En
la anterior entrada veíamos como, ya desde octubre de 1884 se venía
hablando de la construcción de un nuevo puerto en Algorta. Pero
sobre todo de cómo se conoció la noticia de la propuesta de
segregación del barrio de Las Arenas, realizada por el Diputado D.
Eduardo Aguirre, y el inicio de las discusiones en la prensa local.
La
segunda carta, la escrita por “Varios suscriptores de Algorta y Las
Arenas”, venía a reforzar con otros argumentos lo descrito en la
primera. Alegaban que las imputaciones que hacían los secesionistas
eran: “...Injustas
e inmerecidas, y que Las Arenas, hasta hace unos pocos años, era un
barrio reducido y sin importancia, porque no contaba más que con
unas cuantas fondas y casas de campo, y sus rendimientos por
arbitrios municipales estaban en relación a sus escasos habitantes,
pues en el bienio de 1881 a 1883 tan solo ascendieron a 15.750
pesetas. Sus 69 edificios actuales, o la mayor parte, están
deshabitados durante nueve meses del año, y otros habitados por las
personas encargadas de su cuidado, porque sus propietarios viven en
Bilbao…”
Al parecer, el articulo de “El Porvenir Vascongado”, culpaba al
Ayuntamiento de Getxo de los deseos de emancipación de algunos
vecinos de la Anteiglesia. Para dar mayor fuerza a su aserto
relataban en aquel escrito: “...Si
Las Arenas tiene un templo propio, se lo debe a la iniciativa
privada. Si existe un facultativo para la asistencia de los enfermos,
lo costean las familias del barrio; Si se introduce la más ligera
mejora, todo nace del peculio particular de aquellos habitantes y aun
de varios de Bilbao, que tienen allí propiedades, de modo que, no ha
existido mutua y recíproca correspondencia en la inversión de
fondos del municipio, pues que Guecho nunca debía olvidar que, si
nuestros informes no son equivocados, el barrio de Las Arenas produce
sólo por derechos de consumo más de 20.000 pesetas anuales...”
Los
“Suscriptores de Algorta y Las Arenas” respondían a
continuación: “...Dice
el articulista que si el barrio de Las Arenas tiene un templo, se lo
debe a la iniciativa privada. ¿Qué quiere decir con ésto ¿Acaso
que el municipio de Guecho ha construido con sus fondos los que hay
en Algorta?. !No es así , por cuanto si Algorta cuenta en la
actualidad con dos templos, estos han sido levantados por el concurso
particular de sus vecinos. Para el abastecimiento de aguas potables,
para los barrios de Algorta y Las Arenas, se abrió un empréstito
sin que ningún propietario de este último barrio se suscribiera.
Respecto de la asistencia médica decir que: Según la Ley vigente a
Guecho le corresponde tener un médico, y en la actualidad tenemos
tres médicos titulares, de los cuales dos están obligados a asistir
puntualmente a los enfermos pobres, ya sean de Algorta o de Las
Arenas...”
Continuaban con una serie de datos referidos a las obras
realizadas, tal y como describieran en la carta firmada por “Un
Algorteño”. Respecto de la enseñanza decían: “...Pues
aún hay más, el ayuntamiento de Guecho, no solo se ha ocupado del
engrandecimiento material, ¡si no que, teniendo en cuenta que la
educación es la base principal de toda sociedad, dotó a dicho
barrio con una escuela de niños y otra de niñas por lo cual mereció
que las autoridades superiores le manifestaran en laudatorio ofició
su agradecimiento por el celo desplegado a favor de la enseñanza,
fundándose en que se habían excedido del número de escuelas que la
Ley exige. Tiene además dicho barrio un alguacil tamborilero y el
alumbrado correspondiente, pagados por el municipio, mejoras de que
carece el barrio de Guecho, siendo más antiguo. No terminaremos sin
consignar aquí, para conocimiento del público, que ninguna gestión
respecto a la segregación de Las Arenas se ha hecho ante este
ayuntamiento, y que si ha tenido oportunamente noticia de los
trabajos de zapa que solapadamente se han efectuado para dar curso al
proyecto de separación en las Cortes, se ha debido a una verdadera
casualidad...”
Y terminaban diciendo: “...También
debemos manifestar que no es la mayoría de los vecinos del barrio en
cuestión la que desea su segregación del municipio de Guecho, si no
alguno o algunos propietarios de dicho barrio, quienes quieren
ejercer toda su acción sobre el nuevo municipio para, convirtiéndose
en caciques, sacar las mayores ventajas en beneficio de sus
propiedades...”
Llamaba la atención en aquel escrito la contradicción que suponía,
que un Diputado que había estado defendiendo la unión de Mungía
con Derio, a su vez defendiera la segregación del barrio de Las
Arenas.
Incluso
el diario “El Noticiero Bilbaíno” sin querer intervenir, puesto
que se declaraba neutral, intervino en aquella discusión, el día 6
de marzo de 1888: “...Por
inclinación natural y por la índole de nuestro periódico, somos
poquísimo aficionados a entrometernos en cuestiones de los Pueblos.
Esto explica por qué no hemos dicho ni una palabra acerca de la
segregación de la anteiglesia Las Arenas de la Anteiglesia de
Guecho. Aunque las razones alegadas en nuestro mismo periódico por
vecinos de la anteiglesia contra la segregación, nos parecen
incontestables. La hermosa y amena barriada de Las Arenas está
llamada a un gran porvenir, pero hoy no tiene vida propia…, ninguna
población ni española ni extranjera, por grandes atractivos ni
ventajas que tenga como estación balnearia vive ni puede vivir de
esta sola condición. Para que poblaciones como la de Las Arenas
tengan vida propia independiente de la industria balnearia, es
necesario que a esta industria unan otras como la agraria, la fabril,
la comercial, etc. La población de Las Arenas no tiene hoy esta
vida, porque no basta para dársela el que durante dos meses al año
acudan allí tal o cual numero de bañistas, y algunas docenas de
vecinos de Bilbao o de otras partes, tengan allí casas de recreo,
donde habiten en ese tiempo. Las Arenas no tiene ni puede tener,
mientras no cambien sus actuales condiciones, industria agraria ni
hortícola, ni pecuaria, ni pesquera, ni fabril, ni ninguna otra.
Cuando las tenga en más o menos número, tendrá vida propia. De la
ribera izquierda es de donde principalmente ha de recibir Las Arenas
la vida propia, que hoy les falta, porque allí están las grandes
fabricas, allí están las grandes minas de hierro y allí la gran
población minera y agrícola. Lo que nos mueve hoy a hablar de Las
Arenas es el proyecto del Sr. Palacio de un puente sobre la ria entre
aquel punto y Porlugalete, proyecto que es para nosotros de magna
importancia local...”
Así que sin querer intervenir de alguna forma daban un pequeño
repaso a los proponentes de la segregación.
El
día 8 de marzo una nueva misiva venía a apoyar lo expuesto por
anteriores intervinientes, esta vez la redactaban los componentes del
Ayuntamiento encabezados por D. Santiago Diliz: “...No
solo somos del mismo parecer respecto a que dicho barrio no tiene por
hoy vida propia, por cuya razón creemos absurdo el proyecto de
segregación presentado a las Cortes por el Sr. Aguirre, si no que
estamos conformes con cuanto se manifiesta en dicho artículo...”
Otras muchas intervenciones se sucedieron, de ellas ya he dado datos
en algunas de mis entradas sobre este tema, pero hoy he añadido
estas que creo que afortunadamente zanjaron la discusión.
El
26 de marzo de 1888 a la vuelta de Madrid del Alcalde Presidente D.
Pedro Amezaga y el Regidor D. Eladio Sustacha, daban cuenta de las
gestiones que les habían sido encomendadas referentes a la
presentación de una proposición de ley solicitando la Segregación
del barrio de Las Arenas como municipio independiente, la cual había
sido realizada por el Diputado a Cortes por el distrito de Bilbao D.
Eduardo Aguirre en el Congreso. En ellas daban cuenta de que:
“...Habían
quedado encargados de combatir en el Congreso aquella proposición
de Ley, caso de que fuera contraria a los intereses de este municipio
a los siguientes Señores Diputados D. José Gutiérrez de la Vega,
D. Ricardo Becerro Bengoa y D. Francisco Lastres...”
Por
aquellos días de finales de marzo de 1888 varias obras se realizaban
en Getxo, entre ellas las de fuentes y lavaderos que realizaron D.
Domingo Zubizarreta y Genaro Gómez. Y aunque no era como tal una
obra en consistorio remuneraba a D. Julián Aguiriano por haber
suministrado alimentos y bebidas a los vigilantes municipales, que
estuvieron de guardia en la puerta de la casa de las dos personas
atacadas de viruela en el mes de enero. En esas fechas se abonaba,
como seguro de las Escuelas de Niñas Pobres de san Martín, la
cantidad de 21 pesetas por año.
En
la próxima entrada de esta serie seguiremos viendo las vicisitudes
de aquella propuesta de segregación del barrio de Las Arenas. Así
como las gestiones para la instalación de una estación telegráfica
en nuestro Pueblo.
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