La
anterior entrada la terminábamos con los avisos de milicianos o
personas civiles que diariamente aparecían en la prensa pidiendo
saber el paradero de sus familiares.
El
11 de junio de 1937 se produjo un nuevo viaje del Warrior (ex
Goizeko-Izarra), que salió de Santurtzi de madrugada con unos 300
evacuados, de ellos 139 niños del sanatorio de Gorliz, para San Juan
de Luz. Le dieron escolta el Resolution y 1 destructor. Regresó a
Santurce el día 13.
El
día 11 de junio el diario Euzkadi anunciaba: “...Ayer
embarcaron en el “Goizeko-Izarra” los primeros enfermitos
expedicionarios procedentes de Gorliz...”. El día 12 de
junio, el Secretario General de Asistencia Social, Sr. Bustos,
confirmaba para aquella tarde la salida del trasatlántico “Habana”,
con los niños destinados a Francia y la U.R.S.S., con rumbo al
puerto francés de “La Pallice”. Esa misma tarde
saldrían otros 300 niños a bordo del vapor “Ploubazlanec”,
un barco fletado por el socorro Rojo Internacional. Este viaje del
“Habana” fue el último que realizó el
trasatlántico. Llevaba a bordo 4.500 niños, más las personas
auxiliares 215 maestros y 15 sacerdotes; en total realizaría 6
viajes con evacuados. Desde “La Paulliac” 1.500 de
aquellos pequeños serían conducidos hasta “Leningrado”,
siendo trasladados desde este puerto hasta las poblaciones de Crimea,
Odessa y la capital Rusa, Moscu. El “Habana”
realizó un total de seis viajes, todos con destino a puertos
franceses con excepción del tercer viaje que recaló en Southampton.
Fue con diferencia el barco que más niños evacuó. Según las
cifras aportadas por Jesús J. Alonso Carballés (2007, 692) en estos
seis viajes el Habana transportó un total de 22.692 refugiados de
los cuales una gran mayoría, un 70% (17.474), eran niños.
El
13 de junio de 1937 será el último viaje del Habana con
4.201 niños y 205 adultos a Pauillac y penúltimo del Warrior
con varios cientos de evacuados, incluidos otros 131 niños del
Sanatorio de Górliz con destino a Bayona, que salen de Santurce de
madrugada; le dan escolta el Resolution y dos destructores. El 14 de
junio de 1937 el mercante Seven Seas Spray sale de Bilbao con
refugiados para Francia.
El
15 de junio de 1937, de madrugada, los destructores Císcar y
José Luis Díez salen de Santurce llevando a bordo 288
evacuados, de ellos 122 hombres en edad militar, muchos de los cuales
son importantes responsables militares que abordaron el barco sin
autorización y aprovecharon el viaje para escapar. A continuación
salen el Warrior, también con algunos escapados a bordo; el
Thorpehall, con 750 refugiados para Pauillac, y el Alice
Maríe que conduce a La Pallice a 790 personas. Los bous
Gipuzkoa, Bizkaya, Iparreko-Izarra y Gasteiz, los dragaminas y
lanchas auxiliares salen de Portugalete para Santoña y Santander
evacuando al personal y pertrechos de la Marina de Guerra Auxiliar.
También el C-2, el Torpedero nº3 y numerosas embarcaciones de todo
tipo comienzan a dejar los puertos de la ría con un buen número de
refugiados, tratando de alcanzar Santander o Francia.
Ese
mismo día se producía un histórico y desgarrador llamamiento del
primer Lehendakari Vasco D. José Antonio de Agirre y Lekube a
la resistencia, que el “Euzkadi” titulaba: “...En
defensa de la Libertad y la Patria...”. En él se decía:
“...En estos momentos de Intensa y dramática emoción me
dirijo a vosotros con el alma henchida de una fe que es patrimonio de
los vascos..., en medio del pueblo y con el pueblo y en
nombre de él os he de decir que el acuerdo firme es resistir,
resistir con ímpetu y con fe..., en pie todos detrás
del Gobierno; todos detrás de los Jefes militares, a defender en
formación cerrada este patrimonio nuestro..., no es el
momento para entregarse a optimismos de ninguna clase...,
Pueblo vasco que estás aquí concentrado y que tienes en la
villa de Bilbao el enemigo cerca sus puertas: no pierdas jamás la
fe, levanta el espíritu y unánimes en pie en estos momentos a todos
los hombres de buena voluntad. Fe en la victoria, firmeza en la
lucha. ¡Aurrera, Euskotarrak...”. En él hacía un
llamamiento a las mujeres, ancianos y niños para que buscaran
lugares que garantizaran su seguridad, lejos de aquel frente de
guerra: “...dejar el lugar sólo a los hombres, a los que
quieren defender la tierra de sus padres con todos los sacrificios
que sean precisos...”. Se anunciaba la localización de los
refugios en caso de bombardeos por la aviación fascista, y el
significado de las señales acústicas: un toque largo significaba
peligro, dos señalaban la vuelta a la normalidad. Ante la inminente
caída de Bilbao, solamente algunos pequeños vapores se atrevieron a
evacuar nuevos niños, el “Alice Marie” fue uno de
ellos, que trasportó 150 pequeños a La Rochelle.
