lunes, 21 de marzo de 2016

LA PRIMERA PIEDRA DE LOS FERROVIARIOS DE ROMO



Las Casas del “Hogar Obrero de Romo”, también conocidas como “Las Casas Baratas” (de ellas hablé en mi entrada del 22 de Noviembre del 2012) están situadas en el centro de dicho barrio, ocupando el rectángulo conformado por las calles Kresaltzu, Ezequiel Aguirre, Urquizu y Caja de Ahorros; su edificación se remonta a 1924. Fueron realizadas por iniciativa de obreros y empleados del ferrocarril “Bilbao-Las Arenas” y algunos metalúrgicos. El primer hito constructivo de su historia surge de un viejo hábito inaugural: “La Primera Piedra”.

Aquel acto cambiaba la fisonomía del barrio, puesto que parte del espacio que hasta ese momento alojaba el campo deportivo de Romo, pasaba a ser ocupado por un grupo de ochenta viviendas, en lo que entonces se conocía como “La Vega de Santa Eugenia”. Y lo hacía de la mano de la Sociedad Cooperativa de Casas Baratas “El Hogar Obrero”.


Ya en marzo de 1924 anunciaban para el domingo día 16 el inicio de las obras de las casas baratas. Afirmaban que: “...el éxito de nuestras gestiones no solo es producto del deseo de nuestros socios, si no también de las facilidades que hemos encontrado tanto en personas como en entidades a las que nos hemos dirigido...”. Y hacían constar sus agradecimientos: “...al Ayuntamiento por la rápida aprobación de todos los asuntos relacionados con esta Sociedad..., a la compañía del Ferrocarril de Bilbao-Las Arenas, por habernos prestado 400 metros de vía...”. Y anunciaban para el domingo día 30 de marzo la colocación de la “Primera Piedra”.


El entonces presidente de la sociedad cooperativa, D. Eulogio Moral, formalizó las invitaciones para aquel acto, al que asistieron entre otros: El alcalde de Getxo D. Luis Urresti, el delegado de la Diputación Provincial D. Mario Basterra, el arquitecto municipal Sr. Smith, el arquitecto director de las obras Sr. Libano, el director de la Caja de Ahorros Vizcaína D. José Gaizarain, el propietario de los terrenos D. Eduardo Earle, el arcipreste de Bilbao D. Ramón Galbarriatu, el clero de Getxo encabezado por el Parroco de las Arenas D. Manuel Moral y el gobernador civil y militar D. Julio Echagüe. Al acto obviamente acudieron algunos de los que luego serían inquilinos de las viviendas, ya que otros a pesar de ser domingo trabajaban. Al formalizar aquel acto ya estaban realizadas las cimentaciones de las siete primeras edificaciones.

El primer momento en que la mano del hombre colocó la primera piedra tuvo lugar el domingo día 30 de marzo de 1924. La primera paletada de cal de la obra, la primera piedra, llegaba de la mano del General Julio Echagüe, a quien de forma eufemística denominaban como (Gobernador Civil de Vizcaya) durante la Dictadura de Primo de Rivera.


La banda municipal, a la llegada de las autoridades, toco un paso-doble, mientras que el Gral. Echagüe hacía entrega al Sr. Moral de una carta del Gral. Marvá, director del Negociado de Casas Baratas del Instituto Nacional de Previsión, en el que le notificaba que el expediente para las ochenta viviendas iba a ser despachado de inmediato, y que ya estaba informado favorablemente. Los discursos elogiaban a los cooperativistas: “...obreros que tanto se desvelan por crearse un hogar propio...”. Tras la firma del acta fue encerrada en una caja de plomo, que una vez soldada, fue encerrada en una arqueta, siendo sellada por una paleta de cal de mano del Gral Echague. Precisamente de este último recibiría nombre la calle central de la barriada, nombre que permanece en la actualidad.

La bendición de la viviendas corrió a cargo del arcipreste de Bilbao D. Ramón Galbarriatu. Le siguieron discursos del Presidente de la Cooperativa, del Diputado Provincial y del Alcalde de Getxo, S. Urreti. El presidente del Hogar Obrero en su discurso hizo un símil gastronómico sobre la costumbre de celebrar convites en aquellos actos: “...Cada copa de vino tiene el valor de una piedra. El vino se esfuma, la piedra durará todo el tiempo que dure al obra..., por eso nosotros después de la dura faena que nos impone la fabrica o el taller, aprovechando los ratos de ocio..., venimos aquí a crear un hogar que sirva de refugio a nuestra familia..., Esta primera piedra que hoy colocamos tendrá la virtud de hacernos sensatos y previsores..”. Como no podía ser menos acorde con el discurso gastronómico anterior, las autoridades se dirigieron al Hotel Antolin, situado en la Plazuela de Puente Colgante, donde dieron buena cuenta de un esplendido lunch.


Por su parte la Cooperativa “El Hogar Obrero” mostraba su intención de tener terminadas ochenta casas antes de que terminara el año. Las viviendas diseñadas por el arquitecto Ángel Líbano, recibieron el permiso de habitabilidad el 2 de Junio de 1.925.

El domingo día 27 de junio de aquel año, en los terrenos del campo de fútbol del Arenas F.C. situado en los terrenos que hoy ocupan las casas baratas y la actual iglesia de San José de Romo, se procedía al sorteo de las 80 casa baratas. Al acto asistieron, nuevamente, las autoridades que el 30 del mes de marzo habían acudido a la colocación de la primera piedra, acompañados por otros invitados como el director de los ferrocarriles D. Juan Churruca, el subdirector Sr. Areitio y el Gobernador Civil D. Cesar Ballarín.


En la parte posterior de una de las casas colocaron el “Ara Pacis” donde se iba a celebrar la ceremonia religiosa y en el que el párroco de Las Arenas D. Manuel Moral procedió a bendecir las casas. A continuación subieron a la tribuna las autoridades y dio comienzo el sorteo de las viviendas. El primer numero fue extraído por el Alcalde de Getxo, correspondiendo la vivienda a D. Severiano Gonzalez; el segundo lo fue por el Gobernador Mlitar, correspondía a la casa numero 75 (que daba a la calle Caja de Ahorros, actual Nº 33) y recayó en D. Francisco Garrastazu; el siguiente número extraído por el Gobernador Civil D. César Ballarín, correspondió a la casa numero 20 que recayó en el socio D. Julián Erralde.

El sorteo terminó, como no, con el consiguiente ágape para las autoridades, nuevamente en el Hotel Antolín de Las Arenas. Por la tarde y para celebrar la inauguración de las casas baratas se celebró una romería en el barrio de Romo, que a decir de la prensa: “...presentó una gran concurrencia de público, resultando muy animada...”.


Sin embargo, los nombres de las calles no llegarían hasta el domingo 23 de noviembre, fecha en la que se descubrieron las placas identificativas que la prensa llamaba “lápidas”. Una de las calles, la central, recibió el nombre de “General Echagüe”; otra de ellas “Caja de Ahorros Vizcaina”, como tributo a la entidad por su ayuda; a la tercera se le llamó “30 de marzo de 1924”, actual Ezequiel Aguirre, en recuerdo de la primera piedra de la barriada.

Hoy estas casas baratas, prácticamente, son uno de los pocos vestigios de aquel Romo que empezaba a crecer a principios del Siglo XX. Hasta aquí un pequeño relato que viene a completar el de “Las Casas Baratas” (de mi entrada del 22 de noviembre del 2012).



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