Pocas
veces se ha multado a todo un pueblo, incluido a su Ayuntamiento, una
de esas agresiones sucedió en 1873, de la mano del Gobernador de la
Provincia. Este hecho se desarrollo en el marco de la Segunda Guerra
entre Carlistas y Liberales, durante la segunda fase de ese
enfrentamiento armado. Y la sanción venía motivada por la ayuda
económica prestada por el Pueblo de Getxo a uno de los Jefes
Militares Carlistas D. Gerardo Martinez de Velasco.
Gerardo
Martinez de Velasco fue el primer Comandante General Carlista de
Bizkaia, había nacido en 1820, fue veterano de la primera guerra, y
el único general que pudo mantenerse al mando de 1.000 hombres en
armas, después del tratado de Amorebieta. En 1.874 contribuyo a la
toma de Portugalete y al bloqueo y sitio de Bilbao.
Durante
ese enfrentamiento armado, el “Comandante Carlista del Señorío de
Vizcaya” D. Gerardo Martinez de Velasco, se dirigió al
Ayuntamiento de Getxo, en un escrito del 1 de marzo de 1873,
solicitando que: “...He
manifestado en mi proclama que venia a defender la Religión, los
fueros de este Señorío y los legítimos derechos del Rey D. Carlos
VII, y que todos los vizcaínos estaban obligados a coadyuvar a tan
santos fines...”
Solicitaba como aportación para ayuda de guerra de 29.024 reales,
para su pago daba de plazo 10 días.
Reunidos
los vecinos el día día 5 del mismo mes declaraban: “...que
esta pacifica anteiglesia no ha hecho armas contra nadie y que solo
podían acceder a la orden cuando se le exija en la localidad el pago
por medio de un Jefe con fuerza bastante, para que de este modo,
salve el Pueblo su responsabilidad ante el Gobierno de Madrid y su
delegado...”
El recaudador nombrado por D. Gerardo Martinez de Velasco, se
presentó en Getxo el día 30 de marzo con una importante fuerza
Carlista y se le hizo entrega de la cantidad solicitada.
Gerardo Martinez de Velasco
No
sería esta la única “contribución
de guerra”
que el pueblo de Getxo tuvo que soportar, por parte de los dos bandos
contendientes, los Carlistas al mando del Sr. Velasco y los Liberales
al mando de D. Cosme de Echevarrieta, durante el mes de mayo, unos
llegados de Munguia y los otros de Bilbao, hicieron acopio de
víveres, vino, cebada y calzado para sus guarniciones. Las entregas
de dinero se sucedieron con anterioridad y durante los siguientes
meses. El día 30 de enero de 1873 se daba cuenta de la circular
remitida por al Diputación General el 21 del mismo mes, era el bando
Liberal el que requería: “...se
reúnan los Pueblos en las cabezas de distrito para acordar el modo
de facilitar las raciones a las tropas en operaciones contra los
Carlistas...”
El 16 de septiembre era el turno del bando Carlista, la cantidad
entregada a estos era de 3.997 reales. Las prohibiciones también
estaban a la orden del día, el 11 de diciembre del mismo año la
jefatura Carlista del distrito de Munguia daba orden, al barquero de
la ría D. Antonio de Mendieta, de que sus pendiera el paso a la
“Rebelde Villa de Portugalete”.
Como
consecuencia de aquella contribución al bando Carlista, el Gobierno
de Madrid, a través de su Gobernador de la Provincia, imponía el 12
de abril de 1873 una multa a todo el pueblo de Getxo, por el mismo
importe de las aportaciones que se habían realizado al Jefe Militar
Carlista D. Gerardo Martinez de Velasco,
El
Ayuntamiento y vecinos recurrieron al gobierno de la provincia
alegando que: ...nos
habíamos visto forzados a prestar la ayuda por la presencia
militar...”
Usaban el argumento del 5 de marzo, en el que decían: “...salve
el Pueblo su responsabilidad ante el Gobierno de Madrid y su
delegado...”
Pero el delegado del gobierno no aceptaba las escusas ni las
dilaciones, y exigía: “...que
de cumplimiento a su orden, procediendo al reparto o derrama entre
los vecinos para hacer efectiva la multa impuesta...”
Amenaza con aplicar un recargo por el retardo, y en aplicar con
severidad la ley. Para poder cumplimentar aquella multa el Alcalde D.
Jose de Mandaluniz convocó a todos los vecinos a Junta General
realizándose, como era costumbre, aviso personal a todos los
domicilios.
El
15 de abril de 1873 se reunían en Junta General los vecinos de
Getxo, que como se recogía en el acta: “...todos
los vecinos que acostumbran concurrir a otros actos similares...”
El Alcalde expuso a los vecinos el objeto de aquella junta, que no
era otro que tratar sobre la multa gubernativa, y el contenido de la
carta remitida por el gobernador: “...he
acordado prevenir a usted que den cumplimiento a mi orden de derrama
o reparto entre los vecinos para hacer efectiva la multa impuesta...,
o
de ser tratados con todo el rigor de la ley...”
Además añadía: “...En
vista de la incalificable conducta observada por la mayoría de los
vecinos de esa localidad, por la parte activa que han tomado en la
recaudación de la derrama o reparto impuesta por el cabecilla
Velasco...,
y
por la actitud contraria de varios vecinos a hacer efectivo el pago
impuesto por mi autoridad...”
Los vecinos, que se negaban a pagar, recordaban al gobernador, la
oposición que hubo por parte de todos para entregar aquellos 29.024
reales al cabecilla Velasco: “...que
para hacerlos efectivos tuvo que sacarlos por la fuerza armada, que
se presentó en numero considerable, ejerciendo como sucede en esto
casos la coacción...,
por
lo que no consideran justa la multa impuesta, por una entrega hecha
a la fuerza...”
En
una nueva junta celebrada el 23 de abril, se exponía que no era
justo que se penara con mayor cantidad a los que no asistieron a la
anterior junta y que se excusara de su pago a los pobres de
solemnidad. En la misma recordaba D. Juan Ramón de Cortina: “...que
era costumbre desde tiempos inmemoriales, que toda contribución
vecinal, con cualquiera denominación que tuviese, fuera girada a los
repartos según la posición de cada vecino, a cuyo efecto las listas
vecinales están clasificadas según la posesión de cada vecino...”
Parece que el numero de clases de poseedores ascendía a siete. Se
nombró una comisión para hacer efectivo aquel cobro.
Las
campana como arma de aviso de la llegada de las partidas de uno y
otro bando, parece que también estaba penado con multas, ya que en
ese mismo año, era el cabecilla Gorordo quien conminaba con la
multa de 10.000 reales al Ayuntamiento de Getxo si daba cumplimiento
a la orden del general Nouvilas acerca del toque de campanas,
!Apurada era la situación del municipio ya que si mandaba replicar,
palos, y si deja de repicar también!.
No
existen referencias a si finalmente se satisfizo aquella multa, lo
que si quedo en el sentir vecinal, fue la injusticia de la misma.
Pero si se vislumbraba en el fondo, la picaresca de los vecinos, en
la que unos de forma voluntaria y otros a regañadientes, trataron de
esquivar la multa, recurriendo al clásico: “...esta
pacifica anteiglesia no ha hecho armas contra nadie...”
Y no les faltaba razón. Todos estos datos están sacados de los
libros de actas de 1873.
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