El
16 junio de 1937 continúa la salida de pesqueros y mercantes hacia
Santander. Entran allí con evacuados los mercantes Cabo Corona,
Zurriola, Galea, Lola, Marqués de Urquijo,
Mari Elvira y Antonieta. En total llegaron por mar a
Santander unos 10.000 refugiados. Otros buques trasladaron equipos,
pertrechos y diverso material. El mercante francés Sontay
sale de Pauillac en dirección a Leningrado conduciendo 1.494 niños
vascos transbordados del Habana dos días antes. El 22, llegará a
Leningrado.
El
17 de junio de 1937 llega a Santander el Itxas-Zuri, último
buque procedente de Bilbao. Ese mismo día se hacía un llamamiento
urgentísimo para que: “...Pasen mañana, día 17 de junio,
de cuatro a cinco y media de la tarde sin falta, los padres de los
niños de las escuelas de Euzkadi que estén aún en Bilbao y que se
hallen inscritos en la colonia para Francia y también las maestras
del Departamento que están señaladas para acompañarlos...”.
Mientras, se evacuaban los ayuntamientos de Basauri, Galdakano y
Sondika. El día 18 ya se tenían violentos enfrentamientos en
Artxanda, los rebeldes fascistas llegaban al Casino.
Tras
la caída de Bilbao el 19 de junio de 1937, el 23 desde el puerto de
Santander, lugar al que habían huido miles de familias, que se
habían trasladado en ferrocarril, saldrían en pequeños vapores y
pesqueros huyendo de los fascistas. El último viaje lo realizó
desde ese puerto el vapor francés “Ploubazlanec”
con 800 niños de las Ikastolas a bordo.
Si
hacemos un resumen de las evacuaciones que se produjeron, de los
barcos que las protagonizaron y de las poblaciones a las que fueron
llevados, tanto niños como adultos, desde el mes de mayo hasta junio
de 1937, veremos que fueron más de una veintena, y sucedieron en las
siguientes fechas:
El
7 de mayo de 1937, el Goizeko-Izarra con 319 refugiados.
El
8 de mayo de 1937, y el trasatlántico Habana con 2.326. El mismo
día el Marvia lo hacía a Pauillac con 500 refugiados.
El
9 de mayo de 1937, los mercantes franceses Carimare, Château
Palmer, y Château Margaux salen con 2.000 refugiados.
El
10 de mayo de 1937, viaje del Marvia con 242 refugiados para
Pauillac.
El
12 de mayo de 1937, zarpan los mercantes británicos Thurston y
Stancourt con más refugiados para Francia.
El
16 de mayo de 1937, salen de Santurce el Habana con 3.869
refugiados y el Goizeko Izarra con 700 más, hasta Pauillac.
El
21 de mayo de 1937, el Goizeko-Izarra sale para Francia con 350
refugiados y el Habana con 4.095 más para Inglaterra. El
Goizeko-Izarra hasta Bayona, a donde llegó el mismo día, y el
Habana hasta Southampton. Allí desembarcará a sus pasajeros el día
23.
El
22 de mayo de 1937, salen hacia Le Verdon los mercantes Cabo
Corona con 1.185 refugiados, Galea con 879 y Zurriola con 759.
El
27 de mayo de 1937, salen de Santurce el Cabo Corona con 1.283
refugiados para Pauillac y el británico Kenfig Pool con otros 750
hacia Le Verdon.
El
1 de junio de 1937, el Habana sale de Santurce con 3.728
evacuados y llega a La Pallice el día 2.
El
6 de junio de 1937, el Habana vuelve a salir con 4.251 refugiados
en dirección a La Pallice.
El
11 de junio de 1937, nuevo viaje del Warrior (ex Goizeko-Izarra),
que sale de Santurce de madrugada con unos 300 evacuados, de ellos
139 niños del sanatorio de Gorliz, para San Juan de Luz.
El
13 de junio de 1937, último viaje del Habana con 4.201 niños y
205 adultos a Pauillac y penúltimo del Warrior con varios cientos de
evacuados, incluidos otros 131 niños del Sanatorio de Górliz con
destino a Bayona, que salen de Santurce de madrugada. Sale después
el mercante francés Ploubazlanec con 300 niños también para
Pauillac.
El
14 de junio de 1937, el mercante Seven Seas Spray sale de Bilbao
con refugiados para Francia.
El
15 de junio de 1937, de madrugada, los destructores Císcar y
José Luis Díez salen de Santurce llevando a bordo 288 evacuados, de
ellos 122 hombres en edad militar, muchos de los cuales son
importantes responsables militares que abordaron el barco sin
autorización y aprovecharon el viaje para escapar. A continuación
salen el Warrior, también con algunos escapados a bordo; el
Thorpehall, con 750 refugiados para Pauillac, y el Alice Maríe que
conduce a La Pallice a 790 personas.
Los
bous Gipuzkoa, Bizkaya, Iparreko-Izarra y Gazteiz, los dragaminas y
lanchas auxiliares salen de Portugalete para Santoña y Santander
evacuando al personal y pertrechos de la Marina de Guerra Auxiliar.
También el C-2, el Torpedero nº3 y numerosas embarcaciones de todo
tipo comienzan a dejar los puertos de la ría con un buen número de
refugiados, tratando de alcanzar Santander o Francia.
El
16 junio de 1937, continúa la salida de pesqueros y mercantes
hacia Santander. Entran allí con evacuados los mercantes Cabo
Corona, Zurriola, Galea, Lola, Marqués de Urquijo, Mari Elvira y
Antonieta. En total llegaron por mar a Santander unos 10.000
refugiados. Otros buques trasladaron equipos, pertrechos y diverso
material. El mercante francés Sontay sale de Pauillac en dirección
a Leningrado conduciendo 1.494 niños vascos transbordados del Habana
dos días antes. El 22, llegará a Leningrado.
El
17 de junio de 1937, llega a Santander el Itxas-Zuri, último
buque procedente de Bilbao. Desde la caída de Bilbao, las
evacuaciones se produjeron desde otros puertos del Cantábrico
(Asturias y Santander).
Parte
de la pesadilla había acabado para algunos de los refugiados. Bajo
los cielos apacibles de aquellas Bélgica, Francia, Inglaterra, Rusia
y Mexico, países de acogida, algunos de ellos aún sin frentes de
guerra, las inocentes criaturas comenzaban a olvidar los días y
noches de una guerra atroz, el ruido de las bombas, el siniestro
trepidar de las ametralladoras de los Junkers, y la horrorosa imagen
de las casas incendiadas. Pero aún quedaban días y noches con el
recuerdo de sus familias, sus casas, sus amigos, de aquel mundo que
se habían visto obligados a abandonar, forzados por un cruento golpe
de estado. Y aún faltaba por llegar la II Guerra Mundial,
protagonizada por los aliados del Golpe de Estado Franquista.
Niños
que pasaron de ser considerados como “evacuados” en
su país de origen para convertirse en “refugiados”
en el país de acogida. Según decía alguno de aquellos pequeños,
ya adulto, en Londres en el 2006: “...Somos los olvidados, no
nos dieron pasaporte, éramos “enemigos aliens”. Cuando nos
casamos en el Reino Unido Franco no reconoció nuestras bodas, pues
no eran católicas ni religiosas, y consideraron a nuestros hijos
bastardos...”. Según fuentes de la Cruz Roja en junio de
1937 salieron para Rusia un total de 3.260 niños, en febrero de 2004
todavía se contaban 239 “Niños de Rusia” como
residentes en los territorios de la antigua Unión Soviética.
