miércoles, 19 de marzo de 2025

LAS ROMERIAS Y BAILES EN GETXO -VI-

 

Tras un tiempo en que el servicio de altavoces quedó en silencio, y por fin, gracias a las gestiones de algunos concejales, la música volvía a sonar en las plazas públicas.

El tiempo pasaba sin dicho servicio de altavoces y por fin un escrito de la Comisión de Fomento, encabezada por los Concejales Corral y De Miguel, daba luz al túnel de silencio a que la gente joven se había visto abocada: “...Se realicen las pertinente gestiones a fin de que el próximo Sábado de Gloria, comience a funcionar el servicio de altavoces en el barrio de Las Arenas, informando su propietario que dichos equipos se hallan depositados en la Plaza del Mercado...” Se referían al antiguo mercado de Las Arenas, que estaba entre las calles Nueva (Actual Ogoño) y la calle de la Estación (Actual Andrés Larrazabal) (A.M.G. 23 de marzo de 1945).

El secretario municipal de Getxo, al día siguiente, en un escrito, indicaba al Ayuntamiento, quien era el propietario de los altavoces, y cuales eran sus condiciones para la cesión del uso de dichos altavoces, así como las características de aquellos equipos: “...Se dio cuenta del material depositado en el mercado de Las Arenas: Se trata de dos equipos amplificadores, del sistema Morlen americano, con doce lamparas cada uno, capaces para dar servicio a cuatro altavoces; cuatro altavoces para cada equipo, haciendo un total de ocho altavoces; dos micrófonos de cristal, sistema americano; cuatro líneas portátiles; un quiosco portátil con sus respectivos caballetes y plataforma y una colección de unos 30 o 40 discos. Que su propietario D. Antonio García Elejalde, cedería gratuitamente con la condición de que el Ayuntamiento adquiriese los discos y sufragara los gastos de jornal de un técnico y un peón para las operaciones de instalación y retirada de los aparatos. A su vez el Sr. García plantea que una vez establecida la Banda Municipal de Música, se le deje en libertad para poder vender los equipos, salvo que el Ayuntamiento desee adquirirlos. Por lo que no tiene inconveniente en ceder en venta todo su material, aceptando la tasación que un técnico nombrado por el Ayuntamiento realice...” A continuación se detallaban los preparativos necesarios para que el Sábado de Gloria pudieran entrar en funcionamiento aquellos equipos: “...La instalación de las líneas serán por cuenta del Ayuntamiento. Se habilitará una casetas de las que posee el Ayuntamiento, que podría colocarse en la finca que en su día ocupo el Cine Rosa de Las Arenas, hasta tanto se habilite un kiosko o caseta artística...” La finca del Cine Rosa estaba situada entre las calles María Cristina y Mayor, frente a los ventanales de la Cafetería Novelty. (A.M.G. 24 de marzo de 1945).

Durante los siguientes años, hasta 1949, todos los expedientes municipales que hablaban sobre aquellos bailes de plaza, seguían con la misma matraca a cerca de la moralidad. Y con diferentes subastas a las que se presentaban vecinos de Getxo y otras poblaciones cercanas. En prácticamente todos se repetían los prejuicios que ya venían de lejos: “...Darle el mayor impulso a los bailes de plaza sin que resulten ni molestos ni inmorales; que los altavoces funcionen con música sin canto; usando música española en el 60% del tiempo; siendo la preferida pasodobles, schotis, habaneras, tangos y jotas...” Y por primera vez se hablaba de la actuación en las plazas: “...Cuando actúen en la plazas de Algorta y Las Arenas las Bandas de Txistularis y Municipal se dispondrá para los servicios de bailables de los altavoces...” (A.M.G. 30 de abril de 1945).

Aquellos servicios de altavoces era atendidos por los concesionarios Señores Teodoro Novales o Antonio García, este último informaba de que: “...Que con fecha del 13 de mayo termino la amenización de los bailes públicos con mi equipo de altavoces, que comencé el 31 de marzo (Sábado de Gloria), hasta la fecha al comienzo indicada...” (A.M.G. 18 de mayo de 1945).

A pesar de lo cual, la mirada atenta de los vigilantes de la moral y el orden en las plazas publicas, seguían dejando notas sobre la forma de entender esa disciplina en una época. Así una nueva carta dirigida a la Alcaldía de Getxo por parte de, los que firmaban como “Jóvenes de Acción Católica”, que viendo casos anteriores, lleva a la conclusión de que seguramente fueran inducidos por los párrocos de los distintos barrio de la Anteiglesia, esta misiva exigía la observancia de las normas: “...Los que suscriben Jóvenes de Acción Católica de los distintos centros de este Municipio solicitan: Que habiéndose establecido por esa Corporación el baile a lo suelto en plazas públicas, tan requerido por nuestras autoridades eclesiásticas como sustitución a los bailes actuales, veríamos con agrado que tanto en los bailes de los domingos como en fiestas y verbenas, se suspendieran los altavoces, lo mismo que se hace cuando toca la Banda Municipal.

Así mismo hemos observado que por los citados altavoces se continúan interpretando, piezas con letra, y que tenemos entendido a sido prohibido recientemente por al autoridad gubernativa. No dudamos entienda nuestras sugerencias para la defensa de las buenas costumbres...” Firmaban aquel escrito las JOC de Las Arenas, Romo, Algorta y San Ignacio (A.M.G. 1 de agosto de 1945).

Lo que llevaba al Alcalde de Getxo a apercibir al concesionario Sr. Novales de las consecuencias que pudieran derivarse de volver a incumplir dicha normativa (A.M.G. 31 de agosto de 1945).

