Siguiendo
algo que parece ser tradición en todos los conflictos, también en
los armados, los vencedores elaboraban listados de aquellos no
afectos a su causa, listados que servían para ejecutar, encarcelar y
de paso para llenar las arcas, mediante multas y embargos.
En 1833
la mayoría de los campesinos, clases urbanas bajas de las provincias
vascas, catalanas y aragonesas, toman las armas contra el gobierno
liberal. En el País Vasco el ejército carlista dominará pronto
extensos territorios exceptuando las capitales y algunos pueblos.
Durante
aquel conflicto bélico que enfrentó a los partidarios del
pretendiente, D. Carlos María Isidro (Carlistas) y a los de la reina
gobernadora, D.ª María Cristina, última esposa de Fernando VII
“Cristinos o Liberales”, entre los años 1833-1840,
se elaborarían varios listados, relacionados con afectos y
desafectos a los Carlistas.
Entre
estos listados, relacionados con nuestro Municipio, Getxo, el 16 de
Julio de 1834, se realizaría uno que abarcaba a casi todas las
poblaciones comprendidas en la Comarca de “Uribe Kosta”.
Dicho listado elaborado por los “Cristinos” definía
como “Facciosos”, a los grupos opuestos, que de
forma beligerante, se oponían a sus intereses.
Aquella
relación de los desafectos a la causa “Cristina”
se realizó por una orden de “D. José Alonso” (ver
fotografía inferior), que no era otro que D. José Alonso Ruiz
de Conejares (1781-1855), jurista navarro nacido en Corella el 21 de
setiembre de 1781 y que ejerció diversos cargos dentro de la
judicatura. Fue bajo la regencia de Fernando VII, censor de
publicaciones (1814), asesor de la Junta de Sanidad (1814), asesor de
Rentas generales y estancadas (1815). Resultó nombrado comisario
regio de Bizkaia el 11 de febrero de 1834 en plena guerra carlista.
En julio
de 1834, comisionaba a D. Cosme de Belaunde, escribano real, para
que: “...pasando a los pueblos situados a la izquierda del
camino que dirige a Munguia, y cualquier otro que estime conveniente
el Gobernador Militar de esta plaza, requiera y apremie a las
justicias de cada uno de ellos, a que le franqueen noticia y listas
de cada uno de ellos, de las personas de su jurisdicción que
pertenecieron a los cuerpos de paisanos armados; armas, fornituras y
prendas de vestuario que recibieron...”, solicitaba también
conocer quienes se marcharon con los “facciosos”
(Carlistas). Reclamaba la ayuda de alcaldes, regidores fieles, curas
párrocos, advirtiendo de la multa de una onza de oro por armamento y
vestuario que no se hubiera entregado.
Las
multas para los que no habían entregado las armas y fueron
sorprendidos con ellas en sus casas eran: “...diez duros por
tenedor o ocultador, y cien ducados de los individuos de justicia,
Curas Párrocos, Beneficiados y los que compongan el Ayuntamiento del
Pueblo...,...cuyas multas exigirá sin consideración
ni condescendencia alguna...”. También establecía multas
de doscientos ducados que tendrían que ser abonadas mancomunadamente
por los padres y parientes más inmediatos de cada individuo que se
hallaba en la “facción”. Si no lo hacían en el
plazo de ocho días debían presentarse y entregar las armas.
Aquellas multas se elevaban a 500 ducados para los individuos que
perteneciendo a Ayuntamientos, no colaboraran con sus exigencias.
Así
mismo, exigía que se cumplimentaran las listas de quienes
pertenecían a la “facción” o de quien, habiendo
pertenecido a la misma, se hubieran retirado a sus casas teniendo el
armamento y vestuario.
Por ello
se elaboraron listados de diversas poblaciones: Barrika, Berango,
Derio, Erandio, Gatika, Mungia, Laukiniz, Loiu, Plentzi, Sondika,
Zamudio, Urduliz y Getxo.
