lunes, 14 de septiembre de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -175-



En la anterior entrada veíamos cómo algunos caminos de Algorta y Santa María de Getxo, a decir de los vecinos, resultaban intransitables debido a las obras del ferrocarril de Las Arenas a Plencia.

Continuando con los últimos días del mes de noviembre de 1892, el día 29 de noviembre saltaba a la primera plana del diario “El Nervión” la noticia que había publicado la revista madrileña “La Ilustración Española y Americana” del 8 de noviembre del mismo año, sobre la aplicación de la electricidad en las obras del Puerto de Bilbao: “...El público de las capitales y ciudades importantes se ha acostumbrado ya a contemplar sin maravilla o extrañeza las aplicaciones de la electricidad fuera y dentro de casa. Para cuantos han visitado recientemente y conocen el Abra de Bilbao bien saben cual es la soberbia empresa que se está poniendo en marcha. El genio civil se ha ocupado de la construcción de estos trabajos, para la construcción del nuevo Puerto de Bilbao, de la gran metrópoli del mineral de hierro del mundo, de manos del ingeniero Evaristo de Churruca. En realidad Bilbao o tiene Puerto, aquel Abra, en la que solo se puede avanzar por un canal bordeado movedizas arenas, que tantos buques ha destrozado, gracias al genio emprendedor de los bilbaínos y a la pericia y saber del señor Churruca, ha quedado abierto, franqueable, seguro, y de comunicando la ría y el mar, con toda clase de mareas, a todas horas del día y de la noche. La prolongación del muelle de Portugalete en una longitud de 800 metros ha realizado tal progreso, habiéndose aumentado la profundidad constante, utilizable para la salida y entrada de los buques en 2 metros 13 centímetros. El contramuelle que saldrá de Punta Begoña, bajo Algorta, de 1072 metros dará un abrigo y refugio mayor que el de Mahón y Barcelona. La exportación de mineral ha evolucionado desde 1.086.639 kilos de 1878 a los 3.545.478 en 1891. El avance en las obras se debe a una máquina de vapor Compound, de 60 caballos de fuerza, que comunica a una maquina dinamo-eléctrica , que desarrolla una fuerza electromotriz de 220 voltios y una corriente de 200 amperes. La electricidad transmitida sirve para mover los bloques de 100 toneladas. Desde hace ya nueve años están acostumbrados en el Abra y la ría de Bilbao a la electricidad ya que están alumbradas por luz eléctrica, con 29 lamparas de arco voltaico de del sistema Brush. En el extremo de Portugale luce un aparato catadióptrico, construido por la casa Henrry Lepante. Lo que ha permitido que durante 1891-1892 entren de noche a puerto 1,356 vapores y 191 buques de vela. Tal es la poesía de los números en el Puerto de Bilbao...” Firmaba aquel informe, de más amplio contenido, R. Becerro de Bengoa. En aquellos años había una línea de vapores que saliendo de Bilbao rumbo a Sevilla recorría los puertos de Coruña, Vigo y Cádiz, además de los de Londres y Amberes.

Los servicios del Puerto eran muy diligentes a la hora de autorizar el acceso a nuestros muelles, pocas fechas antes se había prohibido la entrada a puerto del vapor inglés “Pawnee”: “...Por falta de agua en la barra para el calado que traía, ya que en dicha marea no había más que 30 pies de agua, no dándose por el piloto de servicio mas de 21 pies de calado al vapor..." Sin embargo, se reclamaba en la prensa la presencia de un perito: “...Encargado de ver si se puede cruzar la barra, tanto a la entrada como a la salida, comprobando el calado que marca el piloto y vigilar si los pilotos mayores hacen cada día el sondeo de la barra...” Hablaban de que el servicio que rendía el Puerto suponía 80.000 pesetas anuales a las arcas del mismo.


Como dato curioso-histórico decir que el día 4 de diciembre de 1892, según contaba el diario “El Nervión”: “...Se había producido el jueves pasado, con resultados satisfactorios, las pruebas de carga del airoso Puente aéreo construido entre Las Arenas y Portugalete. Se va a inaugurar hoy, a las doce de la mañana, el nuevo puente colgante construido en la Sendeja de Bilbao. El cual va a ser bendecido por el capellán del convento de la Merced D. Román Pagua...”

