miércoles, 2 de abril de 2014

LAS LISTAS DE LOS DESAFECTOS DURANTE LAS GUERRAS DE 1833-1840.


Siguiendo algo que parece ser tradición en todos los conflictos, también en los armados, los vencedores elaboraban listados de aquellos no afectos a su causa, listados que servían para ejecutar, encarcelar y de paso para llenar las arcas, mediante multas y embargos. 
 
En 1833 la mayoría de los campesinos, clases urbanas bajas de las provincias vascas, catalanas y aragonesas, toman las armas contra el gobierno liberal. En el País Vasco el ejército carlista dominará pronto extensos territorios exceptuando las capitales y algunos pueblos. 
 
Durante aquel conflicto bélico que enfrentó a los partidarios del pretendiente, D. Carlos María Isidro (Carlistas) y a los de la reina gobernadora, D.ª María Cristina, última esposa de Fernando VII “Cristinos o Liberales”, entre los años 1833-1840, se elaborarían varios listados, relacionados con afectos y desafectos a los Carlistas. 

 
Entre estos listados, relacionados con nuestro Municipio, Getxo, el 16 de Julio de 1834, se realizaría uno que abarcaba a casi todas las poblaciones comprendidas en la Comarca de “Uribe Kosta”. Dicho listado elaborado por los “Cristinos” definía como “Facciosos”, a los grupos opuestos, que de forma beligerante, se oponían a sus intereses. 
 
Aquella relación de los desafectos a la causa “Cristina” se realizó por una orden de “D. José Alonso” (ver fotografía inferior), que no era otro que D. José Alonso Ruiz de Conejares (1781-1855), jurista navarro nacido en Corella el 21 de setiembre de 1781 y que ejerció diversos cargos dentro de la judicatura. Fue bajo la regencia de Fernando VII, censor de publicaciones (1814), asesor de la Junta de Sanidad (1814), asesor de Rentas generales y estancadas (1815). Resultó nombrado comisario regio de Bizkaia el 11 de febrero de 1834 en plena guerra carlista. 

 
En julio de 1834, comisionaba a D. Cosme de Belaunde, escribano real, para que: “...pasando a los pueblos situados a la izquierda del camino que dirige a Munguia, y cualquier otro que estime conveniente el Gobernador Militar de esta plaza, requiera y apremie a las justicias de cada uno de ellos, a que le franqueen noticia y listas de cada uno de ellos, de las personas de su jurisdicción que pertenecieron a los cuerpos de paisanos armados; armas, fornituras y prendas de vestuario que recibieron...”, solicitaba también conocer quienes se marcharon con los “facciosos” (Carlistas). Reclamaba la ayuda de alcaldes, regidores fieles, curas párrocos, advirtiendo de la multa de una onza de oro por armamento y vestuario que no se hubiera entregado. 
 
Las multas para los que no habían entregado las armas y fueron sorprendidos con ellas en sus casas eran: “...diez duros por tenedor o ocultador, y cien ducados de los individuos de justicia, Curas Párrocos, Beneficiados y los que compongan el Ayuntamiento del Pueblo...,...cuyas multas exigirá sin consideración ni condescendencia alguna...”. También establecía multas de doscientos ducados que tendrían que ser abonadas mancomunadamente por los padres y parientes más inmediatos de cada individuo que se hallaba en la “facción”. Si no lo hacían en el plazo de ocho días debían presentarse y entregar las armas. Aquellas multas se elevaban a 500 ducados para los individuos que perteneciendo a Ayuntamientos, no colaboraran con sus exigencias. 

 
Así mismo, exigía que se cumplimentaran las listas de quienes pertenecían a la “facción” o de quien, habiendo pertenecido a la misma, se hubieran retirado a sus casas teniendo el armamento y vestuario. 
 
