Las
Casas del “Hogar Obrero de Romo”, también
conocidas como “Las Casas Baratas” (de ellas hablé
en mi entrada del 22 de Noviembre del 2012) están situadas en el
centro de dicho barrio, ocupando el rectángulo conformado por las
calles Kresaltzu, Ezequiel Aguirre, Urquizu y Caja de Ahorros; su
edificación se remonta a 1924. Fueron realizadas por iniciativa de
obreros y empleados del ferrocarril “Bilbao-Las Arenas”
y algunos metalúrgicos. El primer hito constructivo de su historia
surge de un viejo hábito inaugural: “La Primera Piedra”.
Aquel
acto cambiaba la fisonomía del barrio, puesto que parte del espacio
que hasta ese momento alojaba el campo deportivo de Romo, pasaba a
ser ocupado por un grupo de ochenta viviendas, en lo que entonces se
conocía como “La Vega de Santa Eugenia”. Y lo
hacía de la mano de la Sociedad Cooperativa de Casas Baratas “El
Hogar Obrero”.
Ya
en marzo de 1924 anunciaban para el domingo día 16 el inicio de las
obras de las casas baratas. Afirmaban que: “...el éxito de
nuestras gestiones no solo es producto del deseo de nuestros socios,
si no también de las facilidades que hemos encontrado tanto en
personas como en entidades a las que nos hemos dirigido...”.
Y hacían constar sus agradecimientos: “...al Ayuntamiento
por la rápida aprobación de todos los asuntos relacionados con esta
Sociedad..., a la compañía del Ferrocarril de
Bilbao-Las Arenas, por habernos prestado 400 metros de vía...”.
Y anunciaban para el domingo día 30 de marzo la colocación de la
“Primera Piedra”.
El
entonces presidente de la sociedad cooperativa, D. Eulogio Moral,
formalizó las invitaciones para aquel acto, al que asistieron entre
otros: El alcalde de Getxo D. Luis Urresti, el delegado de la
Diputación Provincial D. Mario Basterra, el arquitecto municipal Sr.
Smith, el arquitecto director de las obras Sr. Libano, el director de
la Caja de Ahorros Vizcaína D. José Gaizarain, el propietario de
los terrenos D. Eduardo Earle, el arcipreste de Bilbao D. Ramón
Galbarriatu, el clero de Getxo encabezado por el Parroco de las
Arenas D. Manuel Moral y el gobernador civil y militar D. Julio
Echagüe. Al acto obviamente acudieron algunos de los que luego
serían inquilinos de las viviendas, ya que otros a pesar de ser
domingo trabajaban. Al formalizar aquel acto ya estaban realizadas
las cimentaciones de las siete primeras edificaciones.
El
primer momento en que la mano del hombre colocó la primera piedra
tuvo lugar el domingo día 30 de marzo de 1924. La primera paletada
de cal de la obra, la primera piedra, llegaba de la mano del General
Julio Echagüe, a quien de forma eufemística denominaban como
(Gobernador Civil de Vizcaya) durante la Dictadura de Primo de
Rivera.
La
banda municipal, a la llegada de las autoridades, toco un paso-doble,
mientras que el Gral. Echagüe hacía entrega al Sr. Moral de una
carta del Gral. Marvá, director del Negociado de Casas Baratas del
Instituto Nacional de Previsión, en el que le notificaba que el
expediente para las ochenta viviendas iba a ser despachado de
inmediato, y que ya estaba informado favorablemente. Los discursos
elogiaban a los cooperativistas: “...obreros que tanto se
desvelan por crearse un hogar propio...”. Tras la firma del
acta fue encerrada en una caja de plomo, que una vez soldada, fue
encerrada en una arqueta, siendo sellada por una paleta de cal de
mano del Gral Echague. Precisamente de este último recibiría nombre
la calle central de la barriada, nombre que permanece en la
actualidad.
La
bendición de la viviendas corrió a cargo del arcipreste de Bilbao
D. Ramón Galbarriatu. Le siguieron discursos del Presidente de la
Cooperativa, del Diputado Provincial y del Alcalde de Getxo, S.
Urreti. El presidente del Hogar Obrero en su discurso hizo un símil
gastronómico sobre la costumbre de celebrar convites en aquellos
actos: “...Cada copa de vino tiene el valor de una piedra. El
vino se esfuma, la piedra durará todo el tiempo que dure al obra...,
por eso nosotros después de la dura faena que nos impone la
fabrica o el taller, aprovechando los ratos de ocio...,
venimos aquí a crear un hogar que sirva de refugio a nuestra
familia..., Esta primera piedra que hoy colocamos
tendrá la virtud de hacernos sensatos y previsores..”.
Como no podía ser menos acorde con el discurso gastronómico
anterior, las autoridades se dirigieron al Hotel Antolin, situado en
la Plazuela de Puente Colgante, donde dieron buena cuenta de un
esplendido lunch.
Por
su parte la Cooperativa “El Hogar Obrero” mostraba
su intención de tener terminadas ochenta casas antes de que
terminara el año. Las viviendas diseñadas por el arquitecto Ángel
Líbano, recibieron el permiso de habitabilidad el 2 de Junio de
1.925.
El
domingo día 27 de junio de aquel año, en los terrenos del campo de
fútbol del Arenas F.C. situado en los terrenos que hoy ocupan las
casas baratas y la actual iglesia de San José de Romo, se procedía
al sorteo de las 80 casa baratas. Al acto asistieron, nuevamente, las
autoridades que el 30 del mes de marzo habían acudido a la
colocación de la primera piedra, acompañados por otros invitados
como el director de los ferrocarriles D. Juan Churruca, el
subdirector Sr. Areitio y el Gobernador Civil D. Cesar Ballarín.
En
la parte posterior de una de las casas colocaron el “Ara
Pacis” donde se iba a celebrar la ceremonia religiosa y en
el que el párroco de Las Arenas D. Manuel Moral procedió a bendecir
las casas. A continuación subieron a la tribuna las autoridades y
dio comienzo el sorteo de las viviendas. El primer numero fue
extraído por el Alcalde de Getxo, correspondiendo la vivienda a D.
Severiano Gonzalez; el segundo lo fue por el Gobernador Mlitar,
correspondía a la casa numero 75 (que
daba a la calle Caja de Ahorros, actual Nº 33) y recayó en D. Francisco
Garrastazu; el siguiente número extraído por el Gobernador Civil D.
César Ballarín, correspondió a la casa numero 20 que recayó en el
socio D. Julián Erralde.
El
sorteo terminó, como no, con el consiguiente ágape para las
autoridades, nuevamente en el Hotel Antolín de Las Arenas. Por la
tarde y para celebrar la inauguración de las casas baratas se
celebró una romería en el barrio de Romo, que a decir de la prensa:
“...presentó una gran concurrencia de público, resultando
muy animada...”.
Sin
embargo, los nombres de las calles no llegarían hasta el domingo 23
de noviembre, fecha en la que se descubrieron las placas
identificativas que la prensa llamaba “lápidas”.
Una de las calles, la central, recibió el nombre de “General
Echagüe”; otra de ellas “Caja de Ahorros
Vizcaina”, como tributo a la entidad por su ayuda; a la
tercera se le llamó “30 de marzo de 1924”, actual
Ezequiel Aguirre, en recuerdo de la primera piedra de la barriada.
Hoy
estas casas baratas, prácticamente, son uno de los pocos vestigios
de aquel Romo que empezaba a crecer a principios del Siglo XX. Hasta
aquí un pequeño relato que viene a completar el de “Las
Casas Baratas” (de mi entrada del 22 de noviembre del
2012).
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