El día
pasado dejábamos esta entrada, al comienzo de los encendidos
debates, que provocó la decisión de cambiar aquella decisión de
compra, de los terrenos para la Plaza del Mercado de Algorta. En
esta entrada veremos aquellos conflictos y la finalización de las
obras.
Aquel
acuerdo provocaría algunos conflictos que derivarían en
enfrentamientos y comentarios acerca de la actitud del Sr. Begoña,
que requerirían, primero de su alejamiento temporal mientras se
aclaraban las acusaciones de las irregularidades en el precio de
compra de aquellos terrenos, hacían referencia a ventajas por parte
del Sr. Begoña.
El 30 de
Octubre se edita un decreto solicitando al Sr. Guillermo Ibáñez
aclaraciones a una carta dirigida al primero en la que se decía
“...acaba de enterarse que el terreno cuya opción de compra
dio al Sr. Begoña, es para el Ayuntamiento, y que se ha ofrecido el
precio de 4,75 pesetas el pie cuadrado, porque no quisiera se
confirmase esa referencia, porque siempre el señor Begoña, había
dicho que el terreno era para el. Y que en base a dicho supuesto
había dado ventajas para que pudiera sin prisa realizar valores,
extrañándole el sobreprecio del terreno, porque no había
considerado a dicho señor como intermediario...”. En dicho
decreto se nombraba como Juez Instructor a D. Miguel Garteiz. Tras
varios careos, el 19 de Noviembre, el Juez manifestaba el correcto
proceder del Sr. Begoña, dando por terminado el expediente.
No
obstante, el Sr. Begoña consideraba que la calumnias, que a su
parecer había sufrido, podían haber tenido contenido político.
Acusaba al Sr. Uriarte de haber sido el propagador de las mismas, y
pedía que se aclarara el asunto del sobreprecio. El Alcalde accedió
a llamar a declarar al Sr. Uriarte. Esto provocaría no solo la
intervención de dicho señor, ya que en el transcurso de la
declaración afirmaría que “...en una reunión, que había
mantenido con los Sres. Eusebio Muñoz, José Iturregui y Saturnino
Isusi, había oído decir al primero que el precio ofrecido por el
Sr. Begoña al Ayuntamiento era de 4,75 pesetas el pie, mientras que
el de oferta de compra había sido de 4,25 pesetas el pie...”.
Por lo
que también fue llamado a declarar el Sr. Muñoz, quien se negaría
a hacer ninguna manifestación y a firmar el acta. El Consistorio, en
vista de aquellos hechos, pidió un informe en derecho al letrado Sr.
Jesús María de Leizaola, por si la corporación pudiera verse
afectada por aquellos hechos. En dicho informe el letrado afirmaba
que la corporación solo podría verse afectad de modo indirecto.
El 12 de
Noviembre de 1931, varios propietarios encabezados por Dn. Juan
Bautista Uríbarri, Julián Bilbao y José Uribarri, solicitarían al
Ayuntamiento, que se desechara aquel emplazamiento, volviendo a la
primitiva opción de compra. El 16 de Noviembre de 1031 se firmarían
las escrituras de compra de los terrenos de D. Guillermo Ibáñez y
Dña. Matilde Bolíbar. Se realizarían gestiones de compra con otros
propietarios, para mejorar los accesos. Entre aquellos estaban los
herederos del Sr. Elustondo y Dña. Micaela Bilbao. Con la segunda el
consistorio firmaría un convenio, por el que la misma cedía de
forma gratuita, una franja de terreno. A cambio el Ayuntamiento
realizaría un muro a lo largo de la propiedad de dicha señora,
permitiendo a dicha señora construir a lo largo del mismo cuantas
edificaciones estimara conveniente.
El 30 de
Agosto de 1935, el Ayuntamiento se dirigiría a la Junta Nacional del
Paro, acogiéndose a dicha ley “Ley de Paro de 25 de junio de
1935” (conocida posteriormente como Ley Salmón, que
perseguía luchar contra el desempleo y que garantizaba ventajas
fiscales a los empresarios de la construcción), para poder construir
dicho Mercado. El 21 de Noviembre de dicho año, el Ministerio de
Trabajo, a través de dicha Junta, subvencionaba con 76.303,47
pesetas la construcción del edificio. Aquella edificación fue
adjudicada el 5 de febrero de 1936 a D. Gerardo Marquijana por
220.800 pesetas.
El Golpe
de Estado de 1936, interrumpiría las obras, inaugurándose
oficialmente la Plaza del Mercado el 3 de Enero de 1939, con las
obras aún sin concluir. La última liquidación de obra se
realizaría el 28 de Febrero de 1940. En Marzo de 1947 se adquirían
los bancos para la venta de quesos y frutas. El presupuesto para la
escalera de acceso al sótano se realizaría en Mayo de 1948.
Aquellas
obras permitirían terminar definitivamente el mercado, que hoy
vemos situado entre las calles Trorrene y Urgull, próximo a las
Oficinas de Correos y Telégrafos, que en Marzo de 1935, verían los
primeros pasos para su construcción. Pero esto será tema de otra
entrada posterior.
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