domingo, 2 de noviembre de 2025

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -448

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como la viruela, enfermedad muy temida entre nuestros vecinos, provocaba que todos los años la población de nuestra Anteiglesia acudiera a vacunarse a los lugares que el Ayuntamiento habilitaba para tal efecto.

En el pleno municipal del Ayuntamiento de Getxo del 10 de marzo de 1898 se trataba sobre una petición de algunos vecinos del barrio de Las Arenas: “...Se da cuenta de una instancia de un crecido número de vecinos y propietarios del barrio de Las Arenas, en la que después de manifestar la mala situación en que se encuentran con un solo coadjutor y misa en la iglesia aneja de aquel barrio, perteneciente a la de San Nicolás de Bari de Algorta, vienen suplicando que en los presupuestos se consignen de los fondos municipales 750 pesetas anuales para el sostenimiento de un segundo coadjutor, en esta iglesia aneja de Nuestra Señora de Las Mercedes , y se dirija esa Corporación al Señor Obispo de la Diócesis para que en forma autorice la nueva creación de un segundo coadjutor en esta Iglesia. En su vista y abierta una meditada y razonada discusión, acordó el Ayuntamiento nombrar una comisión, para practicar ante quien pueda las diligencias para conseguir el segundo coadjutor o misa, sin que ello suponga distraer cantidad alguna de los fondos municipales, quedando designados para componer dicha comisión el Alcalde Presidente y los regidores Zamacona y Elcoro...”

Y aunque la prensa local afirmara que “Los datos que se reciben en el Gobierno Civil respecto de la enfermedad variolosa son muy satisfactorios. En todos los pueblos de Vizcaya”. Todavía en Getxo quedaba algún caso por remitir, a decir de las cuentas municipales del plano municipal del 10 de marzo de 1898: “...Acuerda el Ayuntamiento se paguen a D. Cosme Líbano, a razón de 3,50 pesetas al día, 143,50 pesetas por los 41 días empleados como vigilante o guarda, con motivo de la viruela que ha reinado y existe todavía en el vecindario...” Además en ese mismo pleno se daba cuenta de los gastos del municipio de productos químicos para la lucha contra esa enfermedad: “...Se ha pagado a “Barandiaran y Cía” de 47,75 pesetas por un barril de 113 kilos de cloruro de cal y 25 kilogramos de azufre traídos para el uso de los casos de viruela ocurridos en el municipio...” En la obra “Consejos para no enfermar de Viruela” del médico de la Beneficencia Bilbaína Doctor Enrique Echavarria de Suso hablaba de la utilización de: “...Fumigaciones de cloro y azufre por economía...” El cloruro de cal y el azufre eran utilizados en el Siglo XIX como desinfectantes y para limpiar calles, desagües y áreas públicas para combatir la propagación de esa y otras enfermedades.

Continuaba aquel pleno municipal de Getxo, y en el entre otras cosas se daban algunos datos referidos a los gastos en iluminación, tanto de fiestas como de alguna plaza del municipio: “...Quedó enterado el Ayuntamiento de las cuentas de la “Eléctrica de Guecho”, una de ellas por importe de 322,20 pesetas por las luces del verano correspondientes a los años 1895, 1896 y 1897, las mismas corresponden a las fiestas veraniegas y de la iluminación de la Plazuela de María Cristina...”

Y como último punto del dicho pleno se indicaban los locales destinados al sufragio universal para la elección de Diputados a Cortes los siguientes puntos: “...Por último y para los efectos que contempla la Lay del Sufragio Universal del 26 de junio de 1890, acuerda este Ayuntamiento la designación de locales para la próxima elección de un Diputado a Cortes en la secciones de este Pueblo, perteneciente al Distrito Electoral de Baracaldo:

Para el Distrito 1º Sección Única la Casa Consistorial.

Para el Distrito 2º Sección Única la llamada Casa Hospital (actualmente inhabilitada)...”

Por esa fechas sonaban tambores de guerra con América, quien prepara una escuadra de cruceros de guerra: “...Telegrafían desde Washington que el departamento de marina esta adoptando disposiciones para organizar una escuadra volante, compuesta de cruceros de guerra y vapores veloces de las Compañías Mercantiles. La misión de osa flotilla, en opinión del corresponsal, es dar caza a los buques mercantes españoles e impedir que estos salgan de los puertos de la Península y de las Antillas, en caso de que llegare a estallar la guerra...” (El Noticiero Bilbaíno del 11 de marzo de 1898). La guerra de 1898, también conocida como el “Desastre del 98”, fue un conflicto armado entre España y Estados Unidos por el control de Cuba. La guerra resultó con la derrota española y la pérdida de sus últimas colonias.

Seguía la prensa bilbaína ilustrándonos, con escasas durante el invierno, noticias referidas a nuestra Anteiglesia de Getxo, en este caso la noticia se refería a un vecino de Algorta: “...Ha sido destinado al regimiento de Garellano el soldado de Algorta D. José Aldecoa...” (El Nervión del 12 de marzo de 1898).

La pesca siempre fue un recurso para nuestros antepasados, una de las especies que por estas fechas se cogía era el besugo: “...En algunos puertos de la costa Cantábrica todavía se dedican a la pesca del besugo, pescado que por esta época vuelve a nuestras calas. El besugo que cogen es destinado a las escabecheras, para latas de conserva...” (El Noticiero Bilbaíno del 13 de marzo de 1898). El besugo, pescado de invierno, antes del Siglo XIX, se consumía fresco y en escabeche. Esta última forma era sobre todo utilizada para transportarlo al interior de la península, se llevaba en vasijas de madera, después de ser condimentado con sal, agua, vinagre, cachos de limón y hojas de laurel. Sin embargo los datos históricos referidos a nuestra Anteiglesia hablan de que nuestros arrantzales, los de Algorta, faenaban fundamentalmente la sardina.

En el pleno municipal de Getxo del 17 de marzo de 1898 se trataba sobre una casa para guardar materiales de la obra del murallón carretera que desde Punta Begoña iba hasta el Puerto de Algorta: “...En vista de la instancia presentada por D. Bernardino Iturburu, rematante de la obra del murallón carretera de Ereaga y D. Manuel Camarón maestro de obras, solicitando permiso para la casa ya construida junto al Puerto de Algorta para guardar materiales. Acuerda el Ayuntamiento pasar dicho asunto a la Comisión de Gobernación y Policía así como al Arquitecto del Municipio para en si vista resolver lo que mejor proceda...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, eran recibidas de forma oficial las obras de Azuarca en el Puerto de Algorta.