En
la anterior entrada veíamos cómo la educación de nuestros jóvenes
preocupaba a nuestros mandatarios y cómo nuestros representantes
municipales y hombres de negocios venían reclamando la instalación
en Getxo del servicio telegráfico.
A
finales de enero de 1888 volvía a hacer su aparición esa temida
enfermedad a la que se llamó “La aliada de los conquistadores”,
se trataba de la Viruela. El 22 de enero el cirujano de Getxo, D.
Antonio Barrera, ante la aparición de un caso daba la voz de alarma
y aconsejaba: “...Adoptar
medidas para evitar la propagación de dicha enfermedad por el
municipio...”
De forma inmediata el consistorio decidía: “...Poner
un hombre en casa de la paciente afectada para poder atender a la
enferma, sin que los de la casa tengan que salir fuera ni los de
fuera puedan penetrar en la casa...”
El
agua, ese bien tan demandado y que por fin había llegado a la mayor
parte de las casas de los vecinos de Algorta y Las Arenas, era
solicitada por algunos industriales para utilizarla en sus
instalaciones. Se trataba del industrial D. Miguel Uria quien
solicitaba: “...Se
me conceda un metro cubico de agua cada día para utilizarla en mi
fabrica establecida en la proximidad de mi fonda denominada Fonda San
Ignacio...”
El Ayuntamiento, deseoso de que todos los industriales pudieran
contar con las ventajas de ese líquido elemento manifestaba: “...Que
esta corporación se halla estudiando la manera de suministrar agua a
todas las industrias establecidas en esta jurisdicción...”
El
cambio de la feria y festividad del Ángel en Santa María de Getxo
acordado en agosto de 1887 no parece que contentó a todos los
vecinos, menos a los ganaderos, ya que el 26 de enero de 1888 D. Juan
José Ibatao y otros vecinos de esa zona rural de Getxo reclamaban al
consistorio: “...Se
les consienta reunirse con sus ganados en la feria que se ha venido
celebrando en esta feligresía el día 1 de marzo anualmente...”
Pero parece que los detractores de la misma tenían más predicamento
que los ganaderos, ya que el consistorio denegaba marzo para la
celebración de la feria, manteniendo su decisión de que la misma en
lo sucesivo se celebrara el día 1 de octubre.
En
esas mismas fechas acordaba el consistorio la compra de las iniciales
“E.M.” para colocar en los uniformes de los camineros
municipales. También se recibía una circular del Administrador de
Contribuciones y Rentas de la Provincia en la que ordenaba: “...Se
nombre un estanquero para expedición de libranzas especiales y pago
de suscripciones a periódicos...”
Acordaba el Ayuntamiento nombrar para dicho cargo al estanquero de
esta localidad D. Antonio Arrigunaga.
El
lavadero de Alango veía mejorar sus instalaciones con la colocación
de una pila de lavado así como la sustitución de los tubos de plomo
de las pilas pequeñas por otros de hierro.
El
día 1 de febrero de 1888 el consistorio de Getxo se daba por
enterado de una circular de la Diputación Provincial en la que se le
indicaba el mal estado en que se encontraba la carretera que iba
desde Las Arenas a Algorta.
La
sanidad, ese bien tan demandado a lo largo de los años, que ya desde
el Siglo XIX , por la Ley de Sanidad de 1855, fue gratuita para todas
las familias pobres, ya que en su artículo primero decía: “...En
todas las poblaciones que no pasen de 4.000 vecinos, habrá
facultativos municipales de Medicina y Cirugía y Farmacia,
costeados por los Ayuntamientos. En las de mayor vecindario llevaran
los Ayuntamientos un registro de pobres que tengan derecho a la
asistencia facultativa gratuita...”
Por ello, los cirujanos de la localidad actuaban como médicos de
pobres, sin cobrar por lo tanto ninguna retribución. El 9 de
febrero de 1888, uno de esos galenos fue el doctor D. Gabriel Goiri,
quien solicitó la plaza de esa especialidad: “...Yo
D. Gabriel Goiri, licenciado en medicina y cirugía, solicito la
plaza de medico titular para asistencia a familias pobres de la
localidad...”
Este galeno atendía ya a algunas familias del barrio de Santa María
de Getxo por lo que el consistorio decidía: “...Que
teniendo presente que en la feligresía de Santa María se halla
vacante por haberse ausentado el que desempeñaba esa función,
teniendo en cuenta que el solicitante tiene su clientela en ella.
