domingo, 4 de abril de 2021

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -211-


En la entrada anterior, de esta serie, veíamos que algunas veces las discrepancias con la Administración Provincial, respecto a las recaudaciones,  provocaban choques epistolares entre la misma y nuestro Consistorio.

 

El 7 de diciembre de 1893, aparecía en “El Noticiero Bilbaíno” la que seguramente será primera referencia a la festividad de San Nicolás de Bari en el Puerto Viejo de Algorta. La fiesta y el ambiente era relatado así: “…FIESTA DEL PUERTO. Es la que la gente de remos dedica a la veneración de San Nicolás de Bari, patrono de los marineros de esa localidad. Comienza con un pasacalle a las del alba. Los tamborileros le silban y redoblan, y el bullicioso sequito les hace coro con voces y sansos acompañados de ágiles saltos y acompasadas piruetas. No falta entre la alegre turba, quien por lo bajo, canta esta prestada copla:

¡Viva la broma

¡Viva el jaleo…

Que todo lo paga el Pueblo!

De que pagan toda la fiesta los marineros lo certifican los párrocos y los músicos, y lo atestiguan los alumbrados excepcionales de las calles y de adentros, y las expansiones de ánimos que se exteriorizan en pies y lenguas, por medio de algazaras y danzas.

 

Por su parte en calidad de marinos y de emigrantes de mar, hacen pie en la fiesta no pocos algorteños de viso. Su exhibición es más sosegada, sus alborozos de plaza apenas se perciben, y sus fervores están más en la mesa, bien surtida de carnes suculentas, pescados exquisitos, aves de delicado gusto, entremeses variados y selectos vinos, aromáticos y espumosos varios de ellos; y en cafés, licores y tabacos lo más superior, que en aquella mesa se sirve en abundancia y con esmero. Al fin de fiesta se habla ya por los codos, y en todos los idiomas; y se brinda y se perora, todo humorístico y de buen tono. El Santo, satisfecho de la devoción fervorosa, con que le han rendido culto. Mañana algunos duelos de cabeza y de abdomen, con algunos quebrantos de bolsillo. Y todos esperando, desde hoy, el retorno del Santo…” Firmaba aquella crónica un tal F.R. de la Peña.

 


Durante los días previos al 14 de diciembre de 1893 arreciaron los vendavales, ocasionando algunas roturas y derribos en redes de comunicaciones: “…En Las Arenas cayeron, como consecuencia del fuerte viento, dos postes de la línea telefónica…”


A mediados de diciembre de 1893, la prensa diaria lo fechaba en el 18 de ese mes, la llegada a lonja del pescado se producía en importantes cantidades. Habían llegado más de 7.000 kilos de pescado: “…El pescado llegado al mercado, 7.000 kilogramos, en su mayoría besugo se cotizó en depósito a once pesetas la arroba (Peso equivalente a 11,502 kg.) y la merluza de 5 a 6 reales el kilo…”


El día 20 de diciembre de 1893, tal y como relataba el diario “El Nervión” de esa fecha: “…Se celebraba en Algorta el funeral por D. Antonio Uriarte Arana, quien fuera Diputado Provincial y afamado industrial y comerciante…”


El 21 de diciembre de 1893 se leía en el pleno del Ayuntamiento de Getxo un oficio relativo a la construcción de un caño en el barrio de Las Arenas: “…De la cuenta de una instancia de D. Ramón Astorquiza, cantero y vecino de esta, en el que manifiesta que quedó a su cuenta el remate encargado por varios vecinos de Las Arenas, para la construcción de un caño de 161 metros de longitud, con una subvención del Ayuntamiento, y que por falta de avenencia entre los interesados se halla paralizada la obra con prejuicio para el exponente. Por lo que suplica que se realicen las oportunas diligencias conducentes a obligar a los propietarios a ejecutar dichas obras con arreglo al remate o desistan de su construcción…” El Ayuntamiento acordaba comunicar a los propietarios, que en el plazo de 8 días deberán dar comienzo sin excusa alguna a las citadas obras. Entre aquellos vecinos se encontraban: “…D. Pascual Manzarraga, D. Santos Larrazabal, Dña. Felipa Bustingorri, Dña. Nicolasa Astiazaran y Dña. Ramona Gorostiaga, terminado este plazo declara este Ayuntamiento caducada la subvención de las 1.000 pesetas a favor de los mismos, declarando a salvo los derechos que al rematante Sr. Astorquiza le correspondan…” Finalmente el consistorio de Getxo declaró caducada dicha subvención.

 


Se daba cuenta también en el pleno de una carta, dirigida al Alcalde el 18 del actual, por el Director Gerente de “Eléctrica del Nervión S.A.”: “…En la que pide se le manifieste si esta Corporación estaría dispuesta a aceptar en principio la oferta de dicha Sociedad para establecer la luz eléctrica en Las Arenas y Algorta…” El Ayuntamiento de Getxo acordaba: “…Aceptar en principio  la oferta y señalar el día 27 del actual de 14:00 a 15:00 de la tarde para realizar una entrevista en esta Casa Consistorial, por parte del Consistorio  acudirán el Alcalde y el Síndico Sr. Laca…”

 

Por aquellos días las labores de cartería, encargándose de “levantar de los buzones” las cartas: “…Era cometido de D. Domingo Buñuel quien percibía por su trabajo diario la cantidad de 60 pesetas anuales…”

 

Entre los pagos que se acordaban en aquel pleno estaban los siguientes: “…A D. Pedro Ganchegui 26,70 pesetas por 1.100 hojas para la rectificación del padrón de habitantes y 75 pliegos para copiar dichas hojas.

Al farmacéutico de Las Arenas D. Fermín Unanue  por recetas despachadas  de medicamentos específicos para pobres 6,25 pesetas.

A D. Benigno Zarranz 165 pesetas por cenas despachadas a los músicos de la localidad de Las Arenas durante las romerías del verano último.

A D. Manuel Cámara 10,35 pesetas con cargo a imprevistos, por lo suministrado con motivo de varios cadáveres levantados de oficio.

Al Cabo de Puesto de la Guardia Civil de Las Arenas 22.50 pesetas por mitad de la subvención al teléfono en unión con Lejona, del trimestre que vence el 31 del actual.

A D. Antonio Ugarte 60 pesetas por la comida facilitada a la mesa de la Casa Hospital el día 19 de noviembre último con motivo de las elecciones municipales; al mismo otras 150 pesetas por las camas compradas para el Fuerte las Canteras con motivo de la enfermedad colérica, padecida durante el mes de septiembre último.

A D. Justo Ugarte 90 pesetas por alimentos suministrados durante 12 días a la tripulación del pailebot “Joven Jaimito” que naufragó en la playa de Ereaga el día 19 de noviembre.

También se autorizaba al Alcalde mandar a imprimir el reglamento formado para el servicio del Nuevo Matadero de Alango y algunos carteles para exponer al público dicho reglamento...”

 

El día 23 de diciembre de 1893 se conmemoraba una efeméride dolorosa para el arte de Dioniso. Decía el diario “El Noticiero Bilbaíno” en aquella fecha: “…Hoy hace 75 años que un horroroso incendio redujo a cenizas el primer teatro que tuvo Bilbao. Fue construido en 1799 en la calle de la Ronda, en el que arrebató a los bilbaínos con el poder de su talento el famoso actor Maizquez…” Al parecer fue en 1798 cuando tres aficionados al teatro, los Sres. Adán de Yarza, Pedro de Azaola y Andrés de Escondrillas, proyectaron la construcción de un teatro para comedias. El lugar elegido para su ubicación fue la calle de la Ronda. El 4 de noviembre de 1799 veía abrir sus puestas el que fuera llamado “Teatro Coliseo, que tuvo una vida de 18 años.

 

El día de navidad de 1893 una intensa niebla cubría las calles y un frío glacial hacía crujir los huesos, al menos eso relataba la prensa bilbaína. En algún asilo la cena de tan señalada fecha consistió en: “…Berza en aceite, carne estofada, huevos en salsa, compota y ración de vino…”

 


En 1893 la administración de la lotería era noticia en Las Arenas, en el pleno del 28 de diciembre de ese mismo mes se daba cuenta de: “…Un oficio remitido por el Director General del Tesoro Público y ordenador general de pagos del Estado, quien participa que en virtud de la renuncia presentada por D. Andrés Larrazabal del cargo de Administrador de Loterías de Las Arenas, queda cesante dicho cargo…”

 

Las obras del nuevo matadero de Alango estaban terminadas desde el día 14 de diciembre por lo que el Ayuntamiento decidía: “…Proceder a su recepción provisional, así como las del caño de dicho matadero, ambas realizadas por el rematante D. Domingo Zubizarreta…”

 

Se iba acercando el final de año, era el 29 de diciembre de 1893, y la prensa bilbaína hablaba en sus primeras páginas de las obras de Puerto exterior: “…Importantísimas reformas trata de llevar a cabo la empresa constructora de este puerto, para la mayor rapidez y, al propio tiempo, para la seguridad de las obras del mismo, Repetidas veces los señores Alard y Cª., contratistas de éstas, se habían ocupado de la conveniencia y utilidad que reportaría la construcción de una gran grúa, que fuera capaz para el manejo de bloques de hasta cien toneladas de peso. El tener la empresa constructora funcionando en estos trabajos la grúa taller, titulada «Titán», les retraía de hacer nuevos gastos para el aumento de elementos idóneos; mas toda vez que esta grúa fue destruida a consecuencia de los últimos fuertes temporales del mes de Noviembre. La empresa constructora del puerto, se ha decidido resueltamente por la construcción de una grúa que tendrá un brazo suficiente para recoger los bloques en la parte interior del puerto y colocarlos en la parte exterior para la defensa del rompeolas. Dé este modo se evitará el peligro que de continuo corren las gabarras que hasta aquí hacían esa operación. Esta trata de introducir una mejora, que si antes no la llevó a cabo, fue debido a no recargar más su presupuesto. Consiste esta, en adoptar para la construcción de la superestructura, unas cajas de dos metros de elevación por seis de longitud; con la suficiente anchura, las cuales, rellenadas de hormigón de cemento de portland, servirán de base para la elevación de aquellos muelles, siguiendo el actual sistema de construcción. De éste modo se evita la construcción de la banqueta exterior, obra de difícil ejecución, por ser necesario hacerlo durante las horas de la baja mar y solo con mares muy bellas…”

 

Terminaba un año, 1893, que a decir de la prensa había sido: “…Un año terrible, cargado de Epidemias (Cólera), atentados, tumultos, desordenes, con el conflicto del Riff aún sin resolver…” Con una despedida muy a la bilbaína: “…Ha sonado la hora del “Gabonazar”. Esta noche despediremos con cajas destempladas al año 1893 ¡Buen viaje y la del humo! Cada uno es muy dueño de hacer de la despedida de este año, de su capa un sayo, pero nosotros aconsejamos que se le despida a tiros…” Terminaban afirmando: “…Que malo, muy malo tendría que ser el nuevo año para que no hiciese bueno al que termina…” Y como despedida del año, los buques surtos en la ría hacían sonar sus sirenas, anunciando la llegada del nuevo.


En la próxima entrada de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, con la entrada del nuevo año, veremos cómo tomaba posesión el nuevo Ayuntamiento de Getxo.

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