Una
breve entrada para echar una mirada retrospectiva de otras fiestas de
San Ignacio. Eran los corros, los acordeonistas y los pianos de
manubrio, animados por músicos ciegos, las figuras inseparables en
las fiestas en el Siglo XIX y principios del XX. Tanto, que desde la
capital del reino un diario madrileño decía: “...también
acude en masa a la plaza del pueblo cuando se trata de celebrar con
fiestas, algaradas y bailes...!
Se ve que para algunos creadores de opinión, las fiestas de
localidades de tamaño inferior al del Madrid de los Borbones, no
merecían más epíteto que “algarada”.
También en julio de 1901, la banda de música municipal de Algorta,
los corros de ciegos y los tamborileros animaban el ambiente festivo.
Y
en las fiestas de San Ignacio de 1925 la música era la reina de las
fiestas. En una fotografía de la época se podía ver una plaza de
San Nikolas (Algorta), frondosa de arbolado, en la que sobre el
quiosco de la música tocaba la banda municipal, mientras que de pie
sobre un entarimado, un acordeonista animaba a los romeros. El
tinglado o quiosco de la música, que así se llamaba, estaba cercano
a “Iturrieta”
la casa de Patxikin Aldecoa, heredad de la que próximamente hablare.
La
plaza de San Nikolas aparecía repleta de parejas bailando, se veía
a muchos curiosos dando vueltas a su alrededor, deambulaban,
seguramente, buscando pareja para el próximo baile. Las cabezas
varoniles, la mayor parte, iban cubiertas con txapelas, solo unos
pocos sombreros podían adivinarse entre la multitud.
También
este día festivo estuvo animado desde primeras horas de la mañana
por el “II
Circuito de Getxo”,
prueba ciclista organizada por el “Arenas
Club”,
que fue ganada por el Sopuertakoarra Francisco Cepeda. Le seguían
Remigio Loroño, de Erandio y Jacinto Suarez, de Somorrostro. A
continuación y por orden de llegada iban los corredores del Arenas:
Salvador Artaza, Antonio Arandia, Vidaurrazaga, Ricardo Iturriaga,
Alberto Izarra, Antonio Narvaiza, Enrique Soler y Martin Ojinaga. El
equipo del Arenas resultó vencedor por equipos de la prueba. La meta
estaba situada en el alto de la cuesta de San Ignacio. En un circuito
de siete vueltas, con un total de 56 Kilómetros, que hacía el
recorrido por Neguri, Algorta, Getxo, Berango, Neguri, de 8
kilómetros. El calor reinante resultó agotador para los ciclistas.
A la carrera se habían apuntado 33 corredores, aunque en meta
aparecieron 29 ciclistas.
Aquel
día 31 de julio de 1925, festividad de San Ignacio, empezaba la
mañana con un pasacalles en el que intervinieron la Banda Municipal
y los Tamborileros de Getxo. Contó con una prohibición gubernativa
para la celebración de festejos en carreteras y otras vías de
comunicación, puesto que imposibilitaban el paso de carruajes.
NO
es NO
Considero que puee ser de intres para este Blog, especializado en Getxo, el disponer de una reseña Biografia y Referencias de sus Obras Completas- de Vicente Amezaga Aresti- nacido en 1901- siendo yo,Xabier Iñaki Amezaga- su hijo menor, el Compilador y Editor- creo de interes el relacionar con el Blog que lleva su nombre, y con el Repositorio de sus Obras (410)-Contacto: xabieramezaga@gmail.com
ResponderEliminar