lunes, 25 de mayo de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -164-



En la anterior entrada veíamos cómo llegaba el verano y aumentaba la demanda de instalación de casetas de baño.

En el pleno del 28 de julio de 1892 se trataba sobre las conducciones para la llevada de agua potable desde los manantiales de los montes de Berango a nuestra población: “...La Diputación Provincial ha remitido un oficio, aprobando el expediente por esta corporación municipal para la reparación de las cañerías de reunión de las aguas de los manantiales de “Jauncoerreca”, “Achabale” y “Basarte” en los montes de la jurisdicción de Berango, que surten de agua a esta población, autorizando al Ayuntamiento de Guecho del pago de las obras cuyo importe presupuestado asciende a 15.331 pesetas. Así mismo este Ayuntamiento acuerda practicar las oportunas diligencias para la adquisición del material metálico para dichas obras, que según los cálculos del Ingeniero Director de las Obras ascendería a 9.897,58 pesetas...”

En esa misma fecha el propietario de la casa llamada “Mugaburu” D. Pantaleón Menchaca en la calle de la Caridad, solicitaba injertar las aguas de su fregadera al caño de propiedad municipal que existía en la calle llamada Peligro.

Por otro lado eran las obras para la construcción del ferrocarril de Las Arenas a Plencia las que causaban malestar entre los vecinos de Santa Maria de Getxo: “...Varios vecinos de la barriada de “Piñagas” de esta localidad, han presentado una instancia quejándose del contratista que realiza los desmontes para la construcción del ferrocarril de Las Arenas a Plencia, ya que tira barrenos en un gran trozo causando destrozos en los sembríos de los alrededores, lanzando piedras de bastante peso a gran distancia que pudieran provocar desgracias personales, que en algunos casos llegan hasta la carretera provincial…” El consistorio, como no podía ser de otro modo, apercibió al contratista advirtiéndole de las consecuencias si no tomaba medidas para evitar aquellos destrozos.

La apertura de nuevos negocios de alimentación seguía su curso en nuestro municipio, y esta vez era en el barrio de Las Arenas, donde D. Manuel Seco pretendía abrir una tienda de comestibles y bebidas, en los bajos de su casa.

También lo era la demanda de materiales para la construcción, por lo que D. Domingo Camiruaga solicitaba del Ayuntamiento: “...La concesión de la cantera de Arnabar-Ondo para extraer piedra con destino a edificaciones...”

La aplicación de las normas de construcción era otro de los seguimientos que el Ayuntamiento de Getxo realizaba en los barrios: “...Se ha recibido una solicitud de D. José María Aramberria para construir una casa provisional en un terreno de su propiedad en Las Arenas. El artículo 25 de las ordenanzas municipales de construcción estable que “No se permitirá en la zona urbanizada realizar ningún edificio que no llegue a los 6 metros”, por lo que le es denegada la solicitud ya que el que presenta en sus planos no llega a esa altura...”


A veces las reclamaciones al Ayuntamiento llegaban de forma solapada, a través de terceras personas o entidades. La necesidad que algunos veraneantes tenían de recibir comunicaciones a través del correo ordinario, en general personas pertenecientes a esferas de poder económico o cortesanos, provocó que en el pleno del 28 de julio de 1892 se tratara sobre un oficio remitido por el Jefe de Comunicaciones de la Sección de Bilbao: “...En el cual recomendaba que se ordenara abrir un buzón en la Estación Telegráfica de Las Arenas, para comodidad del público que asiste al establecimiento balneario, puesto que es extraño que en la oficina de correos falte buzón por ser necesario...” El Ayuntamiento de Getxo respondió a aquella demanda diciendo: “...Que esta corporación carece de facultades para abrir buzón en la referida estación telegráfica por ser el edificio que ocupa de propiedad particular, además de creer que no es de absoluta necesidad a causa de que ya existe uno en el edificio contiguo a dicha oficina...” Por otro lado el Alcalde de Getxo exponía que: “...Había sido llamado hace tiempo por dicho Jefe de Comunicaciones, y en la entrevista que mantuvimos acordamos un protocolo para mejorara la administración de correos de esta localidad. Conviniendo y pactando que: 1º) El Jefe de Comunicaciones, tan pronto como el Ferrocarril de Las Arenas a Plencia se ponga en explotación hasta la población de Algorta, establezca en horas convenientes para esta localidad los servicios de dos correos diarios con sus ambulancias correspondientes. 2º) Que el Ayuntamiento de Guecho facilitará sin pago alguno de alquiler al Administrador de correos la habitación del piso principal de la Alhóndiga, en cuyo edificio se halla instalada la estación telegráfica, a partir del día 1 de julio de 1893 por no poder facilitarla antes por estar ocupada por el rematante de arbitrios municipales. Para que el administrador pueda ejercer la debida vigilancia y tenga mayor seguridad para la custodia de los certificados y otros documentos, este Ayuntamiento ejecutara una pequeña división por medio de tabique en el local que ocupa la Estación Telegráfica para que el Administrador ponga una cama y duerma en ella...” El rematante de los arbitrios era D. José Ángel Aurrecoechea. Este acuerdo fue refrendado en aquel pleno.


El día 4 de agosto de 1892, tal y como marcaba la Ley de Ayuntamientos de 1877, se procedía al sorteo por secciones electorales de los Asociados que iban a formar parte de la Junta Municipal del Ayuntamiento de Getxo: “...Se dio lectura a las listas de las tres secciones, acto seguido se procedió al sorteo mediante por el que iban a quedar designados los candidatos, cuyo resultado fue el siguiente:

POR LA 1ª SECCIÓN: D. Máximo Llantada, D. León Landeta, D. Luis Lasa, D. José Libano Menchaca y D. José Bilbao.

POR LA 2ª SECCIÓN: D. Juan Bustingorri, D. Anselmo Uria, D. Amalio Muñoz y D. Domingo Zubizarreta.

POR LA 3ª SECCIÓN: D. Ramón Basauri y D. Ángel Cortina.

Tal y cómo ordenaba la Ley anteriormente citada se procedió a publicar los resultados para que al cabo de ocho días si no se producían reclamaciones quedaran designados los electos por sorteo...”

En la próxima entrada de esta serie veremos cómo las aguas de un manantial de Ereaga eran sujeto de reclamaciones.

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