En
la anterior entrada hablaba de las iniciativas promovidas para
construir caminos en la zona de Ereaga, en esta iremos viendo la
necesidad de construir puentes sobre el rio Gobela, y el nuevo
camino desde la Venta del Ángel a Plentzia.
Los
puentes del Gobela, eterna preocupación del municipio a su paso por
la localidad de Las Arenas hacia la Vega de Santa Eugenia, fue uno de
los asuntos que trató en octubre de 1869 el consistorio getxotarra.
Las quejas de los vecinos se multiplicaban por la falta de un puente
que permitiera el paso de carros. En esas fechas los carros tenían
que atravesar el cauce del río lo que provocaba que dicho cauce se
viera, en numerosas ocasiones, cegado por las arenas que las ruedas
de dichos carruajes arrastraban, impidiendo el curso natural de las
aguas: “...perjudicando
la vega de esta jurisdicción, donde se forma una laguna haciendo
imposible el cultivo...”
Para evitar esos problemas el Ayuntamiento acordó: “...Crear
un puente de madera sobre el rio Gobela o Cresalchu para paso de
carros y personas, en el mismo punto donde actualmente cruzan las
personas...”
Se encargó el proyecto al maestro de obras D. Juan Antonio de
Menchaca, el presupuesto alcanzaba los 2.509 reales .
Para
realizar muchos de los trabajos que la modernización del Pueblo
requería, el consistorio procedió a realizar un sorteo para
designar las “personas asociadas”, que generalmente respondían a
vecinos pudientes, de acuerdo con las normas aprobadas por la
Diputación, ya que la norma numero tres de la misma fijaba la forma
de aprobar los presupuestos municipales y demás trabajos para los
que se necesitaba el concurso de esa figura. En ese sorteo se fijaron
el doble de asociados al de concejales, en el mismo salieron elegidos
entre otros: D. Eusebio de Aurrecoechea, D. Victor Endeiza, D. Juan
Bautista Azcorra, D. Juan Bautista Vidaurrazaga, d. Manuel Uria, D.
Victoriano Sarria, y el sacristán D. José María Ibarra. Entre las
obras que se estaban realizando se encontraba el depósito de
cadáveres del campo santo de San Nicolás de Bari, cuya tasación
importaba 1.780 reales.
De
esa época data un informe del piloto mayor de la barra sobre los
buques que entraban y salían del Abra. El 21 de octubre de 1869, se
reunía el Ayuntamiento de Getxo en el Salón Consistorial de la
entonces denominada “Perrera”
del Puerto Viejo de Algorta, bajo la presidencia del Alcalde D.
Luciano de Alday. A dicha reunión asistieron Capitanes y Pilotos
Mercantes para tratar sobre un informe elaborado por D. Andrés de
Cortina y Arteaga, acerca de un proyecto para facilitar que el Piloto
Mayor diera el mejor servicio a los barcos que salían y entraban de
la barra, de él ya hable en la entrada del 1 de diciembre “Los
Pilotos de la Barra -I-”.
A
finales de ese año se aprobaban los presupuestos municipales para el
curso 1869-70, en una sesión extraordinaria a la que acudían los
asociados. Dichos presupuestos arrojaban las siguientes cifras: la
previsión de gastos era de 28.800 escudos y la de ingresos de 31.430
escudos,
En noviembre de 1869, seguían las solicitudes de compra de terrenos comunes de acuerdo con la Ley de desamortización de Mendizabal, el Bilbaíno D. Fernado Mieg, quien disponía de vivienda en Las Arenas, junto a la Compañía del Tranvía (próxima a la Plazuela de dicho barrio), solicitaba la compra de una parcela, un terreno arenoso y pantanos en parte, que se estaba situado en la orilla izquierda del río Gobela. La parcela en cuestión era de 8.440 estados (la peonada superficial tenía 100 estados o 544 varas cuadradas, igual a 3 áreas, 8o centiáreas), el Ayuntamiento accedió a la solicitud. Dicha compra no podía afectar al paso de servidumbre del proyectado puente sobre el Gobela.
No
fue el único terreno que siendo comunal se sacaba a subasta a
propuesta de vecinos de otros pueblos. Finalizaba el año con la
solicitud de adquisición de un terreno en Konporte que tenía 8.440
estados. El comprador, también vecino de Bilbao, era D. Manuel de
Acha.
