Como
decía en la entrada anterior, del 11 de Abril, el otro elemento que vino a comunicar
aquellos pueblos que existían a lo largo de la ría, fue el Tranvía.
El 18 de Agosto de 1872 se otorgó dicha concesión a los empresarios
D. Juan González Lavin y D. Juan M. Morales, pero a poco de
aprobarse aquel proyecto, comenzó la segunda guerra entre los
Carlistas y los Liberales, lo que imposibilitaría el comienzo de las
mismas.
Al
finalizar el conflicto, en 1875, la concesión pasó a un grupo de
comerciantes bilbainos (Juan y Emiliano Amann, Juan Aburto, Eusebio
García). Las obras se realizaron bajo la dirección del Ingeniero
Laureano Santamaría, inaugurándose el 9 de Septiembre de 1876,
inicialmente entre Bilbao y Zorrozaurre, poco tiempo después se
prolongaban hasta Las Arenas y Algorta.
Así lo
anunciaban el denominado periódico de educación popular “El
Amigo”, de tirada dominical, el 19 de Diciembre de 1880, en
el que anunciaba la adjudicación hecha por los entonces
concesionarios a favor de la Sociedad Anónima de “Compañía
de Tranvías de Bilbao a Las Arenas y Algorta”.
De aquel
tranvía que había sido construido, primero de tracción animal
(caballos) en el año 1.876 y que posteriormente se electrificaría
en 1887, decía en la “Revista Ilustrada” de
Febrero de 1896 “...los nuevos coches son confortables y de
elegante aspecto; marchan perfectamente, tanto en uno como en otro
sentido, al poner en contacto el cable suspendido en toda la línea
por pilotes, la ruedecilla que lleva en su extremo un brazo que parte
del vehículo. La velocidad la gradúa el conductor a su voluntad,
con una manivela que lleva en su extremo una campana con la que va
llamando la atención de los transeúntes...”.
Y sin
embargo, esta compañía también tuvo sus conflictos con algunos
propietarios de la república de Deusto. En un Boletín Oficial,
desde una lejana tierra, la de Murcia, el 9 de Febrero de 1896, era
recogida aquellos autos judiciales, que se interpusieron ante el
Gobernador de Bizkaia y el Juez de Primera instancia de Bilbao. En
dicha reclamación, el entonces director gerente de la “Sociedad
Colectiva Jose J. Amann y Compañía” de Bilbao, se dirigía
primero al Ayuntamiento de Deusto, solicitando la construcción de un
cruce en un espacio propiedad de D. Miguel de Uribarry, en el que la
compañía de tranvías deseaba realizar un aparcadero, para los
tranvías de Bilbao a Algorta y Santurtzi.
El
Ayuntamiento, en su sesión del 16 de Febrero, concedía la
autorización por considerar aquella obra de interés municipal y
beneficiosa para los usuarios y vecinos. El 27 de Marzo, los
operarios de aquella obra realizaron una zanja, derribando algunas
acacias que florecían en aquel terreno, y pese a la oposición del
propietario siguieron adelante con la obra. El 6 de Abril, el
Ayuntamiento de Deusto recibía una comunicación del Director
General de dicha compañía en el que se les explicaba que el
propietario de los terrenos Sr. Uribarry se oponía y no permitía
realizar aquella obra, presentando un interdicto ante el Juzgado de
Bilbao, por el que solicitaba recobrar aquella propiedad.
Aquella
demanda supuso diversas intervenciones, tanto del Gobierno Civil,
como del la judicatura, quedando finalmente, tras consultar al
Consejo de estado, el fallo a favor de la administración.
En otro
de los diarios de tirada Salmantina, en el “Nuevo Progreso”
del 3 de Abril de 1890, se hablaba en su pagina Nº 2 de nuestro
tranvía, el cual se recordaba que comunicaba Bilbao con Las Arenas y
Algorta. Se daba la noticia de las pruebas que se estaban realizando,
con un nuevo sistema de rodaje en sus ruedas, ya probado con éxito
en el ferrocarril de Durango. Sistema consistente en utilizar ruedas
y ejes locos en sus ruedas, lo que permitía salvar las curvas con
mayor facilidad.
Como
dato curioso, referido a los movimientos de mercancías y gentes, a
los que hacia referencia al comienzo de este articulo, cabe señalar
que en lo relativo a los ingresos derivados por los ferrocarriles
españoles entre 1911-1912, los del Norte de la Península
representaban la recaudación más alta del Estado, con un volumen de
recaudación de 79.386.724 pesetas, mientras que los de
Madrid-Zatagoza-Alicante en aquellas fechas eran de 69.444.405
pesetas. En niveles mucho mas bajos se hallaban los Andaluces con
15.109.058 pesetas, siendo los mas bajos los 681.224 pesetas de los
Salmantinos.
Años
mas tarde, en la “Hoja del Lunes” de Madrid del 10
de Julio de 1944, aparecía la noticia de que en el B.O.E., en la
sección de Obras Publicas, se otorgaba a la Compañía de los
Ferrocarriles de Santander a Bilbao, la concesión de una línea de
trolebuses entre Bilbao y Algorta, que venía a sustituir a la vieja
línea de tranvía entre Elorrieta y Algorta.
Hasta
aquí un pequeño paso por la historia de nuestra ría y uno de sus
medios de comunicación, paralelo, el Tranvía de Bilbao a Las Arenas
y Algorta.
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