El
Ferrocarril Económico de Bilbao a Las Arenas y Algorta, ese que
algunos desearon que no continuara hasta Plentzia, cuántos escritos,
cuántas súplicas y enfados causó, cuando todavía Getxo no había
casi comenzado a crecer. Como ya comenté en anteriores ocasiones el
ferrocarril de Bilbao a Las Arenas se puso en marcha el 1 de julio de
1887, promovido por la familia Aguirre en un Getxo que en 1887 tan
solo contaba con una población de 2.651 habitantes. Pero que en
1891, y debido a aquel camino de hierro, iba a iniciar un largo
desarrollo que daría lugar a una no menos larga discusión entre los
vecinos de Las Arenas y Algorta con la compañía del ferrocarril,
por el paso del mismo desde Las Arenas hacia Plentzia.
Se
desarrolló un proyecto inicial, aunque más tarde se intentó variar
su curso. El proyecto inicial decía: “...Arranca la línea
desde la estación de Las Arenas hacia Algorta..., se
cruza el río Gobela por medio de un puente de tramo metálico de 5
metros de luz..., en el que se pondrá una barrera, y
se interna en los pinares de los señores Urquizu y Aguirre...,
cruzando el barranco del primero..., cruzando el
camino de servidumbre que se dirige a la Avanzada de Algorta...,
cruzando a nivel la servidumbre del camino de Arechetas...,
y después se pasará en desmonte las heredades del frente de
la Fonda de San Ignacio..., hasta la entrada del túnel
que se proyecta..., al pasar el tramo del señor
Barroeta se respetará el valle en el que se halla..., y
la propiedad del señor Sainz..., El apeadero de San
Ignacio se proyecta en el ángulo que forman las casas de los Srs.
Barroeta y Sainz (solar nº 21 de los Srs. Alangüetas)...,
en la entrada de la vía a la calle del Sr. Sainz se colocará
una barrera..., se pondrán igualmente barreras en los
cuatro callejones hasta llegar a la bajada a la playa..., la
cual se bajará a nivel hasta atravesar el paseo de María
Cristina..., a fin de no interrumpir la línea se
proyecta un túnel de 220 metros..., en la casa de un
piso del Sr. Zalduondo..., atraviesa frente a las casas
de los Srs. Uribe, Ansoleaga y Uria..., Después del
túnel y frente a la plaza de toros se establecerá la Estación de
Algorta..., a la salida de la misma se atraviesa la
carretera de Plencia, donde se establecerán dos barreras vigiladas
por un guarda..., el camino al cementerio se
desviará..., y la servidumbre de los caminos de
Telleche y Piñaga-Goicoa se atravesarán a nivel, así como la
entrada que conduce al lavadero..., Para el cruce del
arroyo de Guecho se construirá una alcantarilla de dos metros de
luz..., En el paso a nivel del cruce de Guecho se
colocaran otras dos barreras y a continuación se establecerá un
apeadero..., Para atravesar el camino carreteril de
Hormaza-Goicoa se construirá un paso inferior..., los
de Martiturri y Dendariñe se pasaran a nivel..., el
arroyo de Basarreta se pasara por medio de una alcantarilla de dos
metros de luz..., siendo esta la última obra que se
haga dentro de la jurisdicción...” Esa era la descripción
de los trabajos a realizar dentro del Municipio de Getxo. Seguía la
compañía alabando su diseño diciendo: “...Por la
descripción del trabajo..., con el nuevo
ferrocarril..., será difícil citar, no solo en
España, si no en Europa, que un pueblo con 3.600 habitantes...,
tenga dos estaciones y dos apeaderos...”
Pero
pese a esos argumentos parece que existían descontentos entre el
vecindario. Ya desde Febrero de 1891 surgían las primeras cartas de
desavenencia, esta vez en el barrio de Romo (entonces Las Arenas). La
empresa ferroviaria pretendía realizar un cambio en el trazado
inicial y el 9 de Febrero de 1891 y lo justificaba en un escrito a la
alcaldía de Getxo: “...En el primer kilómetro no hay
cambios respecto al proyecto original..., a partir del
barranco que existe al fondo de la tejera de la Avanzada de Algorta,
el nuevo trazado se separa del río Gobela..., y
empieza a subir hasta la travesía de la carretera de Las Arenas a
Algorta..., de modo que con un solo paso a nivel se
salvaran ambas vías...”
La
colocación de las estacas para determinar la alineación de las vías
desde Las Arenas a Algorta, y el murallón que se iba a construir a
ambos lados, parece que invadía una de las calles, dificultando el
transito, y quién sabe si las apetencias de urbanizar la zona por
alguno de los firmantes. Así lo expresaban el 16 de febrero en una
carta dirigida a la alcaldía: “...Los que suscriben, unos
vecinos y otros propietarios de terrenos enclavados en la
jurisdicción y barrio de Las Arenas..., que se han
enterado del replanteo de las estacas para prolongar la vía férrea
hasta Plencia..., al poco de iniciarse se introduce en
una calle a la orilla del Gobela...” Entre los firmantes de
aquel escrito se encontraban Matías Romo, José Hurtado, Teodoro
Urtueta, José Manuel Aguirre y otros.