Empezaba
1870 con la compra de bancos para los niños de las escuelas de San
Nicolás: “...Siendo
mucha la concurrencia de los niños a esta escuela de Algorta,
acuerda el Ayuntamiento que se construya una nueva mesa de escritura
y banquillos para los niños, y que se rebaje la plataforma del
maestro...”
El engalanamiento urbanístico era otra de las preocupaciones del
momento. Era la plazuela que existía frente a San Nicolás: “...Con
el fin de establecer sombra y hermosear la plazuela que se halla
frente a la iglesia de San Nicolás, acuerda el Ayuntamiento se
proceda a la plantación de árboles en dicha plazuela...”
Los
gastos de ayuda para lactancia y socorro para las familias de
condición más humilde del pueblo, aparecían en los libros de
actas, de forma periódica. Algunas de esas personas que se hallaban
en la indigencia eran vecinos de Santa María de Getxo, y carecían
de recursos para alimentar a sus hijos recién nacidos; en otros
casos se trataba de vecinos del Puerto Viejo, cuyo cabeza de familia
se encontraba enfermo desde hacía tiempo y carecían de recursos.
En
febrero de 1870 se discutía sobre el enlace del camino vecinal que
iba a unir la Venta del Ángel con la carretera que conducía de
Bilbao a Plentzia. Y siguiendo con la tónica de años anteriores,
el Ayuntamiento de Getxo planteaba la escasez de presupuesto para
acometer las obras propuestas por la Diputación. Y se ratificaba en
los que el apoderado municipal expuso el 19 de julio de 1868 en las
Juntas Generales: “...El
camino que se solicita desde el punto de soltura de Urduliz hasta el
Ángel no puede comunicar con el del Gobierno que viene desde Bilbao
a Las Arenas, sin pasar por el que tiene proyectado este
Ayuntamiento, cuyos estudios y presupuesto están hechos. Porque la
Anteiglesia de Guecho que ha construido y mantiene con sus propios
medios un camino para unir con la Capital, no se puede incluir en el
plan de iguala, porque sería sacrificarle en beneficio de la
Provincia, con el sostenimiento, por su cuenta, del camino desde el
Ángel, a empalmar frente
a la casa Goya y desde allí hasta Las Arenas...”
No obstante, a continuación hablaban en tono conciliador sobre su
disposición a entablar un dialogo que condujera a una buena solución
en beneficio de la Provincia y los municipios. Aunque en mi opinión,
lo que pretendían realmente, era que el trazado fuera a través de
Las Arenas, según el proyecto municipal, y que los gastos de
mantenimiento corrieran a cargo de la Diputación, a cambio ellos se
comprometían a entregar a la Diputación el camino que el
consistorio ya había realizado.
El
Ayuntamiento de Getxo invirtió en bonos del Estado en 1869 y abril
de 1870, de acuerdo con la Ley de Tesorería General, presentó en
Madrid un resguardo de bonos, a través de un vecino de la Villa y
Corte D. Rafael Cabezas para tratar de hacer efectivos los intereses
de dichos bonos, los cuales procedían de la venta de “propios”
(terrenos sacados a subasta), cuyo importe ascendían a 48.400
escudos y que dejaban unos intereses al 6% fijo de 129 escudos. Para
tratar de hacer efectivos los mismos se comisionó a D. Juan Bautista
Elortegui, para que se dirigiera a Madrid portando los documentos
acreditativos de dichos bonos y entregárselos al Sr. Cabezas para
que gestionara ante la tesorería el cobro de los mismos. El 20 de
mayo de ese año se hacían efectivos los intereses de aquellos bonos
y el importe de ellos que ascendió a 27.490 reales. Los Bonos del
Tesoro, que poco tiempo más tarde sacó el Estado en una cuantía de
100 millones de pesetas eran unas de las inversiones a las que
nuestro Ayuntamiento acudía, para invertir los dineros públicos.
En
mayo de 1870 se daban por terminadas las obras del puente sobre el
río Gobela para acceder a Lejona, que habían sido ejecutadas por D.
Juan Antonio de Menchaca, por un importe de 2.505 reales.
En
ese año era frecuente ver a conductores de caballerizas corriendo al
trote por las calles de nuestros barrios. El consistorio para evitar
desgracias personales acordó: “...Se
prohíba correr al trote los coches y caballerías sueltas dentro de
la población bajo la pena de dos escudos a los infractores...”
Para ello colocaron una tabla con letras grandes junto a la casa de
D. Miguel de Eguia Villabaso.
En
la próxima entrada veremos la construcción de algunos caminos en
Algorta, y la división del término municipal en secciones y
colegios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario