Las
guerras que se desarrollaron en Cuba para lograr su emancipación de
España sucedieron entre 1868 y 1898. Duraron 30 años. Y es en el
primer periodo 1868-1871 durante la llamada “Guerra
de los Diez Años”,
que terminaría con el llamado “Pacto
de Zanjón”,
cuando se iba a crear el denominado “Tercio
Vascongado”,
del que formarían parte algunos vecinos de Getxo.
Ya
desde principios del año 1869 se empezaban a recibir noticias a
través de los medios escritos de la rebelión en la Isla de Cuba. La
campaña de agrupamiento del “Tercio
Vascongado”
contó con la pronta ayuda de la “Junta
de Comercio de Vizcaya”,
quien a través de su órgano de información, el “Boletín
de Comercio”,
de la Villa de Bilbao publicaba un manifiesto el 27 de febrero de
1869 y el concurso del diario bilbaíno “Irurac
Bat”,
que el 28 de febrero publicaba un artículo de prensa. Criticaban
algunas de las cuestiones expuestas por la cámara de comercio a la
vez que indicaban los recursos conque las entonces llamadas
“Provincias
Vascongadas”
podían ayudar al gobierno central. Fundamentalmente cuatro eran los
puntos en que entraban en discordia el rotativo y la Junta de
Comercio, referidos a: el largo tiempo necesario para reunir el
tercio; la prevención y el recelo con que el ejército regular
miraba a los cuerpos francos y los grandes sacrificios económicos
para reunir la expedición, ya que dichos sacrificios iban a recaer
principalmente en los que menos interés tenían en el éxito de
aquella contienda. Las actuaciones entre unos y otros estaban
referidas a la figura que iban a representar en aquella guerra los
tercios vascos, a quien algunos decían cuando se referían al
recelo: “...el
recelo con el que mira el ejercito a los cuerpos francos...,
no
podemos pensarlo...,
no
cabe en la nobleza del soldado...,
mirar
con recelo al hermano que pelea bajo la misma bandera...”
Y se preguntaban respecto de otras campañas: “...¿Nuestros
brillantes tercios fueron solo a servir de acémilas?
Hacía ya cuatro meses que había estallado el primer chispazo de
aquella guerra en las Antillas. Y mientras la rebelión progresaba en
la isla, la rotativa acusaba a la Diputación de Bizkaia de continuar
con su mutismo.
Ante
tanta presión, las
tres diputaciones asumieron la organización de los Tercios para Cuba
en 1869. Aunque si lo hicieron, fue para proteger su sistema foral.
Ya en marzo de 1869 el conflicto llegaba a nuestro Pueblo. Así, el
día 4 de marzo se reunía en el salón de plenos, en sesión
extraordinaria, bajo la presidencia de D. Luciano Alday el pleno del
consistorio getxotarra. En la misma se daba cuenta de una Circular de
la “Diputación
General del Señorío de Vizcaya”
para que se nombrara a un representante del municipio en la Junta de
Distrito para que los representantes de los pueblos nombraran a dos
delegados. Decían que“...fueran
revestidos
de amplias facultades...,
para
que asistan al salón de la diputación...,
y
resuelvan lo que estimen conveniente a los intereses generales del
Señorío, sobre los lamentables sucesos de la Isla de Cuba...”
Para representar los intereses de Getxo quedaba nombrado su primer
edil D. Luciano Alday.
Pocos
días más tarde, el 20 de marzo, se daba cuenta de una circular de
la diputación en la que se autorizaba al Ayuntamiento de Getxo a
destinar fondos municipales para: “…
contribuir a la suscripción pública abierta con destino a sufragar
los gastos que ocasione la formación de un contingente de hombres
con destino a la Isla de Cuba...”
Aquella circular recomendaba: “...
crear una comisión especial que promueva en el vecindario una
suscripción voluntaria...”
En ella llamaban al patriotismo de los vecinos y a formalizar a la
mayor brevedad las listas de los contribuyentes, el consistorio
alardeaba de: “...Que
todo el vecindario, sin excepción de fortunas se halla interesado en
que la rebelión de la Isla de Cuba sea sofocada...”
