jueves, 25 de enero de 2018

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -14-



En la anterior entrada veíamos La llegada del Sr. Obispo a la iglesia de San Nicolas de Bari de Algorta, en abril de 1877, para suministrar la confirmación a los niños de Algorta. En esta avanzaremos otros temas, como las comunicaciones o un litigio en torno a la Ermita de San Martín.

El problema de las comunicaciones escritas estaba sobre la mesa del consistorio en octubre de 1877, sobre todo debido a la extensión de terreno que abarcaba el municipio: “...con un solo buzón o cartería en el mismo para depositar las cartas y comunicaciones, lo que provoca que haya que recorrer grandes distancias para depositarlas, sobre todo a la zona de Alangüetas en Algorta, de donde resulta ser casi toda la concurrencia de forasteros en verano, quienes se quejan de la falta de un buzón...” Por lo cual solicitaron al Administrador de Correos que pusiera un buzón en dicho punto de Algorta. A finales de ese año el responsable de la conducción de la correspondencia era D. Antonio San Martín, quien llevaba la correspondencia sin franqueo hasta Bilbao. Otro de los puntos en que se colocó un buzón fue en las escuelas de la Plaza de San Nicolás.

En octubre de ese año estaba de guarda del Camposanto de Algorta D. Ángel de Egusquiza, cobraba un salario de 500 reales anuales.

Las obras también tenían su espacio en aquellos días. A finales de octubre se realizaban la reparación de dos puentes en konporte, obra que realizó el carpintero D. Sebastián de Aguirremota. El camino a la fuente de Sarri, también era sujeto de reparación: “...Hallándose en malísimo estado el camino a la fuente de Sarri, en la entrada contigua a la misma hasta el caserío llamado Bescoeche, por la mucha gente concurrente a la citada fuente, especialmente en el invierno a lavar las coladas...”


A primeros de noviembre se trataba sobre una comunicación recibida del Gobierno Civil, en la que se instaba a dar la autorización a petición de D. Narciso Goiri: “...sobre el proyecto de construcción de un Pabellón Balneario en Las Arenas...” El Ayuntamiento confirmaba que: “...la construcción del Pabellón Balneario es de alta importancia para los intereses de la Provincia y en particular para esa población...” El 9 de julio de 1878, se publicaba en la “Gaceta de Madrid” una Real Orden, en la que el Director de Obras Publicas C. Toreno daba cuenta de la autorización concedida a Narciso Goiri para construir en Las Arenas (Getxo) un Balneario.

En noviembre de 1877 se nombraba por la Administración de Económica de la Provincia, como estanquero de Algorta a D. Álvaro Navas. Y en abril de 1878 a D. Juan Garaizabal como estanquero de Las Arenas.

Y en previsión de las algarabías nocturnas, que al parecer se realizaban en las fiestas navideñas por el Pueblo, el Ayuntamiento pocos días antes de la llegada de las de 1877, promulgaba un bando: “...Prohibiendo toda parranda por la calles después de las diez de la noche en adelante, y se cierren a la misma hora las tabernas y establecimientos de bebidas, bajo apercibimiento de multa, que dependerá de la gravedad de cada caso...” Y así finalizaba 1877.

Comenzaba 1878 con la solicitud del veterinario D. José Cruz de Mezo para que se le nombrara veterinario de Getxo para revisar las reses que se sacrificaban en el municipio con destino al consumo público. A lo que el Ayuntamiento accedió abonándole 4 reales por res mayor y 2 por ternera. Para dichas revisiones debía de estar acompañado por el regidor responsable de consumo. Y la apertura frente a Jardingana de un puesto para la venta de carnes frescas a nombre de D. Idelfonso Arrola.

El 17 de enero era solicitado permiso por D. Ignacio de Meñaca para la construcción de un Casino al Sur de la tejavana de D. Cipriano de Urquiola. Se trataba del Casino Algorteño.


En febrero de 1878 D. Francisco Antón solicitaba le fuera vendido el terreno denominado “San Martín”. Esto provocó un pequeño litigio en el que intervino la Iglesia, ya que el mismo al parecer era el antiguo asentamiento de la “Ermita de San Martín”, en las actas municipales de esa fecha se decía: “...que con fecha del 20 de noviembre se envió al Gobierno Civil un escrito con documentos, que existiendo en el referido terreno restos humanos de los antepasados, y haber existido en otro tiempo una ermita en él, el pueblo pide su conservación, porque nunca ha tenido ni tiene carácter de propios dicho terreno...”

Y hasta la muerte de una raposa era motivo de premio por parte del consistorio de Getxo, ya que el día 14 de febrero de 1878, le era otorgado un premio al maestro de Santa María por haber dado muerte a un zorro. Pero no solo a él, ya que poco más tarde era D. Juan Francisco de Libano el agraciado por abatir otro en Azkorri.

Parece que en la zona del Castillo (Usategi), en algunos tiempos, fue habitual ver alguna caseta de carabineros, ya que en febrero de 1878 se recogía en las actas: “...Hallándose en mal estado las ruinas del sitio público llamado la Plaza del Castillo, donde se celebran las romerías de este pueblo, los restos de la caseta que ha sido de carabineros, la cual fue destruida durante la última guerra...”

En marzo de 1878 se presentaban los presupuestos para el periodo que iba desde el primero de enero de 1878 al 30 de junio de 1879. Los gastos presentados ascendían a 33.666 escudos los ingresos y a 34.157 escudos los gastos.

En ese año, según escribían en los libros de actas, además de construir una tabla con el sistema métrico decimal para tallar a los mozos. Estos eran sustituidos, según una circular del día 12 de marzo de 1878: “...de las Provincias Vascongadas por naturales de las mismas...”

El 21 de marzo de 1878 se daba lectura en el consistorio de Getxo a un escrito del Alcalde de Gasteiz, en el que se solicitaba contribuir a la erección de un panteón en aquella ciudad: “...cumpliendo con el deseo de todos los Ayuntamientos de las tres provincias vascongadas, de coadyuvar de la erección de un panteón en la ciudad de Vitoria, al esclarecido vascongado D. Mateo Benigno de Moraza...” El Ayuntamiento de Getxo a pesar de tener sus arcas muy mermadas contribuyó a la erección de dicho monumento. Mateo de Moraza fue un representante del fuerismo alavés y vasco que vivió entre 1817 y 1878.


En la próxima entrada veremos cómo se solicito permiso para hacer un juego de bolos en la trasera de la Venta, entre la Ermita del Ángel y dicha taberna. Así como el fervor religioso se dejaba sentir en julio de 1878, por el que los vecinos de Alango solicitaban la creación de una ermita o iglesia dedicada al culto a San Ignacio. 

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