Al
recordar las Fiestas de Algorta y el Puerto, no cabe más que echar
la vista atrás para ver sus imágenes, recuerdos vivientes de días
de alegría y complicidades. Y dentro de esas complicidades, no
quiero este año pasar sin hablar de uno de los elementos
característicos, que año tras año nos alude la presencia de las
mismas.
Ese
elemento que nos acompaña, cual pashmina colgada al cuello
transmisora e identificadora de nuestros barrios, es el Pañuelo de
Fiestas. Una de esas historias relacionadas con los pañuelos de
festivos surge en uno de nuestros barrios, y curiosamente en el más
antiguo, en Andra Mari. Y resulta que está relacionada con el barrio
que le quitó la capitalidad del municipio, Algorta. Se trata de un
artista del barrio perteneciente a una de las familias que siempre
participaron en todos los acontecimientos del mismo desde la ya
lejana Sociedad Itxas Gane, del elorriotarra de nacimiento y
getxotarra de vocación Eloi Gallastegi.
Hombre
de innumerables recursos artísticos, pintor de profesión, diseñó
a lo largo de su vida muchos de los pañuelos de fiestas en su taller
de Sarrikobaso, donde tenía su mesita de trabajo y dibujo. Entre los
pañuelos que salieron de sus manos esta el del “Puerto
Viejo”. Pañuelo que a lo largo de los años, vio cambiar
el anagrama reflejado en ellos: desde su primer diseño, encargado
por la Comisión de Fiestas del Puerto, un arrantxale asido al cuello
del ganso en 1988, de fondo azul con la leyenda “Portu
Zarrako Jaiak”, reminiscencia de su euskera Bizkaino de
nacimiento, el cual se resistía a abandonar.
Su segundo pañuelo 1989 lo realizó a tan solo dos días del comienzo de las fiestas, su anagrama era un ancla y dos remos cruzados que permaneció durante las ediciones de 1988 a 1991; cambiando en 1992, su aspecto y color, esta vez rojo, al que se añadió de fondo una preciosa estampa del Puerto y su leyenda que pasaba a ser “Portu Zaharreko Jaiak 92”; imagen que se repetiría durante las fiestas de 1992 hasta 2004, con la única variación de que en 2002 el anagrama y la leyenda aparecieron en color y el fondo del pañuelo volvía a ser de color azul. A partir de las fiestas del 2005 y hasta las del 2014 el pañuelo pasó a ser el típico de arrantxale a cuadros, se repetiría el anagrama y leyenda, variando el color de las mismas, pasando por el arco iris de (gris, verde, anaranjado, rojo, magenta, azul) hasta el amarillo del 2014.
Su segundo pañuelo 1989 lo realizó a tan solo dos días del comienzo de las fiestas, su anagrama era un ancla y dos remos cruzados que permaneció durante las ediciones de 1988 a 1991; cambiando en 1992, su aspecto y color, esta vez rojo, al que se añadió de fondo una preciosa estampa del Puerto y su leyenda que pasaba a ser “Portu Zaharreko Jaiak 92”; imagen que se repetiría durante las fiestas de 1992 hasta 2004, con la única variación de que en 2002 el anagrama y la leyenda aparecieron en color y el fondo del pañuelo volvía a ser de color azul. A partir de las fiestas del 2005 y hasta las del 2014 el pañuelo pasó a ser el típico de arrantxale a cuadros, se repetiría el anagrama y leyenda, variando el color de las mismas, pasando por el arco iris de (gris, verde, anaranjado, rojo, magenta, azul) hasta el amarillo del 2014.
Persona
amante del dibujo, no solo realizó este diseño. De sus manos
salieron pegatinas con motivaciones políticas: Batzoki de Algorta,
de fiestas polulares, posa vasos como el de la Cafetería Txiskiñe y
diversos anagramas, entre ellos el de Arraun Taldea de Algorta. Su
magia con el dibujo le llevó a reproducir con plumilla en su block
de dibujo, de hojas blancas unidas mediante una espiral metálica,
diversas estampas del Getxo de otros tiempos. Entre ellas el “Mirador
de Alicante” (1954).
Una preciosa vista de la “Bajada
de Arrigunaga”, que abarca desde la Casa del Cable hasta la
Punta Galea, molino de Aixerrota incluido, que desvela cómo era en
aquellos años esa amplia zona. De ese mismo año es una vista desde
la playa de Arigunaga hacia el blocado (Fortificación militar,
actual pista de skate), con la Casa del Cable y la chozna de
Arrigunaga.
Entre sus diseños también se pueden encontrar motivos
genealógicos, como el de su propio escudo familiar, y el retrato de
su padre. Su álbum de coleccionista guarda innumerable pegatinas de
la época, junto a fotografías familiares, que recogen toda una
época del barrio (Salidas de montaña, paellas de Azkorri, etc.).
Hasta
aquí una pequeña reseña de uno de los símbolos de fiestas y su
creador, que durante generaciones ha visto adornar los cuellos de
miles de getxotarras.
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