Los
tamarindos de Churruca, esa especie de árboles, que curiosamente son
de origen tropical y que ocupan laderas y parques a lo largo de
Getxo, fueron plantados en la plaza de Evaristo Churruca por las
manos de unos pequeños escolares durante la celebración de la
“Fiesta del Árbol”, en 1929.
Fiesta
de vieja tradición, que en muchos lugares del mundo terminó por
institucionalizarse como una actividad escolar recibiendo el nombre
de “Fiesta del Árbol”. Desde Nebraska, país que
instauró la celebración del “Arbor Day” por
primera vez un 10 de abril de 1872, pasando por Cincinnati (Ohaio
1882), Irlanda (1904), Noruega (1910) y más cerca, Deusto, en
febrero de 1899. Tendrían que pasar 57 años para que una imagen de
esa fiesta tuviera lugar en nuestro pueblo de Getxo. Esta tradición
se siguió practicando en las primeras décadas del siglo XX.
Fiesta
que, como si fuera un remake de cuando Máximo Aguirre empezó a
urbanizar la zona de Baños de Mar Bilbainos para fijar las tierras
del barrio de Areeta-Las Arenas y llevó a los niños del barrio, en
1929, a celebrar dicha actividad. Eran las cuatro de la tarde de un 7
de marzo cuando se concentraron los alumnos de las escuelas públicas
y privadas con sus respectivos maestros en la que luego iba a ser la
Plaza de Evaristo Churruca. Celebraban a la vez la Fiesta del Árbol
y la de la Mutualidad Escolar (Institución fundada en París en 1881
por un filántropo llamado Cavé). El régimen de mutualidad escolar
fue regulado en el Estado por un Real Decreto del 7 de julio de 1911.
En
la Fiesta, ligada a la actividad escolar, se solían servir meriendas
a los niños participantes, (dicen que la merienda era opípara
!seguro que dependía de la zona en la que se celebrara).
Como
era preceptivo en la época (Dictadura de Primo Rivera) los alumnos
fueron acompañados por autoridades civiles, militares y
eclesiásticas. La fiesta fue amenizada por la Banda de Música
Municipal de Getxo, que acompañó a un coro mixto de escolares. A
los niños se les entregó una libreta de Ahorro Escolar con un sello
de 50 céntimos, donación de la “Caja de Ahorros Vizcaina”.
Después, un grupo de niños y niñas previamente seleccionados,
procedieron a la plantación de cincuenta tamarindos.
En
la actualidad y a lo largo de los años, esta fiesta se ha venido
celebrando por la comunidad de escolares de Getxo, como la celebrada
en el parque de Malakate en 1980, cuyas fotos podemos ver sobre estas
líneas.
Hasta
aquí un pequeño relato que nos lleva a pensar que quizá gracias a
aquellos pequeños, hoy podemos disfrutar de la sombra que nos
ofrecen esos casi centenarios árboles, que ornan esta espléndida
plaza de Churruca y que podemos ver en la fotografía que acompaña
al encabezamiento de esta entrada.
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