Encabezando la suscripción con 300 escudos y nombraba como
comisionados a D. José Ramón de Uriarte y a D. Juan Bautista de
Cortina, para promover entre el vecindario aquella suscripción.
El
30 de abril de 1869 se daba cuenta de otra circular del la
diputación, en la que se recordaba que se hicieran efectivas las
cuotas de suscripción voluntarias destinadas a la formación del
“Tercio
Vascongado”.
El vecindario, no se sabe si fue a toque de corneta, aportó: el
pueblo alto Getxo (Andra Mari) 88 reales y el del pueblo bajo Algorta
2.110 reales y 84 céntimos.
El
sábado 8
de mayo a
las ocho de la mañana salia
de Bilbao el Tercio
vizcaíno y se ha reunia
en Gasteiz
a
sus compañeros de las otras provincias hermanas, para marchar
juntos desde allí hacia
la isla de Cuba.
El
primer envío de los Tercios para la isla de Cuba estaba compuesto
por 500 voluntarios. El segundo “Tercio
Vascongado”
que salió de las tres provincias vascas hacía Cuba estaba ya
formado a finales de 1869. Se calculaba que salieron hacia la perla
de las Antillas cerca de 1.500 voluntarios. En la mañana del 2 de
junio de 1869 llegaba al puerto de La Habana el vapor “Gipúzkoa”,
llevando a bordo a los “Tercios
Vascongados”.
Una comisión salió a recibirlos embarcados en otros vapores. Iban
acompañados de bandas de música, además de los “Txapelgoris”
de las ciudades de la provincia de Matanzas (Colón, Cárdenas y
Guamutas). Sobre sus pecheras llevan unas inscripciones que decían:
“...Euscaldunac
ondo etorriac izan zaiteztela Habanaco uri eder onetara. Comisioac
ugarte gucionen icenean eguiten ditzute ongui etorria. Osasuna...”
Poco les iba a durar aquel ambiente festivo. En el mes de agosto del
mismo año, un general que había combatido en la Guerra de Secesión
Americana D. Adolfo de Cavada les infringiría una sangrienta
derrota. Quedaron sobre el campo de batalla 50 Txapelgorris que iban
al mando del Comandante Francisco
de Iruretagoyena.
Pocos
años más tarde, en 1872 llegaría la tercera Guerra Carlista, a
partir de la que los Tercios Vascongados quedaron disueltos para
1873.
Durante
las contiendas, antes de partir hacia el frente, todo suele ser
enaltecimientos y alabanzas, en las que hacia los voluntarios
getxotarras tocaba no faltaron los términos de: “...Patriotas,
nobles, buenos vecinos...”
Mas cuando las mismas terminan, sobre todo si se pierden, los antaño
exaltados como héroes pasan a ser ignorados cuando no despreciados.
Algunos de aquellos viejos repatriados combatientes de la guerra de
Cuba solicitaron en 1900 ser indemnizados con alguna cantidad por los
sufrimientos padecidos en la misma, y porque a otros anteriormente en
su misma condición, se les había gratificado con ayudas similares a
las que ellos solicitaban. La cantidad vista desde hoy era
insignificante: 50 pesetas. Ellos decían que: “...Creemos
tener derecho a la misma por haber sido satisfecha a otros
repatriados de su clase...”
Lo hacían en un escrito dirigido al Consistorio de Getxo. Los
firmantes eran los vecinos del municipio D. Eduardo Eiguren, D.
Enrique Vidaurrazaga y D. Severiano Cayero. El municipio rechazó la
ayuda aduciendo que las anteriores se habían realizado por la
condición de extrema pobreza de los demandantes. Así se cerraba una
página de la historia de aquel “Tercio
Vascongado”
anteriormente aplaudido, más tarde olvidado. Entre
1887-1870, de los vascos afincados en Cuba 1134 eran de origen
Bizkaino. De ellos, 47 eran naturales de Getxo.
Los
datos de esta entrada están extraídos de los Libros de Decretos
(1868-1871) del Archivo Municipal de Getxo, expedientes: Del año
1869 número 4657-8 y de 1900 número 4476-2. Además de varias
publicaciones del diario bilbaíno “Irurac
Bat”
del año 1869.
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