jueves, 3 de marzo de 2016

ANIMALES DE COMPAÑÍA Y ALGUNOS ACOMPAÑANTES ANTISOCIALES



He decidido realizar esta pequeña entrada para poner en evidencia la existencia de algunos “cuidadores” de animales de compañía, que quizá debieran ser reeducados, y en algunos casos, se les debiera limitar la posibilidad de detentar la tenencia de esos agradables canes.

Pongo por delante que soy uno de los muchos aitas que pasea un perro por algunos lugares de Getxo, propiedad de alguno de sus hijos, al tener estos, afortunadamente que ir a trabajar. También soy consciente de que no se puede achacar a todos los propietarios lo que son actitudes desconsideradas de unos pocos vecinos antisociales. Confieso que antes no era una persona amante de los perros, aunque más tarde, tras tener uno en casa le he llegado a coger cariño. Por lo que no supone para mi ningún esfuerzo agacharme para recoger en una pequeña bolsa sus deposiciones y llevarlas a la papelera más próxima.


Y es precisamente este aspecto el que quiero denunciar. Existe un agradable paseo, que ocupa parte de lo que en su día fue la estación de Getxo (Andra Mari), que además no es el único lugar del municipio donde suceden esas conductas incivilizadas. Esa vía se encuentra, tanto en sus jardines como en las campas adyacentes, plagado de excrementos de perro, cuando no el propio paseo, a pesar de que a lo largo del mismo existen papeleras donde se pueden depositar esos conguitos, lo cual dificulta la recogida ya que hay que sortear esas desagradables minas. Pero no es a los canes a quien hay que reprochar esa suciedad si no a sus dueños cuya actitud incívica es la que provoca las quejas de quienes no tienen animales de compañía y de quienes teniéndolos también censuramos esas actitudes, más propias de animales de no deseada compañía.


Existen deposiciones que otros seres, nuestros alados amigos, que cual auténticos bombarderos, tras esos arrebatadores y aparentemente alocados vuelos, esparcen por calles y plazas sus regalos, sobre todo con la llegada del invierno (estorninos), pero también otras afincadas en nuestros tejados y alfeizares las (palomas). Estos, aunque no achacables a propietarios poco respetuosos con sus vecinos, también son desagradables, hasta el extremo de que a menudo hay que sortear los arboles y tejados donde duermen y anidan, para evitar ser rociados con sus corrosivos regalos blancos que adornan algunos de nuestros paseos urbanos.



Las primeras debieran ser tenidas en cuenta por las incívicas personas, que con desprecio hacia sus vecinos, dejan paseos y jardines hechos una auténtica inmundicia. Las segundas, y ahora pienso en la Avenida Basagoiti y otras calles, debieran ser respondidas por una actuación municipal decidida, limpiando suelos y bancos con cierta periodicidad. No esperando a la deseada lluvia reparadora.



Esperando no molestar a nadie, entiendo que quizá, si todos ponemos un poco de nuestra parte, podemos hacer más grata la vida de nuestros vecinos. Y veremos un Getxo más limpio y confortable. !!A la a agachar el lomo, que es saludable, y meter en una bolsa esos delicados regalos, que no son fruto del azahar!!.

1 comentario:

  1. Me llama la atención los jóvenes que van con su perro suelto, sin atar, mirando al móvil, sin prestar ninguna atención al animal y por supuesto despreocupándose de si defeca en un jardín, en la acera o mea en un portal. Porque de éstos último no se habla, pero es también una costumbre muy extendida y muy desagradable.

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