jueves, 9 de febrero de 2017

UN EMPRENDEDOR EN LA VEGA DE SANTA EUGENIA



Este emprendedor no fue otro que Miguel Antonio Vitoria Echevarria, que tuvo sus sembrados en la Vega de Santa Eugenia y sus almacenes en el ensanche Bilbaíno. Que fuera hijo de Miguel Victoria Aja y de Jacinta Echevarria Guerricagoitia.

La Vega de Santa Eugenia formaba parte de los bajos de los montes que según un plano de 1731 eran denominados como “Gastelus”, y conocidos también como “Gaztelueta.” Eran parte de las colinas de Ondiz. Terrenos de marisma y cruzados por mil riachuelos, eran tierras movedizas, antaño batidas por la mar, que de la mano de Máximo Aguirre fueron ganadas para convertirse en una amplia zona urbanizable, que más tarde darían forma a uno de los barrios obreros mas populosos, el barrio de Romo.


Como decía en mi entrada del 25 de abril del 2014, en 1884 se realizó en ellos, tras su desecación, unos sembrados que darían origen a la patata de denominación “Vega Santa Eugenia”. Aquellos terrenos eran propiedad de Miguel A. Vitoria, propietario de la granja “Vega Santa Eugenia”. El paraje entonces perteneciente a Las Arenas, fue dedicado a la producción de nuevas variedades de patata de siembra. Para la denominación de aquellas variedades Miguel A. Victoria solicitó permiso para usar el escudo de la provincia en sus escritos y denominarse como proveedor de la Diputación de Bizkaia. Prueba de ello fue el siguiente párrafo de una circular que la comisión provincial de Vizcaya dirigió a los alcaldes de todos los pueblos, suscrita por su digno vice-presidente el Sr. D Joaquín de Abasólo: “...Considerando, pues, esta comisión que el Sr Vitoria es acreedor al estímulo y la recompensa del país, que principalmente reciba los beneficios de su laboriosidad y su amor a la tierra nativa; y deseosa de que prosiga en los ensayos de nuevos cultivos en que se ocupa, ha venido en facultarle, a petición suya y en virtud de la autorización que le confiere el art. 98, caso 3º de la vigente ley provincial, para que pueda servirle del escudo de armas del Señorío en todos los documentos que estime convenientes, siempre que estén relacionados con el cultivo de las nuevas variedades de patata a que viene dedicándose, encargando al mismo tiempo a los alcaldes de los pueblos de Vizcaya, que con el interés que acostumbran en todos los casos en que se trata del bien del país, recomiendan a los labradores de sus respectivas jurisdicciones la adquisición y el ensayo de los nuevos tubérculos, cuyo cultivo considera el Sr. Victoria muy beneficioso…”



De cómo eran aquellos sembrados, nos da una idea una fotografía de la documentación presentada en la Diputación de Bizkaia, de la que se conserva una carta con su membrete, que serviría para presentar la granja a los futuros clientes (ver fotografía inferior).


El 16 de marzo de 1884 el diario “Noticiero Bilbaino” publicaba en su primera plana una noticia referida a los comienzos de esta experiencia hortícola: “...Hay en Vizcaya un profesor del instituto de segunda enseñanza que, inspirado por su amor al país y su afición a los estudios agrarios, se propuso ha pocos años consagrar sus modestos recursos y el tiempo que lo dejasen libre sus ocupaciones profesionales, a la adquisición de una finca rústica y al ensayo en ella de algunos de los ramos de la agricultura…, creyendo él que se sentía con aquella vocación que entre las producciones del suelo pocas hay que superen en interés a la del precioso tubérculo importado de América con el nombre de patata, y que hoy ha llegado a equipararse en la alimentación pública, particularmente en la clase pobre, se propuso estudiar su cultivo en todas sus fases y sobre todo en el gran número de variedades y métodos con que en estos últimos tiempos se ha enriquecido en Europa dicho cultivo. La Diputación provincial de Vizcaya, lejos de contarse en el numero de los que no comprendían el valor de los estudios y esfuerzos del Sr. Vitoria en pro de la agricultura de Vizcaya, los ha comprendido perfectamente y recompensado hasta donde estaba en sus facultades…”



Respecto a la valoración que hacían de sus productos baste leer lo que referían en dicho articulo: “...El Sr. Vitoria, después de haber conseguido la aclimatación de las más celebradas variedades de patata en su vega de Santa Eugenia, en las Arenas de Guecho, añade hoy a aquella satisfacción y a la de honrosa recompensa que ha recibido de la Diputación provincial de Vizcaya, la de que las variedades cultivadas y cosechadas en su finca, sean buscadas con afán y cultivadas en Andalucía, Castilla, Navarra, Asturias, Galicia, Aragón, Castellón, Albacete y otras provincias…”

Antes de comenzar su cultivo realizaron una visita a diferentes establecimientos hortícolas en el extranjero y después de una selección entre 500 especies, escogieron y adaptaron a los terrenos de la Vega 8 variedades, entre ellas las de patata temprana, semi-temprana y tardía. Precisamente aquel año tenían en estudio una variedad de patata denominada “Victoria”, de la que le habían asegurado que consiguieron 5 cosechas en un año.