En
marzo de ese año otra carta, esta correspondiente a una sesión de
la alcaldía, era dirigida por el Alcalde de Getxo al Presidente del
Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, quien había solicitado
diferentes autorizaciones para confirmar los trabajos de dicha línea.
El escrito decía: “...Acordó el Ayuntamiento...,
contestando a su comunicación del 26 de febrero último...,
que el Ayuntamiento no puede prestar por ahora su permiso para
que se ejecuten las obras..., que corresponda a la
modificación del primitivo proyecto..., siendo para
ello preciso conocer los términos..., en que se
conceda la autorización del Ministro de Fomento...” Parece
que la compañía buscaba atajos en Madrid para ejecutar de forma más
beneficiosa las obras. Aunque la compañía justificaba su cambio
para: “...beneficiar a la parte más poblada del
vecindario..., a expensas de un aumento del gasto...”
Estas obras se iban a desarrollar entre la estación de Las Arenas y
la cuesta de Arecheta y el consistorio se oponía a que se invadieran
terrenos de propiedad pública. Al parecer existía un camino
carreteril, que se encontraba cercano al cauce del rio Gobela, que el
trazado iba a cruzar, y el consistorio autorizaba a la compañía a
cruzarlo, a condición de dejar un paso en buenas condiciones para
los vecinos y carros que venían utilizándolo regularmente.
Mientras
que el diario “El nervión” del día 25 de marzo de
1891 anunciaba: “...Han comenzado los trabajos de
construcción del ferrocarril de Las Arenas a Plencia, en el trozo
comprendido entre Las Arenas y el paso a nivel de la carretera de
Algorta y la de Plencia. Estos trabajos han comenzado con buen
impulso y es de esperar que sufran mayor todavía en vista del
entusiasmo que reina entre los algorteños, quienes han comprendido
los beneficios que ha de reportar esta línea a aquella bonita
estación de veraneo...”. El consistorio de Getxo, bajo la
presidencia de Eladio Sustacha, anunciaba el diario “El
Noticiero Bilbaino”, el día 26 de marzo de 1891, que se
hallaban a disposición de los vecinos y afectados, por el trazado
del Ferrocarril Las Arenas a Plentzia, los planos de dicha obra, para
poder presentar alegaciones.
Los
vecinos de Algorta, al parecer, no compartían plenamente esa
veraniega apreciación. Por cartas a la prensa enviadas desde la
cercana Villa de Plentzia, se podía percibir que algún sector no
minoritario del barrio de Getxo, estaba temeroso de que al perder
Algorta la condición de estación de cabecera, algunas de sus
prerrogativas (Consigna, aparcadero, etc.) podían dejar de existir,
con sus consiguientes puestos de trabajo, además de resentirse los
servicios (Balneario, Hoteles, Fondas, etc.). Decía aquel
columnista: “...Hoy, que parece ser que a los algorteños les
ha entrado la fiebre de hacer públicos en competencia los pareceres
y discrepancias que en su pueblo existen respecto al paso por él del
ferrocarril en construcción de las Arenas a esta villa...”
Parece que uno de los temores de los vecinos de Getxo, no mal
fundados, estaba en que al hacer el trazado hasta Plentzia, la playa
de Algorta pudiera perder interés para los vecinos de Bilbao. Ya en
su comentario en “El Nervión”, un avispado
comentarista, hacía esa observación: “...la llegada del
ferrocarril a Plencia haría que esta Villa fuera la playa favorita
de los bañistas bilbainos..., haciendo que muchos
viajeros continuarán el viaje hasta esta bonita villa...,
Probablemente en el verano del año próximo oiremos pitar la
locomotora en Plencia y es de creer que dadas las excepcionales
condiciones de esta villa, la bondad de su playa y los atractivos que
al efecto se preparan, será Plencia el punto veraniego más
agradable de cuantos existen en toda Vizcaya...”
En
la próxima entrada veremos las cartas de protesta vecinal, algunas
de ellas remitidas a los diarios de la época. Al igual que haré,
repitiendo en el cuarto y último capitulo de esta entrada, paso a
indicar las fuentes de esta historia del ferrocarril de Las Arenas a
Plentzia. Expedientes
del Archivo Municipal de Getxo:
Documentación:
Código 2.5.1.1.4 Signatura 4678008, Código 2.5.3.5 Signatura
4679-10, Planos:
Código 2.5.1.1.5 Signatura 4669-12. Y diarios del Siglo XIX “El
nervión”
y “El Noticiero Bilbaino”
(http://www.liburuklik.euskadi.net).
Genial la historia de Getxo, gracias, moltes gracies
ResponderEliminar¿sabes si alguna vez se planteo hacer la linea por Leioa (Udondo-Avanzada-Casa de la Alcaldesa?
ResponderEliminarNo he encontrado nada que indique esa opción.
ResponderEliminarGracias.
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