lunes, 28 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -123-



En la anterior entrada veíamos cómo se daba cuenta en el pleno municipal de Getxo de un oficio del Gobernador Civil de la Provincia, en el que se remitía un informe del Subdelegado de Medicina del Partido de Zona, de las mordeduras de un perro hidrófobo a varios vecinos de Getxo.

El 27 de marzo de 1890 la concesión para la extracción de piedra de la cantera de Arrigunaga estaba en manos de D. Miguel Uria, piedra que era utilizada para su fábrica de cementos.

Por otro lado las obras de la casa de D. Tomás Uria en “Mariandresana” estaba en marcha, y las obras de cantería de la misma estaban siendo ejecutadas por el cantero D. León Landeta, quien solicitaba el uso de las aguas de las cañerías municipales para su trabajo.

El 2 de abril de 1890, las cuentas de las Escuelas de la Fundación de Niñas Pobres de D. Andrés Cortina Piñaga presentaban el siguiente estado: “...Un saldo a favor de 5.551,33 pesetas, se habían comprado de acuerdo con la corporación y el testamentario de D. Luciano Alday 5.000 pesetas nominales en papel del 4% a nombre de la fundación, con intervención del corredor D. Tirso Acha del comercio de Bilbao, al precio del 70,40% siendo el coste 3.770 pesetas, más el corretaje de 3,77, que daban un total de 3.773,77 pesetas, que restadas a las 5.551,33 queda reducido el haber de la citada escuela al 31 de diciembre de 1889, a 1.777,56 pesetas. El resguardo de la 5.000 pesetas , facilitado por el Banco de Bilbao, que lleva el número 66.426 con fecha del 28 de marzo pasado, queda en poder del Ayuntamiento en el arca de tres llaves…” Por otro lado formando parte de aquellas cuentas estaba: “...Un resguardo facilitado por el Banco de Bilbao con el número 48.506 con fecha del 25 de agosto de 1885 de 90.000 pesetas pertenecientes a la expresada fundación como deposito hecho por el Alcalde de Guecho D. Juan Antonio Aldecoa, el cual se halla también en el arca de tres llaves...”


Y sin embargo, a pesar de que ya habían transcurrido más de cuatro años, el tema de los prófugos del ejército volvía a las actas municipales. A pesar de que alguno de ellos, como era el caso del joven de Algorta Juan Bautista Urresti, ya hacía cinco años que había partido hacia la República de Chile, se le seguía reclamando su presencia para tallarlo. Parece que lo que más dolía a las autoridades militares era el no haber depositado las 2.000 pesetas que le eximían del servicio, por lo que le declaraban en busca y captura. No era el único que se encontraba en el extranjero, ni al que se dejaba de reclamar la cantidad que le podía librara del temido servicio. Así, aparecían muchos nombres de jóvenes de Getxo que por distintos motivos habían emigrado a otros países: “...Antonio Astobizaga, Nicolás Sarria, Miguel Camiruaga, Isidoro Hormaechea, Ignacio Francisco Juaresti, Eulalio Mariano Aresti, Julián Echevarria y Desiderio Méndez...”

Y como ya estábamos en Semana Santa, el consistorio decidía acudir en pleno a los actos religiosos que se iban a celebrar, mañana y tarde en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta, así como a la misa mayor del día de Pascua de Resurrección.

El 10 de abril de 1890, la Compañía del Tranvía mostraba síntomas de hiperactividad en el municipio. Trataba de introducir cambios en las vías : “...Pretendía levantarla entre la casa del Sr. Anduiza en Las Arenas hasta el terraplén de la Avanzada; así como trasladar el apartadero que existía en Las Arenas, cerca de la Avanzada, al trozo de vía recto comprendido entre la curva de Arecheta y la Fonda San Ignacio...”

Los fondos municipales al parecer no andaban mal ya que en esas fechas, tras realizar el balance, el 31 de marzo último, daban un saldo de 25.094,60 pesetas en caja.

