miércoles, 15 de junio de 2016

MALAKATE, EL TÚNEL QUE EMERGE EN GETXO


A pesar de que ya escribí sobre los malakates, he aprovechado esta nueva entrada para ampliar datos, tanto técnicos como históricos, sobre esta conducción de aguas de Bilbao.

Los Malakates son unas misteriosas edificaciones con forma de cubos que emergen altivas a lo largo de Getxo, restos de una red de saneamiento de Bilbao, con final en “Túnel Boka”. Casetas de forma cuadrada, construidas en hormigón y ladrillo rojizo, pozos de ventilación y registro de dicha red.

Su historia surge como consecuencia de la epidemia de “Cólera Morbo” que en 1885 azotó a la población de la cuenca del Nervión, paralizando la industria y la minería bizkaina. Epidemia surgida entre otros motivos por la falta de salubridad pública. El incremento de la población con la llegada masiva de inmigrantes, debido a la industrialización, provocó que fueran alojados y realojados en auténticas covachas, en las que se hacinaban dos o tres familias. La inmensa mayoría de aquellos alojamientos carecían de servicios sanitarios y suministro de agua, por lo que sus ocupantes hacían sus necesidades en la calle o en una bacinilla que vaciaban en plena vía pública o en carros de basura.

Era tal el nivel de insalubridad de aquel Bilbao de finales del siglo XIX, tal su aspecto de cloaca, que escandalizaba a propios y extraños. Ante ese estado de cosas, en octubre de 1890, para paliar sus consecuencias, se nombró una Comisión especial para la realización de un proyecto de saneamiento que, entre otras cosas, fue anunciado en la prensa nacional y extranjera, dando un plazo de dos meses para la presentación de proposiciones. El concurso de ideas para realizar el estudio del saneamiento de la ría de Bilbao, debía entender la desinfección y eliminación de materias fecales. Fue convocado el 11 de noviembre de 1891, a propuesta de la comisión municipal se realizó bajo el lema “Mens sana in corpore sano”. Formaron parte de aquel tribunal prestigiosos arquitectos, ingenieros y médicos. Entre otros miembros aparecían: los señores Evaristo de Churruca, Jose Lequerica, Agustin de Obieta, el director de la “Compañia Orconera Iron Ore”, Carmelo Gil y Gorroño, Severino Achucarro y Joaquín de Rucoba. También formaron parte del mismo reconocidos arquitectos.
Cuando Uhagón presentó el proyecto definitivo en 1894, Bilbao tenia 63.900 habitantes. Las obras se iniciaron el 6 de marzo de 1895, se terminaron en 1903, tras ocho años de trabajos, con una inversión publica de 5.453.611 pesetas, Bilbao contaba ya con 90.200 habitantes. El proyecto contemplaba un saneamiento que eliminaba totalmente los pozos negros, creando una doble red; y conservaba la red existente para aguas pluviales, las cuales se verterían directamente a la ría y la construcción de un nuevo alcantarillado para recoger las aguas sucias.


La nueva red contaba con tres colectores, dos en la margen izquierda y uno en la derecha, y un gran depósito en Zorrozaure con capacidad para 12.000 m³ para regular el trabajo de las bombas, situadas en el barrio bilbaino de Elorrieta, que mediante un colector de 60 centímetros de diámetro enviaban las aguas hasta una galería visitable la aguas fecales, situada en Getxo, vertiéndolas directamente, sin depurar, al mar en “Túnel Boka” (La Galea). La maquinaria se encargó a la empresa James Simpson y Cia. de Inglaterra en 1899. Se instalaron dos maquinas de vapor que actuaban sobre las bombas, el vapor era producido por tres calderas de la firma Babcock&Wilcox. Años mas tarde se sustituirían las bombas por otras de alimentación eléctrica, pero nuevamente en los años 20 cuando Bilbao contaba con 150.000 habitantes los vertidos a la ría volvieron a ser habituales.