Parte
de la pesadilla había acabado para algunos de los refugiados. Bajo
los cielos apacibles de aquellas Bélgica, Francia, Inglaterra, Rusia
y Mexico países de acogida, algunos de ellos aún sin frentes de
guerra, las inocentes criaturas comenzaban a olvidar los días y
noches de una guerra atroz, el ruido de las bombas, el siniestro
trepidar de las ametralladoras de los Junkers, y la horrorosa imagen
de las casas incendiadas. Pero aún quedaban días y noches con el
recuerdo de sus familias, sus casas, sus amigos, de aquel mundo que
se habían visto obligados a abandonar, forzados por un cruento golpe
de estado. Y aún faltaba por llegar la II Guerra Mundial,
protagonizada por los aliados del Golpe de Estado Franquista.
Niños,
que pasaron de ser considerados como “evacuados”
en su país de origen para convertirse en “refugiados”
en el país de acogida. Según decía alguno de aquellos pequeños,
ya adulto, en Londres en el 2006: “...Somos
los olvidados, no nos dieron pasaporte, éramos “enemigos aliens”.
Cuando nos casamos en el Reino Unido Franco no reconoció nuestras
bodas, pues no eran católicas ni religiosas, y consideraron a
nuestros hijos bastardos...”.
Según fuentes de la Cruz Roja en junio de 1937 salieron para Rusia
un total de 3.260 niños, en febrero de 2004 todavía se contaban 239
“Niños
de Rusia”
como residentes en los territorios de la antigua Unión Soviética.
Suelen
decir que la Historia la escriben los vencedores. En el caso del
“Goizeko Izarra”, el “Habana”, el
“Galea”, el “Cabo Corona”, el
“Luchana” y otros buques, las evacuaciones de los
niños está claro que también la escribieron los vencedores, o
mejor dicho, no la escribieron. Y como decía Aitor en su trabajo
!...esta es una de las intenciones más importantes a la hora
de redactarlo. Quisiera poner mi granito de arena en la ardua tarea
de dar a conocer un pasaje desconocido de la Historia, desde el punto
de vista, esta vez sí, de los perdedores, cuya voz ha sido durante
tantos años silenciada...”. Pero sus descendientes no dejaremos que eso suceda, que su memoria sea olvidada.
Algunos de aquellos niños,
regresaron. Otros nunca lo harían. Algunos se afincaron en los
países de acogida, como los 450 niños que quedaron permanentemente
a vivir en “Southampton”. Entre los meses de marzo
y octubre de 1937 fueron evacuados más de 32.037 niños vascos.
Según algunas fuentes : “...17.824 fueron llevados a
Francia, 5.130 a Belgica, 4.435 a Inglaterra, 3.291 a Rusia, 807 a
Suiza, 430 a México y 120 a Dinamarca...”. En esta
relación faltan muchos, tanto adultos como menores, que fueron
acogidos en diversos lugares, tanto de Europa como de America.
Este
trabajo tiene, entre otras fuentes, las de los periódicos bilbainos
de la época: “Euzkadi”, “El Liberal”,
“La Tarde”, “Lan-Deya”, “Lucha
de Clases”, “Unión” y el “Noticiero
Bilbaíno”; además de algún diario británico. La base de
datos “Badator”. Y como no, el trabajo de Aitor
Arrate. En la próxima entrada incluiré la relación de algunos de
los niños y adultos que salieron al exilio.
Me gustaría conocer si en el Habana del 1-6-1937 figuran entre los pasajeros las hermanas Rotaeche y las hermanas Azcarreta
ResponderEliminarMi madre Ester Vicente Rivas y mi tía Ana Vicente Rivas iban en el último viaje de "Habana" 12-13 de junio de 1937. Alguien me puede decir de que periódico es el recorte de la noticia "La evacuación en el «Habana»". Por favor.
ResponderEliminarHolaa, nosotros sabemos que nuestro tio y tia, y mi amama que nació en trayecto, viajaron a Santander y después a Francia en 1937 en junio. Sabemos que nació el 19 de junio y fue surante el trayecto, su nacimiento figura en santander. Su primer apellido es Ariznabarreta y segundo Cañamaque
ResponderEliminarBuenas trardes, soy Lydia y mi padre fue un niño de la guerra que llego a Belgica pero estoy buscando saber de que forma llego, en que barco salio. EStoy escribiendo un libro para mis hijos, he encontrado varias cosas pero tengo muchas lagunas y una de ellas es saber como llego a Belgica. Gracias anticipadas. Mi mail es el aotero21@yaho.es
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