domingo, 26 de mayo de 2019

EL FERROCARRIL ECONÓMICO DE BILBAO A LAS ARENAS



Al Ferrocarril Económico de Bilbao a Las Arenas ya he dedicado varias entradas: “Estación de Las Arenas” (2011), “Los ferroviarios en Las Arenas” (2013), “1888-La memoria del Ferrocarril Bilbao-Areeta” (2014), “El camino de hierro entre Areeta y Plentzia” (2014), “Las discusiones del ferrocarril” (2016), “Los ferroviarios, las estaciones” (2016), “Los ferroviarios, sus maquinas y accesorios” (2016), “Se acabó el carbón” (2016), “La inauguración del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas” (2019). He ido recogiendo todo los relacionado con el ferrocarril de la margen derecha y sus gentes. Esta nueva entrada surge a partir del “Anuario de Ferrocarriles Españoles” de 1895. Voy a recoger algunos datos referidos a este medio de locomoción, que vendrán a completar su paso por nuestro Pueblo.

Entre mediados y finales del Siglo XIX y comienzos del XX se publicaron la “Gaceta de los Caminos del Hierro” y el “Anuario de Ferrocarriles Españoles” que hoy nos aportan datos para conocer cómo eran aquellos inicios del transporte entre Bilbao y Getxo.

La “Gaceta de los Caminos del Hierro” comenzó a publicarse el 27 de abril de 1856 siguiendo los modelos franceses. Fue una de las publicaciones pioneras que se especializaron en sector ferroviario en la Península Ibérica hasta el final de su existencia, en 1936. En él se nos ofrecía amplia información sobre las compañías, horarios, circulación, avances técnicos y materiales y también sobre asuntos sociales e históricos.

El “Anuario de Ferrocarriles Españoles” fue una publicación cuya primera edición aparece en 1893, editándose anualmente hasta 1935. Una especie de reedición de guías americanas en las que se incluían estadísticas, datos financieros o industriales de las compañías de ferrocarriles. En dicho anuario se incluían recorridos de trenes, estaciones, número de viajeros, consejos de administración, número de empelados y jefes de estaciones. El anuario estaba conceptuado como una fuente básica para el conocimiento y evolución del sector ferroviario. Tras el comienzo de la guerra de 1936 dejó de publicarse.

Este anuario nos permite hoy en día recordar algunos hechos relevantes, respecto de la futura llegada del ferrocarril a Getxo:

En setiembre de 1872 ya se hablaba en la “Gaceta de los Caminos del Hierro”, que era una publicación periódica que nació en Madrid en 1856, de la conveniencia de establecer un ferro-carril de Bilbao a la Avanzada de Algorta:

...Cuando el año pasado, hacia esta misma época, iniciaron algunas personas de Bilbao, la idea de la construcción de un ferrocarril que, recorriendo toda la margen derecha de la ría y uniendo Bilbao con sus fondeaderos y las extensas y magníficas playas de baños de la misma orilla, que convirtiera a la Villa invicta en un verdadero puerto de baños. La idea fue recibida con frialdad, porque se consideraba que una línea férrea de Bilbao a la Avanzada de Algorta, exigiría sacrificios extraordinarios.

Mas no por eso desmayaron los iniciadores de este pensamiento, convencidos de que había llegado el momento para Bilbao de comprender que los medios de comunicación existentes, debían de considerarse en el año de 1871, como se consideraron las carrozas después de establecidos los ómnibus y vapores, y que un interés imperioso y urgente para la Villa indicaba la necesidad y conveniencia de establecer una vía más cómoda y rápida entre Bilbao, sus fondeaderos y playas.

Pero así como las carrozas tuvieran sus días de gloria, para caer después en el olvido, así el progreso de nuestros días y el cambio que se observa en nuestras costumbres, exigen de consumo otro medio de comunicación más cómodo y más rápido que el de los ómnibus y vapores...”


Cuando todavía en 1881 se autorizaba la transferencia del tranvía de Bilbao a Las Arenas, a favor de una Compañía anónima de este nombre, ya empezaba a fraguarse la construcción de un ferrocarril de Bilbao que tuviera su terminación en Las Arenas. Por ello conviene recordar cómo éste nace a partir de una Real Orden que el 10 de junio de 1883 publicaba “La Gaceta de los Caminos del Hierro”:

...MINISTERIO DE FOMENTO. REAL ORDEN:

Vista la ley especial, fecha 18 de Mayo último, Cuyo art. 1.° autoriza á D. Ezequiel de Aguirre y Labroche para construir sin subvención directa del Estado un ferro-carril de vía estrecha que, partiendo de Bilbao, termine en el barrio de las Arenas, jurisdicción del Ayuntamiento de Guecho: Visto el expediente instruido a instancia del interesado para los efectos de la expresada ley:

Visto el pliego de condiciones particulares aprobado por real orden de 15 de Agosto último y aceptado por el peticionario para la concesión de la línea de que se trata; S. M. el rey (Q. D. G.) ha tenido a bien otorgar al precitado D. Ezequiel de Aguirre y Labroche la concesión del ferro-carril de vía estrecha que, partiendo de Bilbao, termine en el barrio de Las Arenas, jurisdicción del Ayuntamiento de Guecho; entendiéndose otorgada esta concesión con sujeción al pliego de condiciones aprobado para la misma por real orden fecha 15 de Agosto último.

LEY QUE SE CITA:

D. Alfonso XII: por la gracia de Dios rey constitucional de España; a todos los que la presento vieren y entendieren sabed: que las Cortes han decretado y nos sancionado lo siguiente:

Artículo 1.° Se autoriza á D. Ezequiel de Aguirre y Labroche, vecino de Madrid, para construir sin subvención directa del Estado un ferro-carril de vía estrecha que partiendo de Bilbao, termine en el barrio de Las Arenas, jurisdicción del Ayuntamiento de Guecho.

