Esta
página tiene un poco sabor a nostalgia, me recuerda aquellos días
cuando ibamos a aquellas taquillas, en las que las colas eran largas,
la impaciencia mucha, y cuando por fin conseguiamos la ansiada
entrada, algunas veces nos daban los “Programas de Cine”.
Los
programas de cine nos presentaban algún próximo estreno, indicando
el día, generalmente de la próxima semana, los actores, el
director, el nombre de la productora de la película, aunque se
perdian en ellos algunos datos muy importantes, que años mas tarde,
impedirían situar aquellas películas, ya que faltaban datos tales
como, el año y mes en que se proyectaban, no asi el día de estreno
que si solia aparecer.
Los
chavales les soliamos llamar "Prospectos",
algunos solian conservarlos metidos en algun libro, mas tarde serían
documentos cinematográficos ansiados por los coleccionistas,
desgraciadamente, al igual que con la fotos y otros recuerdos, con la
llegada de la Tv, se extendió la mala costumbre de deshacerse de
las cosa viejas e inservibles, por lo que muchos de aquellos
recuerdos desaparecieron.
Es
posible y logico que a las nuevas generaciones, les cueste entender
el valor sentimental de aquellos papeles, pero si nos situamos en una
época, en que no existia la Tv, ni casi en la mayor parte de las
casas la radio, sera facil visualizar que una de las unicas formas de
diversión y de hacer amistades, no existia internet, era la de
acudir a aquellas salas de cine, donde podiamos pasar dos horas
agradables, en las que los niños solian patalear cuando llegaba la
caballeria, y ver a nuestra chica o chico preferido.
Los
cines de nuestros barrios eran el mejor antídoto contra el
aburrimiento, eran una ventana
a la imaginación, fundamentalmente
asistiamos las tardes del domingo, mas tarde empezamos con las de los
sabados, eran el lujo del pobre, si lo permitía el presupuesto,
antes de entrar comprabamos un cucurucho de castañas, en invierno, o
unas chufas en el verano, ademas de los caramelos de malvavisco si la
garganta estaba algo afónica, tambien si el hambre lo aconsejaba aquellos deliciosos panes de higos. Las pepitas llegaron mas tarde para amargar a
las limpiadoras, normalmente eran señoras de clase humilde, que tenian que dejar impolutas aquellas inmensas
salas de cine.
Aquellas
películas estaban clasificadas, para todos los públicos, para
mayores de 18 años, así que recaía en los porteros, la selección
de quienes podian acceder y quienes no, pienso que en muchos casos
permitian el acceso a los adolescentes para no perjudicar la
recaudación, al fin y al cabo era la “Censura” quien se
encargaba de las prohibiciones, de cortar las escenas que en su
estrecho criterio, perjudicaran aquella perseguida y vigilada
“moral”, que tanto preocupaba a los artifices de la dictadura.
El
Cine Arenal era uno de aquellos cines de barrio, situado el la calle
Santa Eugenia de Romo esta al final de la calle, casi en la
confluencia, con la Prolongación de Amaya, un pequeño cine que
habrio sus puertas en 1.959.
En
esta entrada incluyo alguno de aquellos “Prospectos”,
pertenecen a los año 50 y 60, la cartelera de cine es solo de una de
aquellas películas, que se anunciaban, son del “Cine
Arenal”
de Romo, mas tarde se llamaria “Cine
Bikain”,
aunque
en el prospecto ponga Las Arenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario