lunes, 3 de octubre de 2016

NATACIÓN EN EL EMBARCADERO DE LAS ARENAS



Desde que en 1894 se fundara en Bilbao la sociedad deportiva que tomó el nombre de “Sociedad Gimnástica Zamacois”, la natación empezó a aparecer en las páginas deportivas de la prensa bilbaína. Años más tarde, en 1912, se funda en Bilbao el “Club Deportivo”. Nacía de la confluencia de tres sociedades “La Gimnástica Zamacois”, la “Federación Atlética Vizcaína” y la “Educación Física”. El “Club Deportivo”, como decían en su proyecto para su nuevo domicilio, al referirse a una de sus instalaciones más señeras, la Piscina: “...será el puerto de abrigo y de refugio de nuestros nautas, en tanto las inclemencias del tiempo impidan gozar del mar...”

Ese fue el lugar que tierra adentro utilizarían durante los inviernos, pero su base de verano estuvo enclavada en nuestro municipio. Era un lugar donde se practicaban todos las disciplinas de competición, natación, salto de trampolín, waterpolo. Ese lugar fue el embarcadero de Areeta-Las Arenas “Una piscina ideal, al menos así lo definían el diario “La tarde” y el “Euzkadi” que decía: “...El embarcadero del Culb Marítimo es ideal. Por su disposición inmejorable, su aspecto, por sus dimensiones 250 por 150 metros, aproximadamente y muelle capaz para unos miles de espectadores, por lo que se convierte en una de las mejores piscinas...”, en septiembre de 1923. En él se desarrollaron los “Campeonatos de Natación del Club Deportivo” de Bilbao.


Durante la primera mitad del siglo XX, el Club Deportivo y el Arenas Club fueron los dos grandes promotores de la natación de Bizkaia repartiéndose la organización de todas las pruebas de natación. El club bilbaíno impulsó aún más su actividad al inaugurar, en junio de 1924, su base naval en el Abra “La Chata”. Se trataba de una embarcación fondeada frente al Club Marítimo de Las Arenas, que facilitaba los entrenamientos a los socios. El “Arenas Club” tenía su base de operaciones en el embarcadero de Las Arenas. Fue esta una actividad que no tuvo interrupción hasta el golpe de estado de 1936.

Y aunque las referencias fotográficas vienen desde 1912, hoy veremos las relacionadas con los campeonatos, que en 1923, celebro el Club Deportivo en las aguas del embarcadero de Areeta-Las Arenas. La prensa bilbaina escribía exultante al referirse al Club bilbaino : “...cuenta con el grupo más numeroso y entusiasta de nadadores que pueda haber en parte alguna..., de una sola entidad se inscriben treinta y nueve nadadores...” El día amaneció en medio de una lluvia incesante, tal fue así que el jurado se dirigió al embarcadero de Areeta-Las Arenas con la intención de aplazar el campeonato. Jurado que estaba compuesto por los señores Bandrés, Milicua y Dapousa. Poco a poco fueron llegando los nadadores inscritos, hasta hacer un número de 25, y lejos de amilanarse decidieron seguir adelante con la competición, decía la prensa: “...dejando de lado la inclemencia del tiempo y la vanidad de ser contemplados por un numeroso público, se decidieron entablar la lucha...” La Comisión encargada de organizar el campeonato estaba formada por los señores Graefenhain, Gutiérrez y Moreno.


El Campeonato tuvo las especialidades de 400 metros, 100 metros, 50 metros neófitos, relevos de 5 por 50 y saltos, especialidad a la que llamaban graciosamente “cabizbajos”.

En 100 metros: resultó primero José Valdés, de quien la prensa decía: “...Su crawl resulta excelente, mueve bien los brazos y emplea toda su energía, mas esta carrera es muy corta para él...”; segundo Ramón Zubiaga y tercero Manuel Suárez.

En 50 metros neófitos: se clasifican en la primera prueba los señores Antonio Ferrer y Jesús García; en la segunda los señores Luis Ormaechea y José María Picaza; en la tercera los señores Juan Moreno y Carlos Graefenhain. Celebrada la final, resultaron vencedores: Primero, Luis Ormaechea, segundo Antonio Ferrer y tercero José María Picaza.


En 400 metros: primero José Valdés, segundo Alfredo Tourquist y tercero, Manuel Suárez.

En Relevos de 5 por 50 algunos equipos dejaron de presentarse, entre ellos los equipos “Carramarro” y “Schutangas”, por lo que correspondió la victoria al único equipo que se presentó a la competición, el alpino “Askarras”, que llevaba por distintivo una sogalinda, y que estaba integrado por los señores Eusebio Benaola, Enrique Pineda, Vicente Echevarría, Luis Laca y José Maria Laka.


Quizá la especialidad más esperada por su espectacularidad fue la de Saltos o cabizbajos: en ella resultaron clasificados, primero, Antonio Ferrer, segundo Pedro CabezueIo y tercero Manuel Suárez. La prensa mencionaba especialmente al nadador José Valdés a quien apodaban “Pepito Valdés”, por su magnifico estilo y facultades portentosas. Para el fueron las copas “Lequerica” y “Moreno”, nombres de sus maestros, ya difuntos.


Muchos de aquellos nadadores, como Antonio Ferrer, nacido en Areeta-Las Arenas, pionero del montañismo, primer periodista alpino del País Vasco o José Valdés, eran del “Arenas Club” de Getxo”.


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