Jose
Francisco Pomposo Larrondo nacido en Getxo el 28 de Febrero de 1890,
hijo de Valentin
Pomposo Echebarria (Abadiño) y de Aniceta Larrondo Larrazabal
(Urduliz), era
una autentica institución en Getxo. Hombre polifacético, con un
poblado bigote, trabajó en el Ayuntamiento de Getxo como oficial de
obras.
Cuando
llegaba el Corpus Christi, era el responsable de dejar las casas de
pescadores inmaculadamente blancas; ayudaba a tirar los fuegos
artificiales en Ereaga por San Ignazio, también lo hacia durante las
fiestas de Andra Mari en Getxo; en todas las fiestas del pueblo iba
delante de los txistularis y cabezudos tirando los cohetes
anunciadores. Era el responsable de que la romería no decayera. Los
domingos era el que cortaba los tickets de entrada al baile del Hotel
Eguia de Algorta, trabajos que sumaban su popularidad.
Quienes
le conocieron lo definían como una gran persona, extremadamente
bondadoso, vivió en Alango, cerca de los Intxaurraga, en una casa de
planta baja y piso. En el proceso de depuración, tras la llamada
Guerra Civil, les despacharon de la casa por haber apoyado al
nacionalismo, (una de sus hijas estaba casada con Enrique Bilbao,
Capitán de Gudaris, quien estuvo en la cárcel muchos años con pena
de muerte (Ver
foto inferior).
A
la entrada de las tropas franquistas en Getxo, solo quedaba en el
Ayuntamiento uno de sus empleados, Patxo Pomposo. Este hombre sin
miedo a las represalias, tuvo la sangre fría, pese a que ya se oía
el ruido de la botas sobre el asfalto -!Pom,
pon, pon...!-,
avanzando por Algortako Etorbidea, Patxo cogió la Ikurriña del
despacho del Alcalde Justo Zabala, junto a la fotografía de Jose
Antonio Aguirre, las enrolló en su pecho y salio aprisa del
Ayuntamiento, evitando aquella arteria. Conocía muy bien el pueblo.
Con celeridad, por una calle apartada, dirigió sus pasos hacia Getxo
(Andra Mari), al caserío Goñibarri, a casa de sus consuegros,
salvando aquellos símbolos de una segura destrucción.
Aquella
Ikurriña junto al cuadro del primer Lehendakari permanecieron
ocultos en el caserío de la familia de Patxo, enrollados en una caña
de bambú, metidos en un tubo de cartón, de los que se utilizaban
para los telares. Así permaneció durante años, colgado en dos
clavos, en el interior de una gran conejera, construida contra la
pared de la cuadra. Más tarde, en 1980, al llegar las primeras
elecciones democráticas, aquellos símbolos volvieron a recuperar la
libertad. La Ikurriña fue izada en el mástil del batzoki de Getxo
por su nieto Eneko, el día de la inauguración del mismo. Así como
el cuadro fue colgado en la pared principal del local. (Ver
foto superior).
Por
su habilidad al lanzar las volanderas, cuentan que el párroco de
Getxo Dn. Juan Azpuru tuvo la curiosidad de aprender a lanzarlas, la
víspera de las fiestas de Getxo. Como el párroco estaba muy
empeñado en aprender, Patxo le dio su primera lección, le explicó
como agarrar el cohete, y le dijo -!cuando
el cohete empiece a tirar, suéltelo corriendo Dn. Juan!-.
Cuando el artefacto prendió y empezó a chispear Patxo le decía al
sacerdote: "¡Suelte,
suelte, don Juan!”-,
parece que Dn. Juan, como buen novato que era, no soltó a tiempo el
ingenio y le reventó en la mano. Casi le cuesta dos dedos aquella
terca experiencia, lo que provocó que estuviera sin poder hacer misa
durante un tiempo. Cuando más tarde Patxo le preguntó por qué no
lo había soltado, Dn. Juan le replicó: !es
que se me escapaba!.
Lo que en alguno de los presentes dejo correr una ahogada carcajada.
Fallecio
en 1963 en el Puerto Viejo de Algorta, donde vivía con su yerno Jose
Mari Agiriano “Jagi”,
en la casa que actualmente ocupa el Restaurante Zabala (El Puerto).
estos Pomposo de Getxo eran descendientes de un italiano, Marcos Pomposo, que mediado el siglo XVII vino a guerrear en Hondarribia.
ResponderEliminarAntonio Castejón
Maruri2004@euskalnet.net
dicen que el caserío Goñi-barri ya no existe...barrio de Goñi...Beharri...
ResponderEliminarqué pena...me niego a que sólo quede en pie Aixerrota y Andra Mari...
Sarriko basoa
Ha sido una ilusión enorme ver la foto de mi aitite Patxo y leer lo que fue he hizo por Euskadi y como no, me he emocionado
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