Nada de aquello era ajeno a un Getxo que en diciembre de 1859 se veía en la necesidad de aprobar medidas sanitarias para evitar la propagación de epidemias, medidas tales como las dictadas, en esas fechas, por su Alcalde Manuel de Azcorra :

...Dentro de 8 días a contar de hoy, se procederá por los vecinos a la limpieza de zaguanes y depósitos de basura, manteniéndolos en buen estado...”
...se prohíbe la limpieza de pescado y verduras en las fuentes públicas, limpiándose la ropa en las corrientes donde no escasee el agua y haya piedras destinadas a ello...”.


Y que en junio de 1890 sacaba a remate publico los servicios de arrastre y conducción de los desperdicios de las calles de Las Arenas y Algorta cuyas redes de alcantarillado, escasas, vertían literalmente a la ría, lo que provocaba enfermedades que atacaban a aquella población, que se veía constantemente asaltada por viruelas, sarampión y el tifus, las cuales causaban numerosas muertes; pero el mayor azote lo constituyeron las diarreas de la infancia y la tuberculosis en la juventud. Detrás de ellas se encontraban las durísimas condiciones en que vivía la población, que contaba con escasos ingresos, (el hacinamiento, hambre, carencia de los más elementales servicios de higiene, agua potable o saneamiento), responsables, que no únicos, de aquellos fallecimientos. Como resultado de aquella red de saneamiento a su terminación en 1903, el coeficiente de mortalidad había descendido de un 40,42 por mil en 1894 hasta el 28,57 por mil en 1903.

Instalaciones que también tuvieron la función de refugios antiaéreos durante la guerra de 1936. Una parte de dicha conducción, desde Fadura, forma parte de una amplia galería, a la que se puede acceder a través de las casetas antes mencionadas, las cuales eran utilizadas al sonar las sirenas que avisaban a la población del avistamiento de la aviación enemiga para proteger a los vecinos de Andra Mari. Tras la Guerra, las instalaciones de Elorrieta se utilizaron para el servicio del barrio de Deusto, perdieron parte de su uso y las máquinas de vapor quedaron inutilizadas aunque permanecieron en perfecto estado de conservación hasta el saqueo producido en 1996, tras el abandono y dejación en la conservación de las instalaciones por parte del Ayuntamiento de Bilbao.


En el Municipio de Getxo forman parte de una pre-galería a la que llegaba, como decíamos antes, un colector de 60 centímetros desde el bombeo de Elorrieta, a una caseta ya desaparecida en la zona de Azaldedegi en Aldapa (actualmente en esa ubicación existe una Agencia Funeraria). A partir de ese punto correrá una galería siguiendo Ollarretxe para, subiendo a lo largo de Maidagan, desembocar en “Túnel Boka” (La Galea). En todo el recorrido irán apareciendo las casetas de registro llamadas “Malakate”.

Resto de estas podemos ver el Malakate Nº 1 situado en la calle Ollarretxe, cercano al cruce de “Venancio”; el segundo se encuentra en el Parque Maidagan, conocido popularmente como “Parque de Malakate”; el tercero en la calle Gabriel Ramos Uranga, junto al aparcamiento del probadero de Getxo; el cuarto cercano al colegio de Andra Mari; y el quinto cerca de la calle Juan Vallejo, en la urbanización de la Galea y el Golf de la Galea. Por último, se encuentra la boca de salida del túnel a pie de los acantilados de la Galea en “Túnel Boka”. Dicha cala es accesible mediante un sendero que antes del desastre de 1983 estuvo escalonado. Se trataba de un camino tallado a pico para llegar a los motores que subían agua de riego al Club de Golf situado sobre el acantilado.


Esos restos de la red de saneamiento recibieron años más tarde reconocimiento histórico por parte del Pleno del Ayuntamiento de Getxo, que reunido en sesión el 31 de enero de 2012, acordó que se restaurasen, identificasen, señalizasen y se pusieran en valor los cinco “Malakates”, declarados Conjunto Monumental y la portada de “Túnel Boka”, estudiándose la posibilidad de hacer visible e incluso visitable un pequeño tramo del túnel.

El conocido como “Túnel de Malakate”, no es si no el primer sistema moderno de depuración de aguas de la Península que tuvo Bilbao, que discurre por nuestro municipio horadándolo de forma artesanal.



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