En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, las rotativas bilbaínas seguían dejándonos noticias relativas a los desencuentros entre los boteros (lancheros) de la ría, entre las márgenes de Las Arenas y Portugalete.
Ahora estábamos, desde que empecé esta serie en 1874, unos años más adelante, habían transcurrido 24, y nuestros barrios empezaban a cambiar, iban creciendo y nuestra Anteiglesia comenzaba a percibirlos, ya no se celebraban las Juntas Municipales en el pórtico de la Iglesia de Andra Mari, Algorta crecía tenía su Hospital Hospicio, y Las Arenas veía los comienzos de su expansión.
La despedida de aquel 1898 nos la daban alguno de los periódicos bilbaínos, en este caso y tras un año de sequía (No existen prácticamente ejemplares del año 1897), decía ese diario: “...Ayer nos toco despedir el año 1897 que ya se hundió para siempre en el panteón de los Siglos. Mala herencia deja su antecesor. Además de la cruel y sanguinaria guerra de la isla de Cuba, el País se halla agobiado por el peso de las desventuras que pesan sobre nosotros. Y quizá una de esa desventuras era la referida al Padrón de pobres, cuyo número había aumentado sensiblemente. Y eso que aquel 1897 que nos acababa de abandonar el número de buque estrados y salidos de puerto eran: De vela 468 y de Vapor 1812, por lo que podemos adivinar un gran transito por la ría...” (El Noticiero Bilbaíno y El Nervión del 1 de enero de 1898).
Que en el estado la cultura, comparada con otras actividades no tuvo gran predicamento, nos lo dejaba entrever una estadística publicada por un diario bilbaíno en 1898: “...Según una estadística oficial, existen hoy en España: 380 Teatros, 206 Salones de baile, 143 Velódromos, 2713 Juegos públicos permitidos y 219 Plazas de toros. Mientras que el número de Bibliotecas tanto públicas como privadas era de 2396, pero su uso era, según datos oficiales era relativamente bajo debido a diversos factores sociales y económicos: El nivel de alfabetización era bajo, especialmente en las zonas rurales. Las bibliotecas estaban principalmente ubicadas en las ciudades, lo que dificultaba el acceso a la población rural. No existía una cultura de lectura. En algunas bibliotecas se cobraba por el uso de los servicios, lo que también limitaba el acceso. Las bibliotecas solían tener un catálogo limitado y una oferta de servicios escasa...” (El Noticiero Bilbaíno del 1 de enero de 1898). Un prueba de alguno de esos síntomas, de algunas características de pobreza, nos la daban algunas referencias que, a lo largo de los siglos, al legar en nuestra Anteiglesia dejaban frases como: “...“no testo porque no tenia de que" , “porque no tenia sino solo su persona”, “por ser pobre de solemnidad", “por no dejar bienes algunos”, “por no tener de que y ser pobre” , “no tenia de que ni para sus obsequias”, “no hubo lugar ni de que"...” Y de que la primera Biblioteca de Getxo no nacería hasta el año 1944 en la Plaza de las Escuelas de Las Arenas.
Como decía en la entrada anterior de diciembre de 1897, el Ayuntamiento de Getxo en el pleno del 5 de enero de 1898, nombraba a un vocal de la Junta de Fabrica para la Iglesia de Andra Mari: “...Se da cuenta de un oficio del Cura Ecónomo de la Parroquia de Santa María de esta Anteiglesia, en la que el Ayuntamiento acordó el 2 de enero, nombrar al Regidor D. Pedro Beascoechea como vocal de la Junta de Fabrica de la citada Parroquia, para el bienio que comenzó el pasado 1 de enero de 1898...”
En ese mismo pleno del Ayuntamiento de Getxo se trataba sobre la necesidad de reformar el Reglamento de la Guardia Nocturna o Serenos: “...Acuerda este Ayuntamiento nombrar una Comisión para que presente un Proyecto de Reforma del Reglamento de la Guardia Nocturna o Serenos, encargando dicho cometido a los Concejales D. Santiago Diliz y D. Manuel Cámara...” El Cuerpo de Serenos veló por la seguridad de nuestro vecinos en los finales del Siglo XIX, tenían entre otras obligaciones la de gritar las horas diciendo el tiempo que hacía, desde las 11.00 horas de la noche hasta el alba.
Además, en ese mismo pleno, se trataba sobre una de las obras de gran relevancia, que se estaban acometiendo en el barrio de Algorta: “...Teniendo convencimiento de que el día 10 del actual, a las 11 en punto de la mañana, tendrá lugar la colocación de la primera piedra de las obras del murallón carretera, que partiendo de la punta de la Begoña terminará en el Puerto de Algorta, con arreglo al proyecto formado por D. Evaristo de Churruca, Ingeniero de las Obras del Puerto, acuerda este Ayuntamiento: Formar una Comisión especial en su seno, para que encarándose con la Junta de Obras del Puerto y el D. Antonio Basagoiti, vea el modo y forma más conveniente y acelerado para celebrar el referido acto de colocación de la Primera Piedra. Quedan designados para realizar dicho cometido los siguientes Concejales: D. Santiago Diliz, D. Asensio y D. Manuel Inchaurtieta...”
Finalmente el Ayuntamiento acordaba: “...Asistir en Corporación a la Misa Mayor de la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, el día de mañana 6 de enero, con motivo de la festividad de la Adoración de los Santos Reyes...”
En la próxima entrada veremos como se realizaba el acto de colocación de la Primera Piedra del murallón del paseo de Ereaga.
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