Por ello se elaboraron listados de diversas poblaciones: Barrika, Berango, Derio, Erandio, Gatika, Mungia, Laukiniz, Loiu, Plentzi, Sondika, Zamudio, Urduliz y Getxo. 
 
Entre los arrestados de Getxo, el 19 de Julio de 1834, se encontraban vecinos del municipio, cuyos hijos se hallaban encuadrados en las filas Carlistas. Eran los residentes de los caseríos de Zubiaga y Arteaga, D. Juan Bautista de Arias y D. Juan José de Vidaurrazaga, que fueron conducidos a la Villa de Bilbao. Firmaba aquella relación D. Juan Bautista Victor de Ibarra y el Párroco Juan Antonio de Ormaza. 
 
Por cercanía de población, incluyo también los vecinos de Berango, que se hallaban en las filas Carlistas. Traslado el nombre del caserío, tal y como aparece escrito en el expediente: 
 
Jose Ramón Zalduondo del Caserio Iturriaga.
Bautista de la Cruz del Caserio Echazuri.
Francisco de Ugarte del Caserio Poze.
Manuel de Uriarte del Caserio Uriarte.
Jose Lejonagoitia del Caserio Arrigunaga.
Jose Ramón de Zubiaga del Caserio Iturribeco.
Juan Bautista de Inchaurraga del Caserio Aguirre.
Mateo de Aresti del Barrio Baserri.
Bautista de Arana del Barrio Baserri.
Mariano de Acha del Barrio Baserri.
Ignacio de Vidaurrazga del Caserio Entelladosu.
Esta relación venia confirmada por el fiel D. José Ramón de Larrondo y el Párroco D. Antonio de Arteaga. 
 
Pero no iba a ser éste el único listado que se elaboró de los, como los llamaban los “Cristinos”, los “facciosos”. También se realizaron listados de los “desafectos” al regente. Así se expresaba en el encabezamiento del listado que incluyo a continuación: “...Por desafectos al Rey N.S. y su justísima causa, se tiene en el Pueblo de Algorta , Anteiglesia de Guecho, a las personas siguientes...”: 
 
D. Antonio de Artega y Ugarte.
D. Juan Bautista Jose Arteaga (cura de San Nicolas).
D. Manuel de Clavet.
D. Juan Bautista de Zalduondo (alias Indianillo).
D. Manuel de Zalduondo.
D. Juan Antonio de Cortina y Ugarte.
D. Juan Bautista de Cortina y Ugarte.
D. Jose Ramón de Zabala.
D. Juan Ramón de Sustacha y Quinquena.
D. Jose Ramón de Sustacha y Quinquena.
D. Juan Ramón de Cortina y Ugarte.
D. Juan Antonio Basaldua.
D. Juan Antonio Cortina y Arana.
D. Jose Ramón Uria.
D. Juan Antonio Cortina y Arrarte.
D. Jose Ramón Zalduondo (alias Trueno).
D. Juan Bautista Zalduondo (hijo del anterior).
D. Juan Manuel Sarria (alias Fiscal).
D. Francisco Antonio Zalduondo.
D. Pedro Zalduondo.
D. Valentin Eguiraun.
D. Jose Ramón Arteaga.
D. Antonio Retureta. 
 
Acompañaban a los nombres una numeración correlativa, donde se incluían comentarios sobre sus conductas, ideas y movimientos. En concreto, de José Ramón de Zabala se decía: “...que pasó a la Habana, y es el mismo que siendo fiel regidor en el año 1833, en que salió elector de esta Anteiglesia, y la representaba en las Juntas Generales de Guernica, dio su voto a Pedro Pascual Uhagon y le sacó Diputado, a pesar de haberle advertido algunos que no convenía semejante sujeto a esta Provincia...”. Parece que las formas de los informadores de los “Cristinos” no diferían mucho de las de otros informadores de épocas más tardías. 

  
Hasta aquí, un apunte de la historia en nuestro pueblo durante la primera Guerra Carlista.

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