Habían transcurrido casi seis meses, cuando el empresario responsable de ofrecer música en la plazas públicas D. Teodoro Novales Campomar, dirigía un escrito al consistorio de Getxo en el que exponía: “...En el año 1945 la situación se ha tornado extremadamente difícil para el mantenimiento de este servicio, debido a la baja asistencia de juventud en estas plazas de Las Arenas y Algorta, causada por restricciones en el suministro de energía eléctrica, el aumento de los impuestos de la Sociedad de Autores y Protección de Menores. Algunos municipios han acordado bonificar a los concesionarios, yo no solicito esto, si no que se me permita, ya que los días van alargando su duración, alargar la hora de finalización de los bailes, que actualmente es a las nueve y media de la noche, ya que debido a esto último los jóvenes se marchan a otras plazas cercanas, como Portugalete, que dispone de un horario más prolongado, por los que vemos que nuestra juventud se aleja de sus casas y familiares, y que al ser menos vistos por ellos se contagian de costumbres desfavorables, llegando más tarde a sus casa ante el descontento de sus padres. Muchos padres reconocen que una represión excesiva a la juventud les lleva a concentrarse en lugares solitarios. Por todo ellos solicito se me conceda una hora para finalizar los bailes más adecuada...” (A.M.G. 25 de enero de 1945).

Tras meditar el Ayuntamiento de Getxo el contenido de aquella carta acordaba: “...Conceder a D. Teodoro Novales la ampliación del horarios de finalización de los bailes, permitiendo que los mismos duren hasta las diez de la noche en lugar de hasta la nueve y media como en la actualidad...” (A.M.G. 1 de febrero de 1946).

Otros motivos, ajenos al concesionario, provocaban que los bailes, y con ello la diversión de aquella juventud, fueran suspendidos. Las causas eran debidas a épocas de extremada religiosidad y poca permisividad: “...El suscrito D. Teodoro Novales, concesionario de los bailes al aire libre en la Anteiglesia de Guecho, expone: Que con fecha del 30 de marzo del presente, recibí un oficio de la Guardia Municipal, en el que se me comunicaba el acuerdo de ese Ilustre Ayuntamiento, por el que se suspendía el baile al aire libre desde el día 31 de marzo hasta el 21 de abril, con motivo de la proximidad de la Semana Santa...” Claro que ante la petición, de que para no gravar sus ingresos como concesionario, se le eximiera del pago durante esos días, el Ayuntamiento le contestaba: “...Que dentro de las condiciones del contrato firmado por usted figuraba la de que: Suprimir las audiciones a partir del cuarto domingo de Cuaresma hasta el Sábado de Gloria...” (A.M.G. 26 de abril de 1946).

Durante el mandato de Juan Bautista Merino Urrutia, en 1946, volvían a salir a subasta aquellas concesiones, con los mismos horarios, solo que la finalización de los bailes volvía a las nueve y media de la noche. Y las interrupciones de los mismo, volvían a chocar con la inevitable Sema Santa. Por lo que el concesionario D. Teodoro Novales renunciaba a continuar con unas condiciones que le impedían mantener a su familia. Tras salir a subasta el servicio la puja quedo desierta. (A.M.G. 13 de mayo de 1946).

En junio de 1946, nuevos concesionarios trataban de entrar el liza, se trataba: “...Una proposición de varios miembros de la Banda de Música, otra de D. Teodoro Novales y una tercera de D. Luciano Reguera. El Ayuntamiento optaba por la presentada por este último que decía: Siendo por cuenta del interesado todos los impuestos, pago de la energía, discos, instalación y atención del equipo, ofrece el 60% de de la recaudación deduciendo el salario de los cobradores, corriendo por cuenta del Ayuntamiento la habilitación del local para para la instalación de todos los aparatos, concediendo durante un año a este el servicio de altavoces en la vía pública...” (A.M.G. 5 de julio de 1946). En un acta firmada por el Alcalde de Getxo D. Juan J. Bautista Merino, el 8 de julio el Ayuntamiento acordaba: “...Que a la mayor brevedad se haga desaparecer la caseta que tiene instalada para el servicio de altavoces en la plaza del Puente de Las Arenas...” (A.M.G. 8 de julio de 1946).

Días más tarde, el concesionario D. Luciano Reguera dirigía un escrito al Ayuntamiento de Getxo: “...El que suscribe D. Luciano Reguera Cuesta, domiciliado en Las Arenas en la calle Paulino Mendivil 8, expone los siguiente: Visto el pliego de condiciones para el servicio de altavoces, me parece bien, pero desearía cambiar el horario de las actuaciones por el siguiente: Primera época de 18:00 a 23:30 de la noche, segunda época de 17:00 a 22:30 de la noche.

También que se nos autorizara a actuar simultáneamente en Las Arenas y Algorta, durante la época que actúa la Banda de Música, los sábados y domingos...” (A.M.G. 19 de julio de 1946).

Algunos actos de carácter religioso restringían los días de actuación concedidos a D. Paulino Reguera: “...Que habiéndose perjudicado mi presupuesto por las ordenes emanadas de esa Alcaldía, por las cuales se nos prohíbe actuar durante los días 27 y 30 de noviembre y 1, 4, 7 y 8 de diciembre de 1947 por celebrarse las Santas Misiones en Portugalete, y los días 28 de febrero y 2, 7, 9 ,14 y 16 de marzo pasados en la plaza de Algorta por los Santos Ejercicios Espirituales en la Iglesia de San Nicolás de Bari, se nos deduzca la cantidad de 2.000 pesetas del presupuesto anual...” (A.M.G. 15 de abril de 1947).

En la próxima entrada de esta serie, sobre las romerías y bailes en Getxo, veremos las dificultades que los concesionarios del servicio de altavoces tenían para cumplir con lo ordenado por las autoridades municipales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario