Pili
Aguirre, dicho el nombre, no habrá nadie nacido en Areeta-Las Arenas
que no sepa del personaje, que no lo haya conocido, que no añore
aquella panadería, charcutería y pastelería, que con sus enormes
carolinas, su magnifico jamón de york y su huevo hilado hicieron
nuestras delicias.
Pilar
Aguirre Garcia (Pili), nació en Getxo el 13 de Noviembre de 1918.
Fue la última hija de Juana Garcia y Eusebio Aguirre. Su abuelo
Cirilo Aguirre, procedente de Bilbao, se ubico en Portugalete por el
año 1850, donde instaló la primera “Panadería Aguirre”.
Con
los años y viendo que Getxo se estaba transformando en un municipio
próspero, se traslado a la margen derecha del Nervión, con sus
cuatro hijas y su único hijo varón Eusebio, poniendo una nueva
panadería con entrada por la calle Maria Cristina y salida por la
calle Gobela.
Trascurrieron
los años, hubo bodas y bautizos. Eusebio se casó con una guapa moza
de Portugalete de nombre Juana y tuvieron seis hijos, dos varones y
cuatro mujeres. La panadería al morir el abuelo Cirilo pasó a manos
de Hijos de Aguirre, tanto las hijas como el hijo tomaron parte en
la continuación del negocio, subiendo mucho el número de empleados,
así como los punto de venta de su preciado pan, incluso añadiendo
al nombre de panadería, la de confitería.
Detentó
despachos de pan en Portugalete, Las Arenas y Neguri, con sus
“típicos” carros, repletos de pan recién hecho, que las
empleadas repartían por los domicilios de dichos municipios.
La
pequeña de los hijos de Juana y Eusebio, Pili, se educó en el
colegio de la Divina Pastora, como muchas de las chicas del
barrio. Al
principio
por los años 30, se iban turnando en los despachos, como empleadas,
todas las primas de Pilar, incluso sus hermanas, hasta que el destino
les llevara al casorio o al convento.
Allá
por los años cuarenta, apareció Pilar, mujer de mucho nervio,
avispada, trabajadora sin horarios. Como comerciante se gano a la
clientela, con aquel genio y dinamismo que le caracterizaba. Una
época en blanco y negro (años 40-50). En la que, casi ni la radio
(aún no llegaba a todos los hogares), ni la Tv (empezó a emitir en
1956), habían invadido nuestros hogares.
En
diez años, hablamos de los años 1950-1955, con la ayuda de dos
dependientas (las hermanas Miren y Carmen Uriarte ), hicieron del
despacho-panadería, una autentica confitería con unos pasteles de
quitarse el sombrero (como reza el dicho). La panadería–confitería
cada vez se llenaba mas de productos de charcutería, envases con los
mejores productos e incluso bodega de las mejores reservas de caldos.
Aquella
tienda con su característico olor, una mezcla de pan, pasteles,
chorizo y café. El suelo rojo y blanco desgastadísimo, hasta con
baches. Las velas amarillas y rojas en la base colgando en la
ventana. Deliciosos los bollos de mantequilla.
La
fama de Pili fue en aumento, acompañada de la buena repostería y su
genial visión comercial. Surtía a los mejores restaurantes de las
zonas limítrofes con sus deliciosas tartas de Arroz, mil hojas,
ponches, San Marcos etc. En los diez años (1965) se precisó de mas
personal, pues el negocio continuaba viento en popa. Allá por los
años 1970 y 1980 fue la locura en prosperidad. Areeta-Las Arenas se
transformo en un centro comercial de primera categoría, con unos
comercios muy especializados.
Si
hacemos un repaso a la historia de los típicos comercios y personas
que los gestionaban, en la mitad del siglo pasado, nos encontraremos
con sitos emblemáticos en nuestros recuerdos de la niñez:
Rita
“la bañera”, los hermanos Rioja “Transportistas”, la
carbonería de Arkarazo o de Burgoa, el estanco de Moreno y Maria
Luisa Blanco, la ferretería de Berecibar e Hipolito Michelena, la
joyería de Gomis, la armería de Irusta, la droguería San Jose,
Piliquis, las Castañeras, los Encajeros, el garaje Vasconia, o
Muguerza, los arreglos de bicicletas a manos de Rufino y Niki, las
peluquerías de Blanco, Paco, Galilea, y de señoras Chari.
