miércoles, 9 de noviembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -298-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, un diario bilbaíno informaba sobre los movimientos de buques en los distintos puerto de la península.

En el pleno del ayuntamiento de Getxo del 7 de noviembre de 1895 se daba cuenta, entre otros puntos, de la inauguración del monumento dedicado a “Anton el de los Cantares”: “...Se da cuenta de una circular del Presidente de la Comisión Especial del Monumento a Trueba. Manifestando que erigido el monumento dedicado al poeta vizcaino, D. Antonio Trueba, la comisión tenía señalado el día 10 del actual a las doce y media de la mañana para inaugurar el monumento en los Jardines de Albia donde se halla colocado

Seguía el pleno municipal y se abordaban otros asuntos, en este caso el referido a una propiedades del Alcalde D. Santiago Diliz, de la calle San Nicolás de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de D. Santiago Diliz, de esta vecindad, solicitando se deslinde , con los públicos o del municipio, los terrenos que con los nombres de “Heredades de San Nicolás-Ondo” le pertenecen en esta localidad

Durante aquel verano de 1895 el servicio de Correo Peatón no se había realizado, por lo que el responsable del servicio solicitaba del Ayuntamiento de Getxo poder realizar una rifa para ayudar a la precaria economía del servidor público: “...Se dio cuenta de una instancia de D. José Centeno, correo peatón y vecino de esta localidad, solicitando que la Corporación Municipal adquiera un cuadro pintado en lienzo al óleo, con la imagen del Nuestra Señora del Carmen, el cual le costo 80 pesetas y que tenía por objeto proceder a su rifa, pero que no ha podido llevar a cabo por estar prohibidas las rifas. El Consistorio realizó una razonada discusión acordando: Que teniendo presente que al no haber tenido efecto el servicio del correo extraordinario del verano, como en años anteriores, no era culpa de la Corporación ni del exponente, con lo que este salió bastante perjudicado, así como por otro lado el poco costo del cuadro, el cual podrá la Corporación Municipal emplear en algún edificio. Acuerda el Ayuntamiento: Adquirir el referido cuadro…”

Los arreglos en las calles de Algorta requerían de lugares donde depositar la piedra machacada, por eso en el pleno del 7 de noviembre de 1895, se daba cuenta de una solicitud de uno de los contratistas: “…Se da cuenta de una instancia de D. Santiago Landa, vecino de esta, en concepto de contratista para la reposición de la calle Caridad de Algorta, solicitando permiso para colocar y martillar piedra con destino a dicha calle, en la parcela de terreno municipal, detrás de la casa perteneciente a Dña. Fidela Aldecoa, habitada por D. Francisco Líbano…”

El arreglo del pararrayos de la iglesia de Santa María de Getxo no parece, por su excesivo precio, que contentó a la Corporación Municipal: “...En el pleno se da lectura a una cuenta presentada por D. Román Laraudogoitia, procedente de los trabajos ejecutados en el arreglo del pararrayos deteriorado de la torre de la iglesia de Santa María de esta Anteiglesias. En su vista y considerando excesiva la cuenta por que la corporación municipal, a petición del Sr. Cura Párroco de la citada iglesia, solo autorizó a la Comisión Permanente de Obras, en la sesión del dos de mayo último, para arreglar el pararrayos de la torre de la iglesia al cual se le había caído una punta…”

Y finalmente en aquel pleno del 7 de noviembre de 1895, se daba cuenta de un asunto comentado en la entrada 296, se trataba de la obra que pretendía llevar a cabo D. Higinio Cereceda, relacionado con los escarpes del Castillo de San Ignacio: “…Se dio cuenta de un edicto publicado el 19 de octubre último por el Gobernador Civil de esta Provincia, el cual se halla fijado en el sitio de costumbre en este pueblo, e insertado en el Boletín Oficial de la Provincia del día 22, donde consta: Que D. Higinio Cereceda pretende sanear un arrecife de peñas situado entre el muelle Norte del Puerto de Algorta y los escarpes de la costa bajo el Castillo de San Ignacio, proyectando cerrarlo con un muro de 216 metros de longitud, para dedicar el terreno desecado a la edificación. En cuyo edicto hace saber por la expresada autoridad gubernativa al Ayuntamiento de Guecho, propietarios ribereños y cuantas personas y Corporaciones o particulares se crean perjudicados con el saneamiento pretendido o con las obras que lo constituyan, que en el plazo de 30 días expongan cuanto a derecho convengan. En su vista y después de un detenido razonamiento a cerca del particular, acordó el Ayuntamiento por unanimidad hacer constar, que no encuentra inconveniente ni perjuicio, en cuanto a los intereses del municipio para que pueda accederse al proyecto presentado, por lo que no se opone esta Corporación a la realización de las obras proyectadas; pero con la salvedad y condición expresa de que ha de respetar y cumplir los derechos que el Municipio tiene adquiridos respecto a las aguas que bajando por la calles y terrenos superiores entran en el terreno que se trata desecar y dedicarlo a edificación, sí como las de las dos alcantarillas entran o desembocan en dicho terreno, todas las cuales deberán ser conducidas al mar, como mejor proceda por el expresado Sr. Cereceda

El día 10 de noviembre de 1895, toda la prensa bilbaína llevaba a primera plana la inauguración del monumento a D. Antonio de Trueba “Antón el de los Cantares”. Decía la prensa: “...Hoy es un día grande para el pueblo de Bilbao; para Vizcaya toda, para el País Vascongado. Hoy es el día señalado para inaugurar la hermosa estatua de Trueba, para rendir respetuoso homenaje al popular poeta, al narrador ilustre, al narrador ilustre, al esclarecido vizcaíno que tan altas supo poner las glorias de este noble solar, al que consagró su inspiración, su talento, las energías todas de su alma…” Y a continuación dedicaban un amplio espacio a narrar el acontecimiento: “…Hoy es un día grande para el pueblo de Bilbao; para Vizcaya toda, para el País vascongado. Hoy es el día señalado para inaugurar la hermosa estatua de Trueba, para rendir respetuoso homenaje al popular poeta, al narrador ilustre, al escritor insigne, al esclarecido vizcaíno que tan altas supo poner las glorias de este noble solar, al que consagró su inspiración, su talento, las energía todas de su alma…” Y remataban aquellas alabanzas con uno de sus versos: “...Dicen que el cisne, cuando muere, canta; y hoy tanto de mortal mi dolor tiene, que acaso es la del cisne mi garganta; !hágase en mi, Señor, lo que ella ordene!…” Aquel acto de homenaje se realizó a las 12 del medio día en los Jardines de Albia.

En la próxima entrada de esta serie veremos como aquel mismo día se anunciaba en “El Noticiero Bilbaíno” la publicación de la obra “Tratado Etimológico de los Apellidos Euzkéricos” publicado por Sabino de Arana y Goiri.

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