Entre
los arrestados de Getxo, el 19 de Julio de 1834, se encontraban
vecinos del municipio, cuyos hijos se hallaban encuadrados en las
filas Carlistas. Eran los residentes de los caseríos de Zubiaga y
Arteaga, D. Juan Bautista de Arias y D. Juan José de Vidaurrazaga,
que fueron conducidos a la Villa de Bilbao. Firmaba aquella relación
D. Juan Bautista Victor de Ibarra y el Párroco Juan Antonio de
Ormaza.
Por
cercanía de población, incluyo también los vecinos de Berango, que
se hallaban en las filas Carlistas. Traslado el nombre del caserío,
tal y como aparece escrito en el expediente:
Jose
Ramón Zalduondo del Caserio Iturriaga.
Bautista
de la Cruz del Caserio Echazuri.
Francisco
de Ugarte del Caserio Poze.
Manuel
de Uriarte del Caserio Uriarte.
Jose
Lejonagoitia del Caserio Arrigunaga.
Jose
Ramón de Zubiaga del Caserio Iturribeco.
Juan
Bautista de Inchaurraga del Caserio Aguirre.
Mateo de
Aresti del Barrio Baserri.
Bautista
de Arana del Barrio Baserri.
Mariano
de Acha del Barrio Baserri.
Ignacio
de Vidaurrazga del Caserio Entelladosu.
Esta
relación venia confirmada por el fiel D. José Ramón de Larrondo y
el Párroco D. Antonio de Arteaga.
Pero no
iba a ser éste el único listado que se elaboró de los, como los
llamaban los “Cristinos”, los “facciosos”.
También se realizaron listados de los “desafectos”
al regente. Así se expresaba en el encabezamiento del listado que
incluyo a continuación: “...Por desafectos al Rey N.S. y su
justísima causa, se tiene en el Pueblo de Algorta , Anteiglesia de
Guecho, a las personas siguientes...”:
D.
Antonio de Artega y Ugarte.
D. Juan
Bautista Jose Arteaga (cura de San Nicolas).
D.
Manuel de Clavet.
D. Juan
Bautista de Zalduondo (alias Indianillo).
D.
Manuel de Zalduondo.
D. Juan
Antonio de Cortina y Ugarte.
D. Juan
Bautista de Cortina y Ugarte.
D. Jose
Ramón de Zabala.
D. Juan
Ramón de Sustacha y Quinquena.
D. Jose
Ramón de Sustacha y Quinquena.
D. Juan
Ramón de Cortina y Ugarte.
D. Juan
Antonio Basaldua.
D. Juan
Antonio Cortina y Arana.
D. Jose
Ramón Uria.
D. Juan
Antonio Cortina y Arrarte.
D. Jose
Ramón Zalduondo (alias Trueno).
D. Juan
Bautista Zalduondo (hijo del anterior).
D. Juan
Manuel Sarria (alias Fiscal).
D.
Francisco Antonio Zalduondo.
D. Pedro
Zalduondo.
D.
Valentin Eguiraun.
D. Jose
Ramón Arteaga.
D.
Antonio Retureta.
Acompañaban
a los nombres una numeración correlativa, donde se incluían
comentarios sobre sus conductas, ideas y movimientos. En concreto, de
José Ramón de Zabala se decía: “...que
pasó a la Habana, y es el mismo que siendo fiel regidor en el año
1833, en que salió elector de esta Anteiglesia, y la representaba en
las Juntas Generales de Guernica, dio su voto a Pedro Pascual Uhagon
y le sacó Diputado, a pesar de haberle advertido algunos que no
convenía semejante sujeto a esta Provincia...”. Parece
que las formas de los informadores de los “Cristinos”
no diferían mucho de las de otros informadores de épocas más
tardías.
Hasta
aquí, un apunte de la historia en nuestro pueblo durante la primera
Guerra Carlista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario