Continuando con esta historia de las Romerías y Bailes en Getxo, vamos a ver como afectaban determinadas celebraciones religiosas a la celebración de los mismos, algunas de las circunstancias, que a ojos de quienes mandaban, los hacían poco recomendables y los lugares donde se solían celebrar:
Era la primera década del Siglo XX, y al pleno municipal del 19 de febrero de 1914, llegaba una propuesta relacionada con el baile durante la Cuaresma: “...Solicitamos se acuerde autorizar el baile durante la Cuaresma. Tras ser puesto el asunto a discusión entre los Concejales. El Presidente, en vista de que no se llegaba a un acuerdo, sometió el mismo a votación, acordándose por mayoría que no hay bailes, ni los sábados, ni domingos durante el periodo cuaresmal...”
Algunas modalidades de baile, a finales del Siglo XIX, no parece que fueran bien aceptadas por algunos sectores de la población. Incluso en algún caso eran llamados despectivamente “Bailes Tanques”, forma peyorativa que hacía referencia a algunas prácticas que en ciertos salones con reducido grupo de participantes, en los cuales con música de piano de manubrio, era realizados por algunas “pupilas” con sus clientes: “...Se da cuenta de la moción de D. Serafín Laucirica y Victoriano Diliz proponiendo el Ayuntamiento la supresión de los corrillos de baile denominados “Tanques”. Y que solamente se baile al son del Txistu y tamboril, música que se halla subvencionada por el Ayuntamiento, por ser esta suficiente para la diversión de la juventud y distracción del público, así como para atraer a los forasteros...” Acordaba el Ayuntamiento y certificaba el Secretario Municipal: “...Que el Ayuntamiento en sesión de hoy, acuerda la supresión de los bailes de corrillos designados con el nombre de “Tanques”...” Aquel acuerdo era registrado por el Negociado de “Solemnidades y festejos”. (Expediente de Romerías del A.M.G. Código 2861 Signatura 2047-32 del 8 de febrero de 1918).
Algunos de aquellos bailes se celebraron en sociedades particulares, en festividades del año, tales como las fiestas de Carnaval, los mismos eran autorizados por el Gobierno Civil y Ayuntamiento. Tal era el caso del Casino de Las Arenas: “...El miembro de la Junta Directiva del Casino de Las Arenas, D. Pedro Lejarreta, solicita se le conceda permiso para celebrar un baile en los locales de dicha sociedad, a las diez de la noche de domingo día 6 de noviembre, el cual será amenizado por un sexteto...” (Expediente de del A.M.G. del Casino de Las Arenas. Código 2861 Signatura 2176-15 del 4 de noviembre de 1927).
En los años 20 del pasado Siglo XX, las verbenas y romerías eran recogidas por la prensa bilbaína, en muchos casos se trataba de actos de beneficencia, que nos dejaban el dato de cuales eran las orquestas que tocaban en uno de los establecimientos hosteleros de Ereaga. En el apartado “De Bilbao al Abra” contaban: “...La Verbena Benéfica.- Esta noche se celebrará la gran verbena, a beneficio del Hospital-Hospicio. Se espera que los amplios locales de Igeretxe, estarán totalmente llenos y de que la fiesta se prolongará basta muy tarde, alternando en el estrado, para que la gente joven baile sin cesar, con la Banda Municipal que tan acertadamente dirige el señor Gainza , con el sexteto “Paulino”. Bueno será recordar que habrá servicios de tranvías cuando la verbena se dé por terminada....” (El Noticiero Bilbaíno del 9 de septiembre de 1927).
Otras orquestas actuaban en el Balneario de Igeretxe, su actuación era recogida por otro diario: “...La Verbena de anoche en Igeretxe.- A beneficio del Hospital Asilo de Guecho se celebro anoche en el Balneario Igeretxe. Los salones y terrazas del edificio, adornados con verdadero gusto, estaban abarrotados por la aristocracia vizcaína, destacando las damas ataviadas con preciosos mantones de Manila. La orquesta “Elola” interpreto, con su habitual pericia los bailables, que duraron hasta las primeras horas de la madrugada, en que se inicio el desfile...” (La Tarde del 10 de septiembre de 1927). Otra de las orquestas que actuaron en aquellos salones fue “La orquesta Nicolau”. (La Tarde del 10 de septiembre de 1928).
Una idea de la acogida que por parte del publico tenían aquellas verbenas, tanto en el interior del balneario como en el exterior, nos la daba, durante las fiestas de San Nicolás en Algorta, en su primera plana el mismo diario: “...La Fiesta de San Ignacio, con su romería, vino a congestionar más aún aquel espléndido lugar algorteño...” Diario que en su primera plana ofrecía una fotografía, en la que aparecía completamente abarrotado aquel espacio festivo. (La Tarde del 1 de agosto de 1929).
Sobre el ambiente de aquellas verbenas, en la siguiente década, contaba el diario deportivo “Excelsius”: “...La temporada de Igeretxe ha sido espléndida. Todos los miercoles y sábados se han celebrado bailes...” (Excelsius de 16 de octubre de 1932). Una pista de quien era el organizador de aquellas veladas veraniegas nos la facilitaba el mismo diario un año después: “...De la verbena se van a encargar los Elola, insustituibles en toda verbena que tenga un poco de categoría. La verbena de Igeretxe, que se suele celebrar todos los años por estas fechas, ha sido organizada siempre por Sagu Aburto...” (Excelsius de 16 de septiembre de 1933).
