lunes, 4 de noviembre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -124-



En la anterior entrada de esta serie veíamos cómo a pesar de que ya habían transcurrido más de cuatro años, el tema de los prófugos del ejército volvía recurrente a las actas municipales.

El 24 de abril de 1890 la Hacienda Provincial había enviado una circular a los Ayuntamientos referente a la formación de padrones, listas cobratorias y cédulas personales para el año económico 1890-1891, en la que indicaban que estos datos debían de ser remitidos a la Hacienda durante el próximo mes de mayo.

El 24 de abril de 1890 se daba cuenta en el pleno municipal de una circular de la “Junta de Instrucción Pública de Vizcaya”, en la que se decía: “...Aprobado por Real Decreto del 21 de junio, el censo de población practicado el 31 de diciembre de 1887, se ha acordado dirigir a los alcaldes y maestros de las escuelas públicas de la provincia la presente circular con las prevenciones siguientes:

1ª- Los Ayuntamientos de los pueblos que no sostengan a las escuelas a que están obligados, o en que los maestros tengan derecho a percibir aumento de sueldo por haber aumentado el número de habitantes de la localidad en la que desempeñan su cargo, consignaran en los presupuestos que formen para el próximo año, la cantidad necesaria para cubrir los gastos que originen la creación de nuevas escuelas, y el aumento de sueldos de los maestros.

2º- Los maestros y maestras de esta provincia que hubiesen ingresado por oposición en el Magisterio y desempeñen su labor en escuelas cuya dotación deba aumentarse en virtud del último censo de población, solicitarán por conducto de esta Junta, mediante una instancia acompañada de la hoja de méritos y servicios, la expedición de los títulos administrativos con el sueldo que les corresponda.

3º- Los maestros y maestras que no hubiesen ingresado por oposición o que no desempeñen en escuelas que con arreglo al censo no pase a esa categoría, no podrán percibir el aumento sin que se sujeten a los ejercicios de oposición y sean aprobados en los mismos...”


El Ayuntamiento de Getxo para tomar en cuenta aquella Real Orden, establecía como fecha del censo de población del 27 de junio de1889, decidiendo: “...Teniendo en cuenta la escasez de fondos municipales para poder gravar el presupuesto con aumento de sueldos de consideración, acuerda nombrar comisionado al señor Teniente Presidente y Regidor Sr. Ajuria para que oyendo al maestro de Santa María y a la maestra de Algorta, propongan bases de arreglo...”

Al parecer los maestros de algunas poblaciones no estaban muy conformes con la aplicación de aquella Real Orden, ya que el 23 de abril de 1890: “...Un senador de nombre Alfonso rogaba al Ministro de Fomento que atienda las quejas de los maestros de escuela que no cobran sus haberes...” Pues al parecer había poblaciones que sorteaban las reales Órdenes. El 26 de abril de 1890 “El Noticiero Bilbaíno” decía en una columna que titulaba “Las Atenciones de Primera Enseñanza”: “...Raro es el día que la prensa no publica alguna noticia diciendo que los maestros de… tal parte se han visto obligados a cerrar la escuela para dedicarse a otras ocupaciones en la cuales esperan encontrar el sustento para ellos y sus desdichadas familias. Más de una vez ha sido el Ministro de Fomento interpelado por este asunto, y siempre se ha contentado con lamentar, diciendo que ya se habían dictado las Reales Ordenes. Buenas palabras, eso sí, pero en la mayor parte de las Provincias van de mal en peor. Y no se nos diga que en los pueblos faltan fondos con motivo de la crisis por la que atraviesan numerosas comarcas, porque son estas mezquinas, ya que sería necesario que las cajas municipales estuvieran completamente vacías para dejar de realizar los pagos. En los pueblos más abandonados, los llamados rurales, no exceden los sueldos de los profesores de 5.000 reales al año. ¿Qué ayuntamiento no recauda esa cantidad al año, por más crítica y lamentable que sea la situación del vecindario?. Lo que hay es caciquismo, esa lepra asocial que todo lo invade y envenena en los pueblos, en los que solo se paga a quien el cacique dispone. ¿Para cuándo los Gobernadores y comisionados obligaran a los Ayuntamiento a ponerse al corriente de sus pagos?...” Sin embargo, a decir de aquel diario: “...Felizmente en el País Vascongado, y más principalmente en Vizcaya, podemos decirlo con orgullo, no existen ni han existido esas vergüenzas. Aquí las atenciones de primera enseñanza están siempre cubiertas, y la autoridad superior de la provincia no consiente que ninguna corporación municipal se retrase en los pagos. La Provincia que menos adeudaba a los maestros era Navarra con 1.867,12 pesetas, le seguían Lugo con 3.405,59 pesetas...” Al parecer había en algunas poblaciones del Estado, maestros a quienes se les adeudaba más de cinco años de salarios, en “Egea de los Caballeros” los propios maestros afirmaban: “...Que los maestros vivimos de la limosna desde hace cuatro años...” Tampoco todos los maestros/as de la localidad tenían unas condiciones de vida dignas o medianamente confortables, ya que por ejemplo un 24 de abril de 1890, la maestra de la clase de niñas de la escuela de Santa María de Getxo escribía al consistorio: “...Les hago saber del mal estado de la cocina y chimenea de mi casa habitación, de propiedad municipal...” Por lo que el Ayuntamiento decidía: “...Que la cocina económica sin uso que está pudriéndose con roña, y que se encuentra en la habitación de niños de esta localidad, sea traslada a la de la expresada maestra...”


Y mientras un escobón y un plumero para limpieza de la Casa Consistorial, adquirido a D. Regino del Valle en Bilbao, costaba 10,50 pesetas, el consistorio ordenaba realizar trajes de paño y gorras para los alguaciles o guardias municipales.

La Banda de Música Municipal que tantos buenos momentos daba a nuestros vecinos, también era objeto de atención: “...Enterado este Ayuntamiento de las facturas o notas de precios de los instrumentos de música para la banda que han remitido los almacenistas Louis Dotesio, que estaba en la calle María Muñoz y José Calvo, que estaba en la Plaza Nueva de Bilbao, se comisiona al Sr. Arrola para la compra de los instrumentos que hacen falta para la banda de esta localidad...”

En el punto final del pleno del 24 de abril de 1890 se dejaba sobra la mesa la propuesta de varios miembros de la Policía Urbana para: “...Que se establezca en esta población un individuo que se encargue de la limpieza y conducción fuera de ella, de las basuras de las calles y barreduras o desperdicios...” El encargado de la recogida y conducción fue D. Valentín Cajigas, quien previa autorización municipal: “...Depositaba las basuras de Las Arenas, en la Avanzada….”

En la próxima entrada veremos cómo la solicitud de socorros domiciliarios, debidos a los achaques y a la avanzada edad por parte de algunos vecinos no cesaba.

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