domingo, 7 de marzo de 2021

8 DE MARZO, DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA, EN TIEMPOS DE PANDEMIA

 


Cómo todos los años este es un día de gran importancia para la humanidad, pero más para las mujeres que desde ya hace demasiado tiempo sufren y mueren por lograr su emancipación, por algo tan sencillo, a la vez que revolucionario, como por ser dueñas de sus destinos, por no tener que pedir permiso para vivir y ser libres e iguales.

 

Mientras, que desde finales del Siglo XVIII durante la revolución francesa, se comenzaran a reivindicar los derechos que los hombres y los poderosos reclamaban para ellos, se lo negaban a sus mujeres. A partir de ese momento se lucha por todos los derechos, el de sufragio, representación, decía Maríe Gouze (Olympe de Gouges): “…Si podemos subir al cadalso, también podemos ocupar cargos públicos…”

 

Lucha que a lo largo de los siglos que le precedieron hizo necesaria la participación activa y masiva de las mujeres para exigir su puesto en una sociedad dominada por hombres, que las relegaban a los servicios caseros y los mal llamados de género, excluyéndolas de la toma de decisiones y de derechos básicos, asignándoles roles fruto de una educación y socialización diferenciada que las marginaba, atribuyéndoles determinadas tareas por las que se las ninguneaba hasta en los salarios. Sus luchas, fueron pagadas a menudo, incluso en nuestros días, con penas que las llevaron a las cárceles y a la muerte.

 


Mujeres, si, que aún hoy siguen explotadas, solo es necesario ver las colas que se forman todos los días para atravesar la ría bilbaína, de trabajadoras de aquí y llegadas de otros países, que acuden a casas de algunos mejor situados en condiciones de precariedad, tanto salarialmente como de seguridad laboral.

 

Muchas y muchos son los nombres que a lo largo de la historia forjaron un mosaico, de sudor, lágrimas, sangre y libertad, que ahora algunos pretenden borrar, pero que inexorablemente pasara por encima de ellos.

 


A pesar de que algunos, de una forma burda, tratan de reemplazar esta simbólica fecha. Nuevamente reivindicaremos en este día, y ya van dos en medio de la pandemia, los derechos de nuestras compañeras, para que no sean nuestras sirvientas, para que los mismos sean como mínimo iguales a los nuestros. Para que dejando nuestras injustas ventajas caminemos a su lado apoyando su lucha, por eso que resulta tan fácil de pronunciar y a la vez difícil de aceptar, la emancipación e igualdad entre seres iguales que caminan y luchan juntos.

 

PARA NO TENER QUE PEDIR PERMISO PARA VIVIR Y SER LIBRES E IGUALES.

 

!! NI UNA MENOS, ASKI DA!!

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