jueves, 5 de febrero de 2015

LA TORRE DEL MORO


La vida del mobiliario urbano, de los elementos arquitectónicos que nos acompañan, va con el paso de los años desapareciendo o, con suerte, se les traslada a otras localizaciones sin que el grueso de los que vivimos en los barrios, conozcamos su pequeña historia, incluso su existencia. “La Torre del Moro” de Algorta es un ejemplo de ello. La construcción, el lugar en el que estuvo localizada, su actual situación. Los que la conocieron, se preguntan ¿Qué fue de aquel recuerdo de nuestra niñez?.
 
Pues bien. La torre se encontraba detrás de la zona que en su día ocupó el antiguo cementerio de Algorta (La Campa del Muerto) y estaba situada casi en la confluencia de las actuales calle Jaime Morera y Telletxe. Era de forma cilíndrica, se hallaba junto a una pequeña caseta, que fue lugar de juegos y confidencias de muchos chavales de Algorta. Torre, columna o monolito coronado por un basamento con una bola, y bajo ella un reloj de sol. Formaba parte de una construcción, de la que en los años 60, tan solo quedaban tres paredes derruidas, dentro de unas campas que en los 70 comenzaron a urbanizarse. 

 
Para visualizar cómo era la zona en la época sirva la fotografía inferior y una pequeña descripción: Estaba situada debajo de la casa de los Barreiro (junto al Tenor), a la derecha de la “Campa del Muerto” (hoy Plaza del Lehendakari Aguirre), plaza que en su día albergó el antiguo cementerio de Algorta. Tras esa plaza, situada en la calle Trinidad y el caserón que albergaba entre otros a la familia Elorriaga, se hallaba un pequeño huerto en el que se celebraban las tradicionales hogueras de San Juan. A su derecha había una extensa campa en la que solían pastar las ovejas del Convento de los Trinitarios, que cuidaba un señor que se llamaba Mariano. Era lugar de siembra de trigo. 

 
A continuación, entre zarzas, en una pequeña área de forma casi triangular, entre desniveles, aparecía la torre, que aparece señalada en la foto. Se encontraba junto a una pequeña edificación de dos plantas; ambas tenían puerta de acceso, una desde los huertos de ovejas y otra en la zona inferior que era utilizada para guardar el ganado. Era de baja altura y fue utilizada como cobijo de ovejas y cerdos. Aquellas campas eran las afueras de Algorta, lugar de cita de cazadores, zona para reclamo de diversas especies de pájaros cantores, desde las que se podía divisar todo Berango, sin edificaciones que dificultaran esa bella perspectiva. En la fotografía inferior podemos apreciar la campa con las ovejas pastando. 

 
Los restos de esa columna cilíndrica, al urbanizar la zona, fueron trasladados por Cándido Arrieta y el escultor José Luis Butrón a la Iglesia de Andra Mari (Getxo), en la que se estaba realizando una minuciosa remodelación. Para realizar la reforma buscaron piedras por todo Getxo, y es en la zona de la torre, donde encontrarían losas de sillería apropiadas para aquel trabajo. Cándido, hombre de gran creatividad “...un autentico artista...”, pensó que el monolito era una cosa recuperable y no merecía la ruina, así que trasladó aquel viejo recuerdo. 

  
Hoy esos restos lucen, sin que muchos sepamos de su historia, a la vista de todos, aunque con algunos pequeños desperfectos, en uno de los laterales de dicha iglesia. Para situarla basta con mirar frontálmente hacia su fachada principal, y a su izquierda, al final de la tejavana, junto al osario del antiguo cementerio de Getxo, podremos contemplarla. 

 
  
De la original construcción de cantería, de forma también cilíndrica, se conservan su cúpula (con forma de bola) y dos tramos de la columna, que corresponden a la parte inferior y la superior de la actual. El reloj de sol que adorna la misma es una alegoría al que existió en la antigua “Torre del Moro”, solo que aquel era de construcción metálica. El actual, de arenisca, tiene sobre él una leyenda en euskera: “...Danak Jo, Askenak il...” que referida al mismo se podría traducir por: “...Todas las horas nos golpean, la última nos mata...”, quizá como recuerdo a los huesos de los difuntos del antiguo cementerio de Andra Mari, que se depositaron junto a ella. Este conjunto escultórico se une mediante una losa, que existió en la campa de la Torre del Moro, con la actual iglesia de Andra Mari. 

 
Sirvan estas pocas líneas para recuperar el rastro de esta “Torre”, y del lugar que varias generaciones disfrutaron para esconderse de la vista de sus mayores, fumar más de un cigarrillo de hojas “Arto bizarra” (hojas de maíz), liado con un triste papel de periódico o de las finas serukas de la borona, que según palabras de uno de sus asiduos: “...allí teníamos nuestro particular estanco...”, y de paso dar también satisfacción a algunos ímpetus de adolescencia, que seguro guardará en la memoria de más de un Algorteño. A algunos de sus asiduos podemos verlos en la (fotografía inferior) de 1970.


Entre esas caras conocidas aparecen: de arriba a abajo y de izquierda a derecha (Tomas Lekanda, Patxo Zarraga, Joseba Bueno, Jaime Ayo, Josetxu Lekanda, Angel Astorki y debajo Julio Jaen). Deseo agradecer la valiosa ayuda, con documentos gráficos, aportados por mi buen amigo Joserra Elorriaga (autor de las fotografías). 


 

3 comentarios:

  1. muy muy muy interesante.
    toda esa zona entre algorta y getxo
    avenida del angel
    los trinis
    telletxe piñaga

    sarrikobasoa

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  2. tengo q bajar con la cámara (o el iphone) a sacar fotos al caserío de Ibarbengoa (Iberberango? Ibertxune?) pq me temo lo peor...se va a caer o lo van a tumbar y no van a qedar ni huellas de su existencia
    por cada baserri q dejamos morir surgen 3 frías casas sin alma...
    no sé q sucede en Tosu con la estación etc etc pero sé q están llenando de cemento la zona baja de Errotatxu, Hormaza, Iberre, Uri, Zubilleta etc
    sólo nos va a qedar la campa del golf y la carreterita del faro
    nadie opina nada????

    sarrikobasoa (antes verde y bosqe, ahora cementazo y hormigón)

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  3. http://www.getxo.net/DocsPublic/servicioeuskera/euskera/IJK_197-243.pdf

    Ibarbengoa, Ibartxu, Ibertxune, Iberretxuene.............en peligro, arriskuan!

    sarrikobasoa

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