto

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    1. Si deseas comunicarte conmigo puedes hacerlo a mi correo electrónico: abadene@hotmail.es.

      Ese cementerio no es el actual, era el que estaba junto a la iglesia de Santa María de Getxo (Desaparecido en los años 50).

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