domingo, 8 de enero de 2023

LA FUENTE Y LAVADERO DE TXATXARRO

 

Tras los días de “descanso” de estas navidades, que han hecho estragos en las líneas anatómicas y análisis médicos. Antes de dar inicio a la historia de esta fuente lavadero, voy a desgranar un poco de historia sobre estos lugares de uso comunitario.

Los lavaderos y abrevaderos, fueron lugares de uso comunitario, que a lo largo de la historia sirvieron para proveer de agua potable a la población y para dar de beber a los animales domésticos. Los primeros también fueron utilizados para el lavado de las tripas de los cerdos (las cuales se usaban para hacer morcillas y chorizos).

El reparto del trabajo, a todas luces injusto, segregaba a las mujeres de los hombres. Hacía que, mientras nuestras madres realizaban los trabajos de limpieza de las coladas en las riveras de los ríos; los maridos disfrutaban de una jarra de vino o txakoli en las tabernas. Incluso había quien consideraba los lavaderos como: “...Uno de los lugares para la reunión, intercambio de información y relajo para las lavanderas (las mujeres); los lugares destinados a los hombres eran las bodegas, tabernas, txakolís y sidrerías...”

Los primeros lavaderos fueron construidos mediante piedras planas inclinadas, apoyadas sobre la tierra de la rivera de los ríos, generalmente en el borde de los mismos, aprovechando la corriente. En ellos las mujeres, fundamentalmente las de las llamadas clases populares, que eran quienes realizaban ese trabajo considerado un apéndice del domestico, ante la inexistencia de agua en las casas, se vieran en la obligación de acudir a las riveras de los ríos para lavar sus coladas. En esos lugares, rodilla en tierra, lavaban sus ropas utilizando los prados cercanos para tender la ropa a clarear y secar, la mujeres. Más tarde, colocando las ropas dentro de un balde de zinc, apoyado sobre sus cabezas lo transportaban a sus casas.

Con el tiempo, para facilitar aquel duro trabajo de las lavanderas, que en los fríos inviernos dejaban en sus manos y rodillas llagas y sabañones además de provocar numerosos reumas y artrosis, se construyeron lavaderos de piedra, pozos que posteriormente serían cubiertos, esto permitió que en días lluviosos pudieran guarecerse del agua, haciendo el trabajo más llevadero al poder lavar de pie y no de rodillas.

En varios puntos de Getxo se construyeron algunos de esos lavaderos y abrevaderos, sobre todo a lo largo del río Gobela (Las Arenas, Romo, Alango). Otros se construyeron en las zonas rurales de Santa María de Getxo (Andra Mari).

En Getxo se construyeron varios lavaderos, hoy la mayor parte están ya desaparecidos. En 1864 aparece la primera referencia sobre la construcción de un lavadero, se trataba del lavadero fuente de Aretxondo (Algorta), la cual era utilizada por los vecinos del Puerto para su consumo.

Le seguiría el lavadero de Sarri, que se construyo en el barrio del mismo nombre en Santa María de Getxo (detrás del actual Ambulatorio de Bidezabal). Esta fuente y lavadero se cubrió en 1878.

En 1883, en Las Arenas, junto al río Gobela, se realizó otro lavadero en un punto al que llamaban “Lejarraga”; otro se construyó al comienzo de la calle Ibaigane.

El día 12 de julio de 1883, en el pleno Municipal de Getxo, se trataba sobre la construcción de una fuente lavadero en el barrio de Iberre de Santa María de Getxo: “...«El maestro de obras D. Francisco Ciriaco de Menchaca presenta plano y presupuesto para la ejecución de una fuente, lavadero y abrevadero en el punto llamado Chacharro, barrio de Iberres de la feligresía de Santa María»...”

En 1885 se daba inicio a los primeros tramites para la construcción del lavadero de Aretxondo, junto a la propiedad de Dña. Leona de Aguirre.

En 1885, el 22 julio de ese año, ya se hablaba en el pleno de Getxo, a cerca de que la fuente y lavadero que existía en Azkorri presentaba muy mal estado, debido a que las tierras de algún promontorio que se hallaba en sus inmediaciones habían caído sobre ellos, el consistorio acordaba acometer su reparación a fin de que los vecinos pudieran surtirse de agua y lavar sus ropas.

El 6 de agosto de 1885, un vecino de la Vega de Santa Eugenia, D. Juan Bautista Elortegui presidente de la “Comisión de Limpieza de Vegas”, solicitaba se asignara una partida del presupuesto para la limpieza del río Gobela: “...En el trayecto que mediaba entre el lavadero al que acuden la lavanderas de Portugalete y los vallados del Sr. Urquizu...”

