jueves, 7 de abril de 2016

SE ACABÓ EL CARBÓN




Hace ya más de cien años que por los caminos de hierro corrían las maquinas de vapor con su hermoso penacho de humo disipándose en la atmósfera en forma de espirales. El “Ferrocarril Económico de Bilbao a Las Arenas” ya lo recorría desde el 1 de junio de 1887, fecha en la que fue inaugurado. La idea de construir el Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas surgió para dotar de un área de residencia y esparcimiento a la nueva burguesía vizcaína.

Uno de los elementos, que ya desde 1925 venía ocupando espacios en la prensa, era el elevado coste del carbón. Años antes, en 1892, ya se hablaba de: “...La crisis del carbón. Un telegrama fechado en Londres, en Marzo de aquel año, afirma que los temores de que aumentara más el precio del carbón es tal, que todas las fábricas, y hasta los particulares, procuran hacer la mayor provisión posible de tan imprescindible artículo...”

También a nivel domestico era uno de los artículos de primera necesidad que estaba por las nubes. Su elevación de precio estaba ocasionando un problema que el Gobierno se veía negro para darle solución. En el “Liberal” del 11 de enero, aparecía recogido que iba a ser cambiado el mineral que se utilizaba para alimentar las calderas de las locomotoras: “...La hulla blanca va sustituyendo a la hulla negra en los transportes ferroviarios..., el nuevo sistema de locomoción es mucho más económico, tiene la ventaja de acortar las distancias por medio de velocidades superiores....” Pero no iba a ser éste el último. D. Juan de Churruca, director gerente de la compañía del ferrocarril, adelantaba que: “...el próximo miércoles día 14 de enero, en la reunión que celebrará la Junta General, recabaremos la autorización para llevar adelante el proyecto..., al acordar el consejo de Administración la electrificación de la línea Bilbao-Algorta, se hizo un concurso para el suministro del material, al que acudieron muchas empresas.., de momento, utilizaremos automotores con remolques, salvando la distancia que media entre Bilbao y Algorta en menos de veinte minutos..., el costo de ese nuevo proyecto de transformación hay consignados unos cuatro millones de pesetas...”. En el proceso de cambio de sistema de alimentación muchas son las fechas a recordar, aunque en este caso solo citaré dos: La construcción de la doble vía entre Bilbao y Algorta en 1926 y la electrificación de la misma.


En 1927 titulaba la prensa “...Se acabó el carbón...” Anunciando la proximidad de la electrificación de la línea férrea, sustituyendo al antiguo medio de locomoción con locomotoras de carbón por el moderno de tracción eléctrica. Mientras que la población asistía curiosa e impaciente a la llegada del nuevo sistema, algunos usuarios despedían con pena la viejas locomotoras diciendo: “...Los que tenemos la suerte de viajar diariamente, y varias veces al día en este ferrocarril, no podemos, ni debemos tener gran prisa por el cambio. Ante todo debemos ser considerados y despedir a las sucias locomotoras con un agradecido adiós...” La llegada de lo nuevo hacía cavilar a los vecinos preguntándose: “...¿Serán más rápidos, serán más limpios...”, pero sobre todo se preguntaban: “...¿serán tan seguros los trenes eléctricos como los de vapor?..., cumplirán día tras día todos sus viajes, y año tras año, sin interrupción, todos sus servicios, como lo hacen las locomotoras de vapor?...”.

Al hacer memoria de las que habían conocido en su niñez, recordaban a la grandes maquinas de vapor, que habían circulado por nuestro municipio, mencionando sus nombres y características, algunas de ellas habían sido bautizadas con apelativos toponímicos locales: “...Entonces había pocas, teníamos la “Luchana”, “Plencia”, “Guecho”. etc., la “Luchana” era la veterana, tenía ruedas pequeñas y al andar, producía, mucho ruido, que sin duda era debido a que su sistema de distribución lo tenía con movimiento exterior, no tenia gran velocidad, pero, en cambio, arrastraba mucho...” Un viejo maquinista recordaba: “...Hasta seis vagones cargados subía al relleno, hoy paseo de Zugatzarte, la “Luchana”..., a la “Guecho” y “Plencia” las veo en maniobras, corren más, pero, por su poco peso, patinan pronto...” Teníamos luego otro grupo de máquinas, de tres pares de ruedas acopladas: “...Orejo”, “Heras” y “Güeñes”, que aunque pequeñas, han rendido miles de servicios sin interrupción. Luego vinieron las grandes, de dos pares de ruedas acopladas: “Valmaseda”, “Matico”, “Deusto”, “Neguri”, “Esperanza”, etc., magníficas también, que durante estos últimos años, con la cooperación de las anteriores, dan servicio cada media hora hasta Algorta... En esos años (1927), con la llegada del verano, la demanda de trenes rápidos por parte de los viajeros, que se dirigían a nuestras playas, vinieron en su ayuda otras maquinas: “...la “Astillero” y “Gibaja” más seguras...”.

