En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, se anunciaba de forma oficial la colocación de la Primera Piedra del muro de la playa de Ereaga.
En la prensa bilbaína se daba noticia de un incendio acontecido en el barrio de Las Arenas: “...Ayer tarde y por consecuencia de la caída de un hilo eléctrico, hubo un ligero incendio, en la parte superior de la casa donde se halla instalada la Central de teléfonos de Las Arenas. El incendio fué prontamente sofocado. Sin embargo sufrieron los aparatos de la Central algunos de los cuales quedaron inutilizados...” (El Nervión de 9 de enero de 1898). El 12 de junio de 1888 se autorizaba a la empresa de la red telefónica de Bilbao para instalar una sucursal en Las Arenas; la prensa comentaba que aquella noticia sería bien acogida por los veraneantes que acudían a nuestro barrio. Dicha central pudo haber estado en el 17 de la calle Mayor.
De que Algorta contaba con su propio Camposanto, y de que el mismo estaba situado en la llamada “Campa del Muerto” en la calle Trinidad, en el actual parque del Lehendakari Agirre, daban cuenta algunas esquelas, una de ellas de 1898 se refería al fallecimiento de D. Juna Bautista Cortina y Pinedo: “...Quien vivía en la Avenida Basagoiti, cuyo cadáver será conducido al Camposanto de Algorta...” (El Noticiero Bilbaíno de 11 de enero de 1898).
Y en esas fechas, contaba la prensa bilbaína, que se había inaugurado la muralla de defensa del paseo de Ereaga: “...Ayer se verificó en Algorta el solemne acto de colocación de la primera piedra para la muralla de defensa y paseo de aquella localidad. Al acto concurrieron unos 70 invitados, los cuales fueron obsequiados con un banquete. A los postres se pronunciaron algunos brindis. Al nuevo paseo se le dio el nombre de Alfonso XIII...” (El Nervión de 11 de enero de 1898). Al día siguiente era otro diario quien ofrecía una crónica más completa de aquel acontecimiento local: “...Se ha verificado con solemnidad en Algorta el acto de colocación de la primera piedra del muro de contención y paseo de aquella localidad. Formada la comitiva a las once de la mañana, partió precedida del clero parroquial, siguiendo las autoridades locales con representación de la Diputación, en compañía del señor Churruca Basagoiti, Isasi, Coste, Vildosola y otras distinguidas personas, así como numeroso gentío. El camino del tránsito se hallaba adornado con banderolas, y los edificios con colgaduras. Se levantaron dos arcos cuyas inscripciones se hallaban dedicadas al Excmo. Sr. Evaristo de Churruca y al Excmo, Sr. Antonio Basagoiti. El señor párroco, acompañado del clero parroquial bendijo el terreno, y seguidamente fue colocada la primera piedra por el señor Alcalde D. Juan José Bilbao, con ayuda del señor Iturburu contratista de las obras, tomando también parte el Sr. Coste, como presidente de la Junta de Obras del Puerto. Terminado este acto se oyeron vivas al pueblo de Algorta, al Sr. Basagoiti, al Señor Churruca, al Comandante de Marina y algunos más, que fueron contestados por el público asistente. Seguidamente se levantó el acta que fue firmada por los designados al efecto. Después se celebró un banquete en el que se pronunciaron brindis. El pueblo estuvo de fiesta...” (El Noticiero Bilbaíno de 12 de enero de 1898).
Al día siguiente, el jueves 13 de enero, un corresponsal de un diario bilbaíno mencionaba el acontecimiento y sugería otras mejoras para nuestra Anteiglesia: “...Carta de Algorta.- Ayer tuvo lugar en este Municipio una fiesta de esas que ocupan preferente lugar en las páginas de la historia de un pueblo; y ¿cómo no, si se trata de la colocación de la primera piedra del Murallón-Carretera que, partiendo del pequeño puertecillo de Algorta, ha de terminar en el contramuelle de las obras del Puerto exterior? Murallón Carretera, que a la vez que de delicioso paseo a la orilla del mar, ha de servir de contención contra los embates del mar, y del monte en cuya cima se asienta una porción de palacios (permítaseme la frase) que forman la parte más pintoresca de Algorta; de este futuro Biarritz cuyo porvenir, dada su posición topográfica, su altura sobre el nivel del mar, que lo convierte en vistoso balcón del misino, y sus condiciones higiénicas, no puedo ser incierto.
Para ello es bastante que los Ayuntamientos que se vayan sucediendo imiten a los anteriores, que dejan trazada la senda con el abastecimiento de aguas potables de los barrios de Algorta y Las Arenas, con la construcción del nuevo matadero y el Hospital Hospicio, obras que honran a la Anteiglesia de Guecho ante los ojos de los forasteros que la visitan, haciendo resaltar su civilización y cultura...” Seguía el comentarista dando detalle del acto de inauguración del murallón: “...Después de la bendición de la primera piedra se sirvió un banquete de sesenta cubiertos, en el cual reinó la mayor cordialidad y alegría, y al descorcharse el champagne, inició los brindis el Sr. Coste y Vildosola, le siguieron en el uso de la palabra los Sres. Galindez, Churruca, el Alcalde Sr. Diliz, Cebreros y Basagoiti, el tema que desarrollaron todos fue la prosperidad de Algorta, además de agradecer a D. Evaristo Churruca, y a D. Antonio Basagoiti por sus gestiones en pro de la obra.
En el recorrido que hizo la comitiva para colocar la primera piedra, había dos arcos de verde follaje, coronados con las siguientes inscripciones: «Al Sr. D. Evaristo de Churruca», «Al Excelentísimo Sr. D. Antonio Basagoiti».
La fiesta termino con un aurresku bailado por los comensales, que tuvo su final en la plaza de la Constitución de Algorta (actual plaza de San Nicolás), con la popular jota y el Arin Arin. El banquete tuvo lugar en la fonda de Dña. Josefa Ugarte, y el de las señoras en el de su hermana Prudencia...”
Entre tanto, la Compañía del Tranvía Eléctrico ponía en conocimiento de los usuarios: “...Que a partir del día 20 del corriente, el servicio de verano, que es el que actualmente rige en la línea de Las Arenas, se realizará solamente los días festivos...” (El Noticiero Bilbaíno de 13 de enero de 1898).
En la próxima entrada veremos como en el pleno del 13 de enero de 1898, la obra del Murallón-Carretera de Ereaga seguía ocupando espacio entre los puntos del orden del día del pleno municipal de Getxo.
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