Comenzaba diciembre de 1892 y en el pleno del Ayuntamiento de Getxo se informaba de la aprobación, por parte del Gobernador Civil de la Provincia, de la aprobación de las Ordenanzas de Construcción de esta Anteiglesia.

En esas mismas fechas el camino que iba desde Machicortiñe hasta la encrucijada de Diliz era objeto de las reclamaciones vecinales por su mal estado: “...D. Ramón Osticoechea y otros vecinos de la barriada de Santa María solicitamos la reposición de dicho camino...” El Ayuntamiento acordaba dejar en manos del Regidor Sr. Camiruaga dicho cometido: “...Ya que es el encargado de la reposición de los caminos de Santa María por prestación vecinal según costumbre...”

Algunas veces cierto tipo de arbolado pagaba los platos rotos respecto a especies más apreciadas, fue el caso de los cinco chopos existentes en la plaza del mercado (San Nicolás) que fueron eliminados: “...Para proteger a los árboles plátanos que se encuentran próximos a ellos en dicha plaza…”

En esos días de comienzo de diciembre de 1892 el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Pasar a la comisión de obras el expediente en tramitación para la construcción de un matadero cerca del depósito de aguas en el barrio de Algorta, así como de la adquisición de un terreno para emplazarlo por reunir mejores condiciones que el designado en un principio, hallarse mejor situado, requerir una menor construcción de muros. Así como la venta de la casa matadero existente y sus tierras, en 4.000 pesetas, para alivio de las obras del nuevo proyectado...”

En el informe del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas que se publicaba el 7 de diciembre de 1892, respecto del anterior de 1891, se veía una caída tanto de viajeros como de la mercancía transportada. Esta caída venía siendo sostenida en el tiempo: “...Mientras que en 1891 el número de viajeros había sido de 64.710, en diciembre de 1892 dicho número era de 49.893 y el total de kilogramos transportados era en 1891 de 1.598.537 kilogramos, mientras que en 1892 lo era de 731.447 kilogramos...” Por lo que sus rendimientos habían caído alrededor del 8% respecto del año anterior.

En el mismo pleno del Ayuntamiento de Getxo del 7 de diciembre de 1892, a petición del Comisionado de Venta de Bienes Nacionales de la Provincia, el consistorio acordaba remitirle: “...La relación de fincas que administra este municipio formadas según el inventario realizado en el año de 1890...”

Una semana después de haber acordado la construcción de un matadero cerca del depósito de aguas en el barrio de Algorta, en un terreno perteneciente a la casa “Santiena”, decidida el consistorio: “...Que teniendo presente que es preciso e indispensable la pronta ejecución de las obras del expresado matadero, aprobamos en todas sus partes dicho expediente poniendo en secretaría el mismo a disposición del público...”


Y como vaticinio del duro invierno que se avecinaba, la noche del 12 de diciembre de 1892 caía una fuerte helada que dejaba todos los campos: “...Completamente blancos, a semejanza de lo que suele quedar después de una fuerte nevada…” Decían en la prensa: “...Tarde se presenta el frío, pero viene arrogante...”

Y como si hubiera sido un presagio de la noticia de la falta de agua para el caldo de los vapores, que decía con anterioridad, el 13 de diciembre de 1892 informaban los diarios “El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” de la varadura, al intentar cruzar la barra, del vapor ingles “Reggio”: “...El cual venía con cargamento de carbón, haciendo la travesía desde el puerto de Newport hasta el de Bilbao para los Sres. Bergé y Compañía. Al intentar cruzar la barra, los remolinos de la mucha corriente del agua, lo hicieron perder el rumbo, teniendo que dar fondo entre la barra y la torre vieja de señales, haciéndole la corriente dar ciaboga en redondo, quedando con la proa para fuera. El vapor tocó con el timón en la escollera del nuevo muelle de hierro de Portugalete, marchando al banco del N.E. varando en él. A causa de esta varadura, el piloto mayor no dio entrada a ningún otro buque...”

En la próxima entrada veremos como en un local de Las Arenas se lavaban las ropas de los infectados por la viruela.

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