Del trabajo y la calidad de aquellas patatas hablaba “La Gaceta Agrícola”, publicación del Ministerio de Fomento y la prensa bilbaína, que encomiaba su gran precocidad y sus notabilísimas condiciones culinarias (resaltaban que cocían en 10 minutos). La prueba de fuego para aquellos tubérculos de patata, paso tras producirse aquel mismo año en casi todas las plantas en vegetación del litoral Cantábrico la plaga del “Fungus” (llamado vulgarmente roña), mientras que en la Vega de Santa Eugenia, no se había visto atacada ninguna planta. Lo que supuso para dicha compañía un importante aumento en su cartera de pedidos.



Variedades de patata que tenían su origen en diversos horticultores de todo el mundo. Algunas como las tempranas y tardías, procedían de Estados Unidos y se adaptaban muy bien a terrenos arenosos de las características de los de Romo; las variedades semi-temprana había sido obtenida por un cruzamiento realizado por el Inglés Yames Clark, quien la puso en manos del plantelista Mr. Sutton, quien la bautizó como “Magnum Bonum”; las variedades tardías eran de origen Escocés), otras procedían de Holanda.

Su presentación venía abalada por los testimonios de diversas personalidades del momento, así como de reputados horticultores de la época, entre los que se encontraban el bilbaíno D. Martín de Zavala (Senador del Reino), el Durangotarra D. José María de Ampuero (Diputado a Cortes), D. Miguel de Rodríguez Ferrer (de la Granja del Retiro), de la Alcaldía de Balmaseda, del horticultor deustoarra D. Pedro Uruchurtu, de D. Toribio M. de Pinillos (propietario de Aguas de Arnedillo) y de D. Enrique Sandon (Director de la Fabrica de Mechas de Irurrigorri).

El 15 de febrero de 1884 la Comisión Provincial de Bizkaia tomaba el acuerdo de facultar a D. Miguel de Vitoria para “...hacer uso del Escudo del Señorío de Vizcaya, en todos los documentos que estime conveniente...,...siempre que estén relacionados con el cultivo de las nuevas variedades de patatas...”. Pero le denegaba el uso del titulo de Proveedor de la Excelentisima Diputación de Bizkaia. No obstante y en atención a “...la importancia que va tomando el cultivo de la patata...,y a que el Sr. Vitoria es acreedor del estimulo y la recompensa del País...,...por su laboriosidad y amor a la tierra nativa...”, el 7 de Febrero de 1884, el Vice-Presidente de la Comisión Sr. J. Abasolo, enviaba un oficio a las alcaldías de la provincia recomendando aquellas variedades para que hicieran ensayos en sus cultivos. Hortaliza que a más de uno quito el hambre y que como dijera Neruda:
...compacta como un queso
que la tierra elabora
en sus ubres
nutricias,
enemiga del hambre...”


En agosto de 1884 la prensa incluía anuncios de sus preciadas especies tempranas y tardías criadas en la Vega de Santa Eugenia, de las que se decía eran resistentes a la roña, incluso se hablaba de abonos químicos especiales para el sembrado de nabos para ganado, que en dicha Vega habían conseguido rendimientos muy importantes. Los precios de mercado de aquella solanácea eran de a 20 reales por quintal o arrobas.  



Pero no contento con el desarrollo de esta planta herbácea, y animado por su joven y entusiasta espíritu emprendedor, pronto emprendería nuevas experiencias con otro cultivo. Esta vez le tocaba a ese cereal de tallo macizo, el “Maiz”. Dicho cultivo, también importado de las américas, no tenía un gran desarrollo entre nosotros, tan solo se conocían media docena de variedades de las más de 50 existentes. Este cereal era de gran interés en el litoral cantábrico.


Hasta aquí una pequeña referencia a una pequeña industria alimentaría, obra de Miguel A. Vitoria, que desarrolló su iniciativa en la Vega de Santa Eugenia (Romo), en épocas tan lejanas como las de 1884. Estos datos están extraídos del expediente del Archivo Foral de Bizkaia: “Administración de Bizkaia / Sector Primario, Industria y Comercio / AX00557/014” y del diario “El Noticiero Bilbaino”.

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