Pero antes de seguir adelante con las actas municipales veamos cómo observa la prensa bilbaína nuestro día a día: El 17 de abril de 1890 volvían a aparecer en la prensa bilbaína, en “El Noticiero Bilbaíno” algunas consideraciones sobre el Puente Palacios, en una columna que titulaban “El Puente de Portugalete”: “...Cuando hace algún tiempo se dio a conocer en Bilbao la idea concebida por el D. Alberto de Palacio para construir el gran puente sobre la embocadura de la ria en Portugalete, pocas o ninguna persona hubo que no comprendieran la importancia que revestía aquel proyecto, en camino ya de realización. La empresa, se dijo, es magna, es atrevida, es gigantesca, pero de resultados positivos, esto es indudable. Procediéndose después a la formación de la sociedad que había de llevar a cabo la obra, que quedó formada por capitales del País. Entre esos capitalistas figura en primera línea el Sr. López de Letona, que está invirtiendo en muchas obras, que contribuyen al mayor desarrollo de la población en la parte urbanizada del ensanche de Albia. El puente proyectado será pronto un hecho, pasará en breve plazo de la categoría de proyecto a la realidad, y vendrá un día no lejano a dar mayor impulso al asombroso movimiento entre una y otra orilla de la ría, entre las playas de Portugalete y Las Arenas. Las obras comenzaron anteayer...” continuaba aquella carta ofreciendo una descripción del Puente Bizkaia, pero lo que ya nos dejaba, como dato histórico, era la fecha de comienzo de las obras, el 15 de abril de 1890.

Otra de las obras que requería la atención de aquel diario era las del ferrocarril entre Las Arenas, Algorta y Plentzia, las cuales llevaba a su primera plana el día 22 de abril de 1890: “...Puede ya con fundamento decirse que no tardará el comienzo de la construcción del Ferrocarril de Las Arenas a Algorta y Plencia. Entre los accionistas figuran algunos plencianos y otros de Bilbao. No cabe duda que la construcción de esta nueva vía dará impulso a todas las industrias que se instalarán a lo largo de su recorrido…” Decían que con la ejecución de las mismas algunos próceres de Bilbao: “...Hombres del comercio y la banca, que entonces tenía sus residencias a 10 o 12 millas de la zona de confort de Las Arenas, acudirán a ellas para descansar sus castigados cuerpos. Solazándose tras su tarea diaria en las terrazas, con vistas a jardines y huertas, aspirando las vivificantes brisas del mar, que neutralizarán los efectos del trabajo mental de sus escritorios y estudios…”

Mientras que otra carta, esta de D. Dionisio de Zubiaga de Algorta, hablaba sobre el funcionamiento de las grúas de vapor del puerto y muelles de Bilbao, refiriéndose a una columna aparecida en el diario bilbaíno sobre el mal funcionamiento de dichas grúas: “...En efecto, las grúas de vapor son ya un sistema abolido en todos los puertos con algún movimiento comercial, y cuando se proyectaron para Bilbao ya hice algún comentario sin que se tuviera en cuenta. Cuando se propuso, tuvimos proyectada una moción, para que se estableciera en las márgenes de la ría un sistema de grúas hidráulicas. En los puertos del Norte de Europa se ha llevado con gran rapidez la sustitución de las de vapor por hidráulicas. En Bilbao, donde el agua no se hiela, es mucho más fácil su sustitución...”


No era la única obra que en nuestro municipio reclama atención. La playa de Ereaga estaba en tan mal estado: “...Que el consistorio decidió acudir a D. Evaristo Churruca, director de la obras del Puerto, para solicitarle que arbitrara medidas para mejorar su situación…”

Y mientras, las alubias, por la escasez de las procedentes del extranjero, obligaba a que se vendieran las de la península: Las pequeñas blancas de Galicia a 2 pesetas los cien kilos; las agarbanzadas extrajeras a 32,50 pesetas los cien kilos; las de riñón a 41 pesetas los cien kilos. Las habas, otro producto de gran demanda en su variante “mazaganas” se vendían a 7 pesetas los 32 kilos a pie de muelle. Los obnibus de ocho asientos, de la “Compañía Nueva Unión” que realizaban la línea de Algorta a Plentzia, salían a la venta.

En la próxima entrada veremos cómo el padrón municipal, las listas cobratorias y las cédulas personales para el año 1890-1891, tenían que ser remitidas a la Hacienda Provincial.

1 comentario:

  1. Kaixo, Karla! ¿Qué tal estás? ¿Tomamos un café con leche y hablamos del XI GetxoBlog? Besarkada Bat.

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