Pero aquellas viejas locomotoras de vapor, que habían circulado durante 40 años sin conocer casi las averías más temidas: “...ni explosiones de calderas, reventado de tubos, rotura de bielas, corrimiento de distribución o rotura de algún bastidor. Muchos viajes sin ni siquiera apretar un prensa-estopas...”, iban a pasar al recuerdo dando paso en 1928 a las de tracción eléctrica. Reflexionaba un articulista: “...Considerad que adiós merecen esas pobres locomotoras que han prestado tan grandes servicios, sin apenas descarrilamientos ni desgracias. Considerad con qué rabia verán pasar, desde su retiro, a los nuevos coches-motores limpiamente barnizados, ufanos, gallardos y sin ruido...”.


El 8 Febrero de 1928 se inauguraba el servicio de los trenes eléctricos, que durante un tiempo iba a ser combinado con las nuevas unidades, hasta que estas sustituyeran definitivamente a las de vapor. En la vieja estación de Las Arenas se había verificado la bendición del coche motor y los remolques. La ceremonia la dirigió el párroco de Las mercedes Sr. Escauriaza, se hallaban presentes el director Juan de Churruca y Calbeton (tercer hijo de Evaristo de Churruca) y el subdirector de la compañía, Sr. Areitio (Ver fotografía inferior). 


El primer tren eléctrico efectuó su salida desde Las Arenas a las ocho de la mañana con dirección a Bilbao, y desde la capital bizkaina a las ocho y media con dirección a Algorta. Precisamente en la fotografía de cabeza parece en el momento de la inauguración en Matiko, el vecino de Algorta, Sr. Churruca. La inauguración de la tracción eléctrica entre Bilbao y Algorta, puesta en servicio el 8 de febrero de 1929, permitió incrementar un 17 % el número de viajeros. Mejorando el servicio que solo quedaba suspendido entre las dos y las cinco de la madrugada.

La tracción eléctrica representaba frente al vapor una notable mejora, que permitía incrementar la capacidad de arrastre de las locomotoras y mejorar los tiempos de marcha. Además de atender intereses financieros que imponían la transformación de la tracción por vapor a eléctrica. A finales del siglo XIX, la electricidad, que en principio era una fuente de energía más, época en que el vapor estaba en su máximo apogeo, debido a que este mineral era inexistente en Bizkaia, acabó por imponerse gracias a su coste y su gran versatilidad. Con ocasión del cambio de sistema, algunas de esas viejas maquinas de vapor, construidas entre 1885 y 1905, fueron vendidas a empresas mineras, algunas de ellas sobrevivieron en esas empresas hasta los años sesenta.


Seguro que aquellas viejas maquinas y sus conductores, algunos ya retirados, desde su vía muerta en el deposito, sintieron las fanfarronas trompetas de aire que salían de los nuevos motores avisando su llegada, y las comparaban con el humilde pitido de la veteranas. Mientras, ellas esperaban con sus calderas en presión en su aparcadero de Las Arenas, listas a la llamada telefónica que requiriera su servicio, acudiendo gozosas a arrastrar los vagones, parados en las vías por alguna avería eléctrica.


1 comentario:

  1. ..."el servicio solo quedaba suspendido entre las dos y las cinco de la madrugada." Tomen buena nota señores del Metro y estamos hablando de 1.929. Incluso en los años cincuenta y sesenta había un tren que le llamaban el "pirata" que creo que salía de Bilbo con destino a Plentzia a la una de la mañana.
    Enhorabuena Karla.
    J.L.Alday

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