En 1935 salía a concurso la adjudicación de los puestos de acordeón en las plazas municipales, que iban a actuar en los intermedios de la Banda Municipal. A dicho concurso acudieron algunos músicos de la comarca, entre ellos algunos vecinos de Las Arenas y Algorta: “...El Ayuntamiento de Guecho acuerda pasar a estudio el informe de la Comisión de Gobernación, a propuesta del Sr. Eguizabal, sobre que al trasladarse a Las Arenas las actuaciones de la Banda Municipal debiera de subastarse la actuación de los corros de baile por medio de altavoces....” (A.M.G. 4 de mayo de 1935). A continuación la Comisión de Gobernación y Policía proponía al Ayuntamiento: “...Reunida esta Comisión con asistencia de los Sres. Muguerza, Amann y De Miguel, acuerda proponer al Ayuntamiento la salida a subasta libre, ósea entre los acordeonistas, la concesión de los puestos de acordeón, en los intermedios de las actuaciones de la Banda Municipal, que en determinados casos habían solicitado la instalación de aparatos de radio con altavoces...” Era Presidente de dicha Comisión D. Prudencio Muguerza. (A.M.G. 14 de mayo de 1935). No obstante, la instalación de altavoces, según el criterio de la mayoría de los miembros de la Comisión: “...No es aconsejable, ya que tales aparatos han de causar molestias al vecindario , como se tiene ya antecedentes de la vecina Villa de Portugalete, por lo que por mayoría acordamos proponer la denegación de esos altavoces de radio...” (A.M.G. 11 de junio de 1935). La propuesta de la comisión fue la siguiente: “...Los puestos de acordeón y pianillos se realizarán bajo las siguientes condiciones: Los corros se establecerán en las Plazas de la Constitución (actual San Nikolas de Algorta) y Sabino de Arana (actual Bizkaiko Zubia). Se adjudicaran al mejor postor, dando preferencia a los vecinos de esta localidad. Los adjudicatarios se comprometerán a prescindir en todas sus actuaciones del llamado “jazz-band”...” (A.M.G. 14 de junio de 1935).
El Ayuntamiento de Getxo anunciaba la salida a subasta el día 17 de junio de 1935. A dicha subasta acudieron varios músicos, entre ellos los vecinos de Getxo: “...D. Lucio Goicoechea de Algorta, por quien firmaba por orden D. Tomás Arondo, solicitando el puesto de acordeón para la Plaza de Sabino Arana de Las Arenas por un precio de 705 pesetas.
D. Blas Reguera de 45 años, vecino de Las Arenas, quien desea obtener permiso exclusivo para amenizar con corro de acordeón los días de fiesta, y ofrece 1.120 pesetas por el permiso para una año.
D. Mariano López Alonso, vecino de Las Arenas, quien desea amenizar los intermedios con pianillo o acordeón por al cantidad anual de 1,327 pesetas.
Jesús Molero Argumosa, domiciliado en la calle Achecolandeta de Algorta, quien desea amenizar los bailables, durante los descansos de la banda, con un pianillo o manubrio nuevo, en las Plazas de Algorta y Las Arenas...” También se presentaron para la animación de dichas plazas, durante los días de fiesta: “...D. José María Rodríguez de Sestao, D. Víctor López de Santurce, D. Jesús de Lafuente de Sestao, D. Celestino Rodríguez de Bilbao y D. Tiburcio Feijoo Caballero de Portugalete. Finalmente el Ayuntamiento de Guecho acuerda: Que entendiendo que la mas favorable para los intereses municipales es la causada por el vecino de Las Arenas, D. Mario López, proponemos se adjudique a dicho señor el concurso de referencia...” (A.M.G. 1º de julio de 1935). A pesar de lo cual también hubo alguna discrepancia en aquella adjudicación, como la del edil Sr. Lecanda, quien afirmaba que: “...Me opongo a la adjudicación de estos corros de baile por considerarlos impropios para un Pueblo de la categoría de Guecho...” (A.M.G. 6 de julio de 1935). Además el Ayuntamiento de Getxo expresaba su deseo de que el concesionario: “...Utilice para animar los corros de baile, teniendo en cuenta la tradición de esta localidad, como instrumento el acordeón. Lo manda y firma el tercer teniente de Alcalde D. Justo de Zabala Sarria...” (A.M.G. 27 de febrero de 1935).
Había otra propuesta que también fue denegada por el Consistorio para amenizar los corros de baile mediante “Jazz-Band”, que al parecer era música del tipo foxtrot u otros ritmos llegados de la música Americana de moda en aquellos tiempos. Los datos relativos al año 1935 están extraídos del documento: (Puestos de baile a base de acordeón. Expediente del A.M.G. Código 2874 Signatura 3148-2).
La alegría de aquellas verbenas se vería truncada por el Golpe de estado de 1936. Según escribía en un diario que fue encontrado en el Balnerario de Igeretxe años más tarde. Describía aquel diario algunos pasajes desde el 13 de julio hasta el 31 del mismo mes, en ellos básicamente venía a decir: “...Julio, lunes 13 magnifico día de verano. Matan a Calvo Sotelo. A partir de ese día se sucederán los acontecimientos: El día 16 se suspende la Verbena de Jolaseta. Sábado, 18. Amanece gris y sigue todo el día de la misma. Levantamiento revolucionario fascista. Martes, 21. La revolución continua con gran confusionismo. Damos de comer a milicianos. El día 31, San Ignacio, el autor del diario apostilla lacónicamente; “Muy buen día, pero tristísimo sin fiesta”. El tañer de las campanas y el alegre explosionar de cohetes y volandas, es sustituido por el estruendo mortal del cañón y la metralla. La fiesta cede su sitio a la muerte. La guerra ha comenzado...” (Periódico Galea de noviembre de 1984).
A partir de ese momento vendrían días grises con olor a muerte que durarían 40 años. En la próxima entrada iremos viendo como eran aquellos encuentros de juventud, tras el final de la Guerra.
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