Art. 2.° Este ferro-carril se declara de utilidad pública y con derecho a la expropiación forzosa, así como al aprovechamiento y ocupación de los terrenos de dominio público.

Art. 3.° Se construirá con arreglo al proyecto que se apruebe por el misterio de Fomento según los estudios presentados en dicho centro, que han sido acompañados de la fianza del 1 % del importe del presupuesto.

Art. 4.° Esta concesión se entiende por 99 años y con sujeción a la legislación vigente.

Dado en palacio a diez y ocho de Mayo de mil ochocientos ochenta y tres.—Yo el rey.—El ministro de Fomento Germán Gamazo...”

En 1884 la misma Gaceta decía el 27 de julio: “...Se ha constituido en Bilbao, con el titulo de “Compañía del ferro-carril económico de Bilbao a las Arenas”, una Sociedad anónima para construir y explotar un ferro-carril que, partiendo de Bilbao (San Agustín) se dirija por Deusto, Luchana, el Desierto y Aspe a Las Arenas (Guecho). El capital social será de un millón de pesetas...”

Cómo decía al principio en el “Anuario de Ferrocarriles Españoles” de 1895, se recogían algunos datos pertenecientes a dicho ferrocarril, que figuraba como “Ferrocarril Económico de Las Arenas a Plencia”:

...Su domicilio social estaba en Las Arenas. Su capital al 31 de diciembre de 1894 estaba repartido en: Acciones 503.000 pesetas, Obligaciones 800.000 pesetas y Subvenciones 147.368,20 pesetas.

Su número de viajeros se dividía en tres clases: Los de primera clase 9.996 viajeros, los de segunda 18.030 y los de tercera 99.803 viajeros, lo que suponía un total de 127.829 viajeros al año; por los que la compañía obtenía unos ingresos de 68.919,10 pesetas.

Este ferrocarril transportaba a pequeña velocidad un total de 14.785 toneladas anuales.

Su consejo de administración estaba formado por: Presidente D. J. Luis de Villabaso, tenía cuatro vocales D.José María de Aramberria, D.Enrique de Diego, D. Ramón de la Sota y D. Juan Tomas de Olaguibel; como tesorero figuraba D. Francisco Rasche y Sagarduy.

Su personal principal estaba compuesto por: Un secretario contador D. Teodoro R. de Erenchun, Jefe de movimiento D.Eusebio Muro, Sobrestante D. Pablo Sagastasola y como auxiliar D. Francisco Larrazabal.

Sus jefes de estación eran: En Las Arenas D. Isidoro González, en Plencia D. José del Busto y en Algorta D. Gabriel Guinea...”

Dos años después, en 1897 su número de empleados llegaba a los 39. Y había pasado a mover un total de 18.348 toneladas al año. Su número de viajeros ya alcanzaba los 129.711.

Para 1898 su número de viajeros había disminuido hasta los 126.492. El número de toneladas transportadas también había disminuido pasando a ser 16.445. Respecto de sus jefes de estación solamente había cambiado el de Las Arenas, puesto que fue cubierto por D. Eusebio Muro...”

La Gaceta de los Caminos del Hierro, un poco más tarde, el 22 de septiembre de 1872 decía respecto al ferrocarril y nuestras playas: “...A todos los viajeros que nos visitan los obsequiamos con un paseo a las Arenas o Portugalete, donde se respiran las frescas brisas del mar y se presencia el animado y pintoresco espectáculo, cuya vista ofrecen muy pocos puertos de baños. Sustituidas las carrozas que en su tiempo fueron de gran utilidad y quizá el asombro de nuestros padres, por los vapores de la ría y los ómnibus, los vizcaínos no dejaron de aplaudir por los medios de comunicación que les permitieran realizar ese agradable paseo, con más celeridad. Pero así como las carrozas tuvieran sus días de gloria, para caer después en el olvido, así el progreso de nuestros días y el cambio que se observa en nuestras costumbres, exigen otro medio de comunicación más cómodo y más rápido que el de los ómnibus y vapores. En el los forasteros, podrán con toda comodidad visitar las playas de baños sin violentarse con un verdadero viaje, que hasta ahora realizaban expuestos al calor, al polvo y a la lluvia...”


En su publicación del 20 de julio de1920 decía respecto de nuestro Pueblo: “...La metrópoli vizcaína, dotada de nuevas industrias en curso de desenvolvimiento, transformada en puerto comercial oceánico, casi exclusivo, con su pintoresca playa de Guecho, la Biarrit del norte, es por excelencia un irradiador de turismo veraniego...” Y recordaba el 1 de febrero 1925 que: “...En Junta general se autorizó al Consejo de Administración de esta línea para electrificar el recorrido Bilbao a Algorta, cuyo presupuesto de obras se calcula en cuatro millones de pesetas. Se espera que para el próximo verano esté terminada y en servicio la electrificación. Parece ser que han inclinado el ánimo de esta mejora consideraciones de distinto orden, principalmente la anexión de Deusto a Bilbao y el considerable aumento de población de Guecho, que lleva consigo mucho mayor tráfico por la mencionada línea…”

Hasta aquí unos datos que nos acercan a cómo fueron los inicios de aquel medio que vino a revolucionar el transporte de personas y mercancías en la margen derecha de la ría del Nervión, trayendo visitantes a nuestros barrios en la época dorada, cuando los balnearios hacían furor entre la élite económica del País.

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