lunes, 11 de noviembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -126-



En la anterior entrada veíamos cómo la solicitud de socorros domiciliarios, debido a sus achaques y a la avanzada edad de algunos vecinos, no cesaba.

El día 14 de mayo de 1890 el pleno trataba sobre una circular de la Diputación de la Provincia, relativa a los naufragios acontecidos en Mundaka, Bermeo y Santander: “...El viernes 25 de abril de 1890 fue un día de luto para diversos puertos del litoral Cantábrico, desde Bermeo a Mundaca pasando por Pasajes San Juan y Santander. A pesar de que la mayor parte de las embarcaciones de Bermeo lograron, gracias al aviso del atalayero, ganar puerto en medio de un furioso vendaval, una de las embarcaciones, la “Angelita”, patroneada por D. Domingo Erezuma naufragaba en Mundaca pereciendo el patrón y un tripulante de la misma. De Pasajes San Juan fueron cinco los que perecieron a bordo de un pontín, cuyo patrón era D. Valeriano Pérez. Frente a Santander se encontraban faenado once lanchas de altura, a las siete de la mañana el semáforo de la Comandancia de Marina comunicaba de que la mar era muy gruesa y que algunas lanchas no podían tomar puerto; de la lancha “Santa Catalina” tripulada por D. Mariano Benguria fueron 14 los marineros que perecieron ahogados; de la lancha “Nuestra Señora del Carmen” patroneada por D. Domingo Renteria fueron 16 los ahogados; de la lancha “San Pedro” patroneada por D. Domingo Echevarria fueron 13 los ahogados y de la lancha “Buenas Noches” patroneada por D. Inocencio Mujica 11 fueron los fallecidos...” El consistorio getxotarra, a petición de la Diputación, acudía en ayuda de aquellas familias aportando a la suscripción abierta por dicha entidad provincial, que pedía a todos los habitantes de Bizkaia acudieran a socorrer a las familias de los desgraciados náufragos, algunas cantidades de dinero: “...Acordando suscribirse con 100 pesetas, además los ediles municipales, otros particulares aportan 42 pesetas como donativo...”

En el pleno del 22 de mayo de 1890 comenzaba con noticias turbadoras: “...A consecuencia de las circunstancias anormales en que se halla la Provincia...” Se referían al estado de guerra decretado por el Gobernador Militar D. Manuel Aguilar Diosdado, el 14 de mayo de 1890, por los motivos que a su entender se estaban produciendo: “…El estado de sedición y rebelión en que se han colocado las clases obreras me obligan a declarar en esta provincia el estado de guerra...” Los movimientos obreros desde el primero de mayo se sucedían: “...Las reivindicaciones de las ocho horas de trabajo y libertad para poder realizar las compras de sus alimento en las tiendas que ellos eligieran y no en los llamados en las minas “Cuarteles”, que no era si no las tiendas de los propietarios de las minas. Esas demandas encabezaban las manifestaciones obreras. Por ello los mineros se dirigieron a las grandes factorías animando a los trabajadores de las mismas a unirse a su lucha, “Altos Hornos”, “La Vizcaya” y “Astilleros del Nervión” se sumaban a sus demandas, parando las factorías. En las calles de Bilbao y pueblos de la ría se mezclaban uniformados a caballo que venían a reprimir las manifestaciones, con obreros que corrían ante la porra de los uniformados. Los ferrocarriles del la margen izquierda quedaron paralizados. En Ortuella algunos trabajadores resultaban detenidos y conducidos a los juzgados de Bilbao, se trataba de D. Elías Zayas, D. Aniceto del Pino, D. Patricio Vicario, D. Facundo Alonso, D. Nemesio Soto y D. José Ibeas. Otros como D. Facundo Perezagua y otros miembros del comité Socialista de Bilbao eran llamados al Gobierno Militar...” En nuestro municipio se decidía: “...Por precaución el alumbrado público permanezca encendido por toda la noche, tanto en Algorta como en Las Arenas, este servicio extraordinario viene rigiendo desde el 16 del actual. Que con motivo del acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros acerca del envío de 25 parejas de la Guardia Civil para reforzar la vigilancia en esta Provincia, para la seguridad del Pueblo se han practicado varias diligencias, consiguiéndose un destacamento de ocho guardia civiles y un oficial, los cuales quedaron el día 17 alojados en la casa de D. Eleuterio González ocupando cinco camas, abonando por su ocupación cinco pesetas diarias. Más tarde han venido otros dos, ocupando una cama, por la que se ha abonado por el servicio una peseta...” Dicha fuerza fue alojada en el edificio del cable en Las Arenas. El alumbrado público duro seis noches y se abonaron al rematante de dicho servicio D. Juan José Bilbao 150 pesetas por dicho servicio.


Mientras el Pueblo seguía con sus rutinas y mejoras en los espacios públicos, aquella actuación vino precedida de un informe del Arquitecto Municipal D. Eladio Iturria: “...La Plaza de San Nicolás ve aumentar su superficie por un acuerdo alcanzado con uno de los vecinos D. Eustasio Zalduondo, a quien se le abonan 436,64 pesetas por unas parcelas de terrenos de su propiedad, para mejorara el ornato público...” También la calle Mayor mejoraba su aspecto, ya que se estaban ejecutando obras de embaldosado de las aceras.

En esas fechas fallecía el peón caminero D. Francisco Guerediaga. Lo que hizo que el consistorio anunciara públicamente la vacante, ofreciendo por la misma un sueldo de 730 pesetas al año. Para poder ocupar dicha plaza el aspirante debía acreditar tener como oficio el de maestro cantero: “...Dichas certificaciones deberán ser expedidas por dos maestros canteros conocidos en la localidad, debiendo saber leer y escribir.

A D. Sabas García se le abonaron 150 pesetas por el alquiler durante nueve meses, desde el 1 de julio hasta el 31 de marzo, del Depósito de Corrección de Las Arenas.

El 29 de mayo se daba cuenta de un oficio de la Diputación Provincial por el cual debían salir a remate los arbitrios municipales de este pueblo para el ejercicio de 1890-1891.

En Las Arenas las obras de mejora del espacio público avanzaban a buen ritmo. En esos días días se trabajaba en la Plazuela del barrio (Actual Bizkaiko Zubia), y era D. Marcos Zamacona el encargado de dirigirlas. Se trataba de retirar las tierras de dicha plazuela para cubrirla con “resebo” de las canteras de Axpe. La tierra extraída fue depositada en un terreno que estaba junto a la sacristía de la Iglesia de Las Mercedes, con objeto de utilizarla en las obras que se iban a realizar en la carretera de Las Arenas a la Avanzada, completando dicha obra con la plantación de árboles.


Se colocaban bancos de hierro en algunos paseos públicos, construidos en la fábrica Santa Ana de Bolueta, por los que se abonaron 24 pesetas.

La Banda de Música Municipal parecía estar sometida al escrutinio del concejo ya que en esa fecha, 29 de mayo, se decidía: “...Se encargue al Director de la Banda de esta localidad, que además de concurrir a la procesión de esta mañana, asista con la misma a la Plaza Pública (San Nicolás de Algorta) en la tarde del próximo Corpus Cristi con el fin de tocar tres o cuatro piezas bailables, para que la Comisión Municipal, que presenciará el acto, se entere del estado de instrucción y capacidad de los individuos de la banda, o decida si son aptos para hacer compromiso para el próximo año...”

En los lavaderos públicos de Alango y San Martín las fugas de agua eran continuas debido a la mala calidad de las llaves de corte, por lo que se hizo necesario cambiar las mismas por otras con válvulas en la parte superior del lavadero.

En la próxima entrada veremos cómo el pleno trataba sobre una invitación de la superiora de la comunidad de la Purísima Concepción de Algorta para acudir a una función en honor del Beato Perboyre.

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