En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, el Ayuntamiento de Getxo, preparaba el acto de colocación de la Primera Piedra del murallón del paseo de Ereaga.
En el pasado mes de diciembre de 1897, la exportación de mineral en el Puerto de Bilbao alcanzaba cifras de relevancia, de las cuales daba cuenta la prensa local: “...Durante el pasado mes de diciembre se han exportado por el Puerto de Bilbao 288.576 toneladas de mineral. Las casa que más han exportado son: La Orconera con 48.935 y Martínez Rivas con 43.568 toneladas...” (El Noticiero Bilbaíno del 6 de enero de 1898).
Un anuncio en la prensa daba cuenta del a venta de una casería en Getxo por parte de D. Dionisio Zubiaga de Algorta, la cual tenía: “...3.416 estados de terreno para siembra, 577 de viñedo y 2.100 de monte con 150 robles (la Medida de longitud llamada Estado era en realidad una medica náutica que equivalía a 1,6718 metros)...” Esa misma prensa daba cuenta de una de las tradiciones de la llamada Epifanía: “...En estas fechas, del llamado día de aguinaldos: Los chicuelos colocaron sus zapatitos en el balcón con la esperanza de que los Reyes Magos les obsequiaran con algún regalito. Susurrase por todas partes: ¡aguinaldos!...” (El Noticiero Bilbaíno del 6 de enero de 1898).
Y es que a la hora de esperar aquellas pequeñas dadivas, ya decía la prensa en 1862, sobre los cambios que se producían en esos finales de año, entre algunos sectores ligados a los servicios: “...Está probado que la presente época ejerce una influencia extraordinaria respecto a las demás del año: Los porteros se muestran más solícitos, las criadas más complacientes, los serenos menos sordos en acudir cuando se les llama, los carteros puntuales y los maestros menos severos con los discípulos. Seria interminable la lista si nos propusiéramos hacer mención de las personas que hasta el día de reyes se nos muestran solícitas y complacientes...” (Irurac Bat del 24 de diciembre de 1862).
Resulta curioso ver algunos de los apellidos celebres, que como Compromisario para la elección de Senadores, y como vecinos mayores contribuyentes, figuraban en la Villa de Bilbao, a principios de 1898, algunos de ellos, más tarde formarían parte de los que se sentaron en nuestra Anteiglesia: “...Landecho, Solaegui, Urquijo, de la Sota, Arellano, Arteche, Allende, Echevarrieta, Real de Asua, Gandarias, Ibarra, Martinez de las Rivas, Isasi Isamendi, Zubiria, Churruca, Camiña, Coste Vildosola, Gorbeña, Lezama Leguizamon...” Los cuales formaban parte de una larga lista de celebres propietarios. Asi que nos es extraño que en el templo de los Santos Juanes de Bilbao, un eclesiástico, desde el púlpito disertara sobre: “...La necesidad de la obediencia a los poderes eclesiástico y civiles, por medio de los cuales se ejerce la autoridad de Dios...” Y la prensa afín alababa dicha subordinación a los poderes establecidos. (El Nervión del 7 de enero de 1898).
Y a pesar de que metidos en el invierno, las noticias relativas a nuestra Anteiglesia escaseaban, pareciera que los los reporteros, en esa época del año no visitaban nuestros barrios, un anuncio referido a Algorta aparecía en la prensa local: “...La Junta de Administración del Edificio del Casino de Algorta anuncia: Habiendo acordado esta administración el reparto de un dividendo de 6,25 pesetas por acción, los señores accionistas pueden presentarse al cobro en los salones del mismo, desde el 17 del presente en adelante, de 2 a 5 de la tarde. El Tesorero...” (El Noticiero Bilbaíno del 8 de enero de 1898).
Por aquellos días mientras un periódico local hablaba sobre los insurrectos en una localidad de la Habana, en Guisa, situada en el oriente de la Isla; otro periódico local hablaba sobre Conspiraciones y rebeliones en la isla de Cuba, y ofrecía una relación de las fechas de las conspiraciones y rebeliones habidas en Cuba durante el siglo XIX:
“...En 1812, y por tramar una conspiración, fueron ahorcados el negro Aponte y ocho individuos más.
En 1820, se produjo en la Habana una sedición militar cuyo instigador fue el brigadier Aldama.
En 1823 un individuo llamado Gaspar Rodríguez se sublevó en Matanzas, proclamando la independencia de Cuba.
En 1826 se abortó la conspiración conocida por «Los Soles de Bolívar».
En 1830, tramose y fue descubierta la conspiración llamada de «El Aguila Negra».
En 1835 hubo en la Habana un motín de negros.
En 1837 las Cortes españolas rechazaron de su seno a los diputados cubanos.
En 1846 tuvo lugar en la Habana el motín conocido por «Batalla del ponche de leche». En dicho año fueron fusilados en Matanzas por conspiradores once individuos.
En 1848 hubo tentativas de insurrección en Trinidad y Cienfuegos.
En 1850 desembarcó en Cárdenas, Narciso López, con una expedición de insurrectos.
En 1851 aparecieron en el Camagüey y Tunas partidas insurrectas. En ese mismo año fue ejecutado Narciso López con 50 insurrectos más.
En 1868 se dió en Jara el grito de independencia por Céspedes iniciándose la insurrección que duró diez años.
El 24 Febrero de 1895 estalló la guerra, levantándose en Baire, los cabecillas Guillermos; en Guantánamo Broocks; en Manzanillo Maeso; en Matanzas López Coloma, y en Jaguay Grande Marrero...” (El Nervión del 8 de enero de 1898).
Y ya se anunciaba de forma oficial la colocación de la Primera Piedra del muro de la playa de Ereaga: “...El próximo lunes se verificará en Algorta el solemne acto de Colocación de la primera piedra para la muralla de defensa y paseó de aquella localidad. Al acto ha sido invitado el gobernador civil...” (El Nervión del 8 de enero de 1898).
En la próxima entrada veremos como la Alcaldía de Leioa se ponía de acuerdo con nuestro Ayuntamiento de Getxo para realizar el amojonamiento de ambas localidades.
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