Acordamos nombrar y nombramos a D. Gabriel Goiri como medico titular
de Santa María de esta Anteiglesia, con la dotación anual de 125
pesetas para la asistencia a familias pobres, como lo hacen otros
médicos titulares de esta población...”
El
atabalero, fiel acompañante del tamborilero, cuya obligación a
decir del pleno era: “...Tocar
todas las veces que el tamborilero lo verifique...”
Y del que no se tenían noticias desde 1885, era nombrado el 9 de
febrero de 1888. La designación caía en D. Antonio Lasagabaster,
quien curiosamente era dotado con el mismo sueldo del médico de
pobres, con 125 pesetas anuales.
Por
esas fechas todavía el alumbrado de Las Arenas se venía realizando
mediante faroles de petróleo, ya que en febrero de 1888 se abonaban
tres cajas de dicho combustible, suministradas por el bilbaíno D.
Victor Sertucha, la cantidad de 45 pesetas. Y como dato curioso, que
nos acerca al valor de los jornales de la época, decir que por la
poda del arbolado del barrio y la plantación de 91 árboles, fueron
abonadas 21,60 pesetas. A la vez que era nombrado “Tallador
Municipal” para la medición de los mozos de reemplazo, el
sargento retirado D. Desiderio Méndez.
En
esas mismas fechas un hecho venía a alterar la convivencia
municipal. El Ayuntamiento de Getxo acababa de enterarse de que el
Diputado a Cortes por el distrito de Bilbao D. Eduardo Aguirre había
presentado en el Congreso, el día 24 de enero de 1888, una
proposición de ley solicitando la Segregación del barrio de Las
Arenas cómo municipio independiente. Por ese motivo el Ayuntamiento
de Getxo acordó reunirse en sesión extraordinaria a las dos y media
de la tarde del día 9 de febrero de 1888. Esa tarde el consistorio,
tras informar sobre la gravedad de aquel hecho: “...Considerando
de suma transcendencia para esta localidad la proposición de ley
presentada por D. Eduardo Aguirre, acordamos nombrar una comisión
compuesta por el Alcalde Presidente D. Pedro Amezaga y los concejales
D. Eladio Sustacha y D. Idelfonso Arrola, a fin de que proporcionando
todos los datos y antecedentes obtenga consulta de uno o dos
abogados...”
El lunes 13 de febrero se celebraba una nueva sesión extraordinaria
para tratar el tema en la que acordaban: “...Oponerse
por todos los medios posibles y justos a la realización de semejante
proyecto, que además de ser perjudicial a los intereses y derechos
legítimos de este Ayuntamiento, constituye una infracción contra
las disposiciones de la ley municipal. Con tal objeto acordamos
elevar al Congreso una exposición en términos respetuosos, en la
que se protesta con toda la energía del proceder del Diputado Sr.
Aguirre que tiende a consumar una alteración de termino municipal,
sin que por los medios legales se oigan las aspiraciones de los
interesados y se atiendan y pesen los intereses y derechos que se
encuentran de por medio...”
En aquella exposición recordaban al Congreso: “...Los
sacrificios que este Ayuntamiento tiene hechos para la mejora del
barrio de Las Arenas y se manifiesten la verdaderas condiciones de
este barrio, que han sido notoriamente exageradas por el autor de la
proposición de ley….”
Resaltaban en la misma que: “...Este
barrio que tan solo tiene 600 habitantes no puede aspirar a
constituirse en municipio independiente por prohibirlo los artículos
2 y 5 de la vigente Ley Municipal...”
Suplicaban al cuerpo legislativo se dignara en negar su sanción a
aquella proposición de Ley. A continuación acordaron nombrar una
comisión que se encaminara inmediatamente a Madrid con todos los
datos y practicara las diligencias conducentes a conseguir el objeto
anteriormente expresado.
En
la próxima entrada de esta serie histórica sobre el último cuarto
del Siglo XIX en Getxo, veremos cómo a través de una moción
presentada por el Sindico Mateo Ajuria, se planteaban las dudas que
para algunos propietarios y mareantes ofrecía el proyectado Puerto
del Abra.
Buenas tardes:
ResponderEliminarMe gustaría conocerla fuente de las imágenes publicadas.
Muchas gracias.
A través de varias fuentes: Biblioteca San Nicolás de Algorta, donaciones, y archivo familiar.
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