Fotografos
como Cañada o Razquin, la fonda Zabala, menaje de Lupe, Radio
Reguera, la cristalería de Pescador, la frutería de Andollo, Pepita
la “corsetera”, Triqui, Arrancapinos, la patatería de Carballo,
las mercerías de Deo, Genma y de Pantxi, almacenes San Ignacio,
Quintana, Aresti, punto y ropa de calidad en Basauri “ las Mochas”,
Juli “la “Maisson”, la hojalateria de Baudor y Enrique,
perfumerías como la de Inda, Bernaola, Damian y Vizcaya,
electricidad de Ortiz, Ondarreta, y Zuazo, flores Allende, la
alpargatería de Albeniz.
La
plaza del Mercado, con sus principales puestos de pescados y carnes,
me vienen a la memoria la pescadería de Peña y las carnicerias de
Zabala (Jose y Chomin), Artetxe y Luis Ateka. Maruja San Ignacio, el
“Perlero”.
Bares
y restaurantes con encanto como el Restaurante Zubia y el Amparo, el
bar de Montxo, el Puerto, Arenas, Ortuzar, Amistad, Derby, el Recreo
El pirao, Txarlazo, Cosmo , Novelty, y un etc. muy largo.
Helados
de Aberasturi, Sierra, pastelerías Zuricalday, Sarralde, Aberasturi
o la de Ayarza, los ultramarinos de Gallego, Villarreal, Lorenzo
Moreno y de Miramar, !!!que tiempos!!!, !!perdón por no nombrar
algunos mas!!, la mayoría de éstos comercios están desaparecidos.
Así
llegamos al año de su jubilación, que se prolongo un poco. Cansada
pero muy eufórica de haber hecho una autentica proeza con el negocio
que empezó su abuelo Cirilo en Portugalete, se retiró acompañada
de aquellas dos hermanas que entraron a trabajar por los años 40.
Que vivieron casi toda su vida juntas (unos 70 años ). La Panadería
de Hijos de Aguirre se vendió con su retirada.
Pili
Aguirre nos dejó el día 12 de Abril del 2.012, pero su recuerdo
permanecerá en las gentes del barrio. De los tiempos en que todos se
conocían. De calles casi sin asfaltar, de aquellos carros que
atravesaban la calle Mayor, desde su obrador de Maria Cristina.
Deseo
agradecer a la familia de Pili Aguirre su inestimable ayuda para
poder realizar esta entrada.
Durante muchos años propuse a varias personas "influyentes" llevar a cabo un homenaje a Pili Aguirre. Todo el pueblo la recordamos con cariño. Aún recuerdo el olor de la tienda, una mezcla de pan, pasteles chorizo y café.El suelo rojo y blanco desgastadísimo, hasta con baches. Las velas amarillas y rojas en la base colgando en la ventana. Deliciosos los bollos de mantequilla. Que buena idea has tenido, Karla, recordar a Pili Aguirre.
ResponderEliminarMe ha gustado tanto tu descripción de la tienda que la he incorporado a su pequeña historia.
ResponderEliminarMe he emocionado mucho leyendo el articulo. Gracias. Muchos recuerdos, no solo de Pili, Miren y Carmen, también de Isabel y Tere Aguirre que estuvieron en el obrador, hermanas de Pili, de los carros azules "hijos de Aguirre". De los comercios de Las Arenas de "toda la vida" que aun todavía hay alguno en pie. Gracias otra vez.
ResponderEliminarDiego Zabala
Que recuerdos de mi infancia y luego juventud
ResponderEliminarMe acuerdo de los bollos de mantequilla, deliciosos, que comprábamos cuando salíamos de Las Irlandesas.
ResponderEliminarPili inolvidable
ResponderEliminarCasi todos desaparecidos, y para uno que queda no lo nombrais.
ResponderEliminarCasa Basañez
Si tienes datos de Basañez me gustaría conocerlos, en mi página de Facebook tienes mi contacto.
EliminarVaya artículo más bueno! Qué recuerdos!
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