lunes, 4 de marzo de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -84-



En la anterior entrada veíamos cómo finalmente se solucionó la propuesta de segregación del barrio de Las Arenas y el pago que hubo que realizar para evitarla.

A principios de mayo de 1887 parece que la Diputación Provincial tenía algunas dudas de las cuentas municipales de los ejercicios desde 1877 al fin del año económico de 1885-1886. Y esa duda parece que era razonable, ya que fue el propio Ayuntamiento de Getxo quien confirmaba aquella sospecha: “...Después de examinados los libros y otros datos, encuentra este Ayuntamiento que efectivamente en las cuentas del periodo desde el 1 de abril de 1877 al 31 de diciembre del mismo año, resultó una existencia de 3.313 reales y que en la relativa desde el 1 de enero de 1878 al 30 de junio de 1879 aparece consignado en el libro por existencia de la cuenta anterior, la cantidad de 326 escudos, sin que por lo tanto se encuentre ningún dato para poder explicar la diferencia de 10 pesetas que de menos resulta en la última cantidad, y no de 30 como se expresa en el oficio indicado...” Aunque quizá se debiera a un exceso de celo de la Diputación, por la cantidad finalmente resultante.

En esas mismas fechas, el 3 de mayo, tras varias gestiones referente a la instalación de una estación telegráfica en nuestro municipio, llegaba la conformidad del Director General de Correos y Telégrafos para que se estableciera la misma condicionándolo a que fuera: “...Construida cómo un enlace con la capital, Bilbao, con entera sujeción a las bases del real Decreto de 14 de noviembre de 1883…” A su vez D. Juan Bautista Eguia, contratista de obras, solicitaba el reconocimiento de haber terminado el camino que iba desde Alango al depósito de aguas.

La temida viruela acechaba, y se daba cuenta de dos brotes de la enfermedad en el molino “Errotabarri” habitado por D. Isidro Mota, el Ayuntamiento urgentemente adoptó las medidas para evitar la propagación de la enfermedad entre la población. La enfermedad supuso un gasto para las arcas públicas de 94 pesetas que fueron abonadas al alguacil encargado. Otro caso de dicha enfermedad surgía en Algorta, detectado por el médico D. Manuel Hormaeche, en la casa de D. Pascual Urresti, en el entonces número 22, al final de la calle Mayor (Actual Avenida Basagoiti).


Los ganados del municipio parece que daban más de un susto a algunos vecinos poco habituados a la presencia de los astados y otras especies más ruidosas, por ese motivo el Ayuntamiento, ante la exigüidad de las multas, decidía modificar el bando de “Policía y Buen Gobierno” existente en aquellas fechas, haciendo que el Artículo 17 en su segundo punto apareciera como sigue: “...Desde la línea de la calle de la Carretera (actual Algortako Etorbidea) hasta la Avanzada, queda prohibido en absoluto traer pastando en punto alguno, ningún ganado vacuno, caballar, mular, asnal, lanar, cabrio y de cerda, bajo la multa de una a diez pesetas por cabeza y vez, y si se encontraren de noche, será doble la multa...” !Vamos, que aquella carretera era una autentica arca de Noé!

Las protestas que el día 26 de abril de 1888, varios vecinos del barrio presentaron al Ayuntamiento quejándose de que los oficiales y vigía del Semáforo de la Galea habían amenazado a algunos de sus convecinos por causa de los ganados que pastan en el monte comunal de la Galea, terminaba con una autorización del Ayuntamiento de Getxo a dichos oficiales y vigía para utilizar las huertas contiguas al semáforo: “...Acordó el Ayuntamiento conceder a los moradores actuales y sucesivos del referido semáforo las huertas de que se trata, mientras el municipio no las necesite, con la condición de que deberán ser cerradas debidamente para que ningún ganado pueda entrar. Además de que nunca constituirán propiedad del Semáforo aquellas huertas, ni tendrá derecho alguno sobre ellas...”

Por esas fechas, el 9 de mayo de 1888, se trabajaba en las Escuelas de Sarri, arreglado las mismas y la habitación del maestro para el mantenimiento de las instalaciones.

A la vez que una comisión formada por los regidores Diliz, Arrola y Sustacha estudiaban un reglamento para el servicio y policía de playas.

Nuevas iniciativas laborales surgían en el barrio de Algorta con la llegada de los veraneantes, ese fue el caso de D. Daniel Arechavala, quien solicitaba, y era autorizado para ello, la colocación de una caseta durante la temporada del próximo verano en uno de los solares de Alangüetas, así escribían en el libro de actas el nombre de ese barrio de Algorta. Casetas que debía ser retirada para el primero de octubre de ese mismo año.


A finales de mayo de 1888, Las Arenas comenzaba a ver nuevas instalaciones recreativas, D. Braulio Ajuria solicitaba permiso para abrir una Sociedad de Recreo en dicho barrio, en un terreno que entonces pertenecía a D. Martín Zavala, cerca de la “Casa Pinar”, cercana a la de los Gorbeña y el Balneario.

El Ayuntamiento de Getxo, que ya desde un tiempo antes, observa con preocupación que determinados productos de consumo no tenían las condiciones adecuadas para su venta en la localidad, iba ver nacer un laboratorio químico a propuesta del farmacéutico D. Miguel García Salazar para analizar los artículos de consumo público del Pueblo.

El salario de un funcionario público cuyo trabajo era el de encargado de aguas, por hacer el trabajo de un carretero y conducir materiales de construcción al manantial de Basarte, trabajo que duro tan solo un día, era en mayo de 1888 de 8,50 pesetas. El transporte de materiales, piedra del “Molino de Aserrota” hasta la campa de Alango para arreglo del camino era algo habitual, trabajo de un día que desarrollaba D. Mariano Bilbao por el que percibía 5,75 pesetas.

Fue en esa fecha 24 de mayo de 1888 cuando el consistorio se planteó, a propuesta de D. Juan Butista Urresti, hacer una calle nueva, que partiendo desde la Plaza de San Ignacio o de alguna calle próxima hacia la playa de Ereaga, acordando que: “...Para que el maestro de obras D. Francisco Ciriaco de Menchaca mida y tase en venta el terreno ribazo sobrante de las líneas de solares y vías públicas que existe a la parte zaguera de la casa del Sr. Isasi…” Entonces situada en la zona de Becocalle (Hoy Andrés Isasi).


Por esas fechas la plazuela situada junto al hoy Hotel Tamarises se hallaba amenazada por el empuje de las olas del mar, por lo que varios concejales propusieron: “…Construir un muro de contención para que no desaparezca la plazuela contigua a la playa de baños de Ereaga...” Aquel proyecto fue realizado de acuerdo con las indicaciones del autor del mismo D. Laureano Gómez Santa María.

En la próxima entrada veremos cómo ya el consistorio tenía en sus manos el presupuesto de la estación telegráfica que se iba a instalar el Getxo.

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