El 10 de agosto de 1886 se trataba en el pleno sobre la construcción de dos lavaderos en Algorta, uno de ellos en el punto llamado “San Martín”: “...Para conducir mediante un caño las aguas residuales del lavadero de San Martín a la alcantarilla de Aretxondo...”

En uno de los pleno del Ayuntamiento de Getxo de 1887 se decía: “...Los lavaderos situados, uno de ellos en la plazuela de Alangos, y el otro en el alto de San Martín, son cubiertos pero están perfectamente dispuestos para su ventilación y luz, la cual penetra por numerosas persianas de cristal y por los luceros del tejado. Cada uno de ellos tiene doce espaciosas pilas para el jabonado, una piscina para el aclarado y una habitación aislada para desinfección y fumigación de ropas en casos de epidemia...”

En la rotulación de calles de 1887 aparecía en Algorta: “...En la calle San Nicolás, en el número 1, existe un lavadero público...” Precisamente en julio de 1887 se daba cuenta de que: “…Los lavaderos, situados uno de ellos en la plazuela de Alangos, y el otro en el alto de San Martín, son cubiertos, pero perfectamente dispuestos para su ventilación y luz, la cual penetra por numerosas persianas de cristal y por los luceros del tejado. Cada uno de ellos tiene doce espaciosas pilas para el jabonado, una piscina para el aclarado y una habitación aislada para desinfección y fumigación de ropas en casos de epidemia. Las aguas que consumen estos dos lavaderos se aprovechan para la limpieza del alcantarillado desde la escuela de fundación hasta el Puerto, y desde Alangos hasta Ereaga con un trayecto que casi recorre todo el barrio de extremo a extremo...”

Los reglamentos para el uso del agua también fueron necesarios en Getxo, el 24 de noviembre de 1887, el consistorio informaba del: “...Proyecto de reglamento formulado para los lavaderos de Alango y San Martín, construidos últimamente...” En dichos lavaderos fueron colocados colgadores de ropa con ganchos de hierro. Constaba de siete artículos y fue puesta una copia de los mismos en cada uno de los lavaderos.

En 1888 el agua era un bien tan demandado por los habitantes de Getxo, máxime por los ganaderos de la zona de Alango, que hacía que fuera objeto de petición de una solución municipal, en el pleno del 7 de junio de 1888 se trató sobre el asunto: “...Ya que de la fuente y lavadero de dicho barrio se surtían regularmente mediante calderas o vasijas, por lo que demandaban se construyera un abrevadero en un lateral de dicho lavadero. Autorizando el Ayuntamiento la construcción de dicho abrevadero para dar servicio a los ganaderos...”

En un expediente municipal de 1887 apare que existía: “…Un lavadero en la calle entonces denominada Mayor antes Tetuán…”

En el pleno municipal de marzo de 1892 se hablaba sobre otro de estos lavaderos: “…En vista de diferentes quejas justas de los vecinos, habiendo examinado la Comisión de Policía Urbana la fuente y lavadero del punto de Hormaza, hemos visto con sorpresa que las mismas quedan ya inutilizadas como consecuencia de las obras del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia...”

En el pleno del 4 de mayo de 1893 se trataba sobre las reclamaciones de algunos vecinos de la zona de Santa María, las cuales no siempre eran atendidas, con el argumento de falta de fondos: “…En una instancia de varios vecinos de Santa María, fechada el 28 de abril último, solicitan: 1º La reposición de la fuente del punto llamado Azcorri por su mal estado. 2º Construcción de un abrevadero en el punto de Gorrondo-eche…”

En las Ordenanzas Municipales de 1893 se hablaba sobre: “…Los lavaderos montados con todas las reglas del arte, los cuales se cerraban por la noche. Lavaderos cubiertos con menores prestaciones que los primeros que también eran cerrados por la noche. Lavaderos cubiertos, al aire libre, que no se cerraban por la noche. Y lavaderos al aire libre que no se cerraban por la noche. De ellos había dos, de primera clase, eran conocidos como los de Alango y San Martín. Uno de segunda clase situado en Arechondo. Y cuatro de tercera clase Arrigunaga, Sarri, Elorri y Iturribarri...”

Algunos lavaderos disponían de abrevaderos para el ganado, los cuales tuvieron su propia normativa, sobre todo en épocas de cólera. Como en 1894 cuando se estableció que: “...Se atienda la limpieza de los lavaderos prohibiendo que en la cercanía de los mismos, cuando estos tengan fuentes, estacionen carruajes o carros, caballos, así como depósitos, cubas o vasijas. Se prohibía así mismo desviar las aguas procedentes de las mismas para obras o amasado de cal. Se indicaba que la persona que llevara a abrevar a los animales no podía tener menos de 14 años, no pudiendo conducir al lugar a más de cuatro animales a la vez o hacerlo a partir de las ocho de la noche, así como lavar ropas en dichos reductos...”

Según contaba el semanario “La Voz de Getxo”, un periódico de tirada local que se publicó desde abril de 1899 hasta marzo de 1900, en su edición del 20 de agosto de 1899, en su Sección “En el Ayuntamiento”, decía al referirse a los acuerdos del día 5 de ese mes: “...Se dio lectura a un escrito presentado por varios vecinos del barrio de Santa María de Guecho pidiendo agua por haber desaparecido la fuente llamada Chacharra...”

En 1901 se construyó otro en Las Arenas cuyo titular fue el Sr. Romo. Entre 1913 y 1930 se construyen los de Salsidu, Alango y Los Puentes en Algorta.

En 1920 se hablaba de que: “...Habiendo descendido al caudal del rio Gobela a su nivel ordinario, ha quedado de nuevo habilitado para su uso peculiar el lavadero público del barrio de Las Arenas...”

Entre 1923-1924 cuando el Instituto Geográfico y Estadístico comienza a elaborar la documentación preparatoria del mapa topográfico de Bizkaia, Getxo empezó a tomar carta de naturaleza mediante un levantamiento topográfico que incluyó a la mayor parte del municipio. Se realizaron apuntes, que más tarde iban a servir para hacer los planos de Las Arenas, Neguri y Algorta, en suma de las áreas urbanas más pobladas de nuestro municipio. Entre otras cosas en los apuntes del mismo aparecían reflejado un lavadero en la llamada “Cuesta San Ignacio” (Ver fotografía superior).

Entre 1930 y 1950 se construyen los de Iberre y Perune (Andra Mari), Usategui, Avenida Basagoiti y Andikoetxe en Algorta.


Finalmente voy a terminar con unos pequeños apuntes sobre la fuente lavadero que da titulo a esta entrada, el lavadero de Txatxarro. Lo hago, casi por casualidad ya que el día 1 de marzo del 2021, durante de uno de mis paseos vespertinos por las estradas de Santa María de Getxo, tuve la agradable sorpresa de ver que uno de los pocos lavaderos existentes en nuestro municipio estaba siendo recuperado, por ese motivo traigo a esta página unos pequeños datos a cerca del mismo, junto a algunas fotografías actuales:

Se trata de la Fuente y lavadero de Txatxarro”, la cual también tenía, al igual que otras del municipio, abrevadero. Este conjunto esta situado en el barrio de Santa María de Getxo, en la estrada de Martiturri, frente al campo de fútbol del Galea. Su nombre proviene del manantial y arroyo Txatxaro, que nace cerca del caserío Torrotxe, en la carreta de Zientoetxe, el mismo tras pasar por Martiturri desemboca en el río Gobela.

Este lavadero de Santa María de Getxo fue construido en 1883, cuando el Ayuntamiento decide edificar una fuente con lavadero y abrevadero para dar de beber a los animales y para limpiar la ropa: “…En el lugar denominado Txatxarro de Ibarreta…” La decisión se adoptó a pesar de que decían que “…El mismo esta un poco alejado, pero seguro que será beneficioso para los habitantes de la zona…” Aquel acuerdo se tomó un 12 de julio de 1883, en un pleno municipal: “...El maestro de obras D. Francisco Ciriaco de Menchaca presenta plano y presupuesto para la ejecución de una fuente, lavadero y abrevadero en el punto llamado Chacharro, barrio de Iberres de la feligresía de Santa María...”

Más tarde en el siglo XX este lavadero fue remodelado, colocándole una cubierta de cemento. Aquellas reformas facilitaron el trabajo de las mujeres que debían limpiar la ropa, y aunque parezca extraño la cubierta que hicieron resultaba pequeña para la gente que se acercaba al mismo.

En la Anteiglesia de Getxo, la mayor parte de estas fuentes-lavaderos desaparecieron o fueron derribadas. Tan solo queda en la actualidad esta fuente lavadero que está siendo recuperada; y aunque tapiado, el lavadero de la bajada de Aretxondo.

Incluyo en esta entrada un apunte que ya hace años me dejó un buen amigo, Ramontxu Bilbao (+), y que aunque desconozco el origen de sus datos, me parece interesante su publicación, que seguro que podrá ser confirmada por algunos vecinos de Getxo (Andra Marí).

Aunque ya es tarde, pues muchos desaparecieron: !Ojala esto suponga un cambio de tendencia!, en un Getxo que a lo largo de toda su historia, al menos desde que existe documentación escrita (mediados del Siglo XIX), ha visto desaparecer numerosas edificaciones, algunas de ellas históricas.

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