jueves, 18 de febrero de 2016

LOS EMBLEMAS DEL AUXILIO SOCIAL EN GETXO



El Auxilio Social fue uno de los elementos que la dictadura franquista utilizó para convencer a los ciudadanos de las bondades de la “Nueva España que empezaba a amanecer”. En esa actividad participaron la Falange Española y la Iglesia Católica pilares fundamentales del nuevo régimen. Creado por Decreto de la Jefatura del Estado de 17 de mayo de 1940, Auxilio Social se convirtió en una entidad oficial del régimen, encargada de cumplir unas funciones “benéficas y político-sociales” determinadas. Franco ordenó que se creara el 9 de octubre de 1937 el Servicio Social de la Mujer bajo los auspicios del Auxilio Social. Al principio se llamaba “Auxilio de invierno” siguiendo el modelo del Auxilio de invierno de la Alemania nazi.

Otro de sus rasgos fue la abrumadora presencia de mujeres tanto en la cúpula como en la base. Repleto de activistas de talante “enérgico, más bien autoritario”, que impulsaran proyectos asistenciales de tipo fascista. Uno de ellos fue el “Servicio Social” que todas las mujeres tuvieron que cumplir, para poder trabajar o salir al extranjero, hasta el desmantelamiento de la dictadura. El Auxilio Social falangista contó con un Asesor de Cuestiones Morales y Religiosas desde el verano de 1937, un cura de Valladolid, cercano a círculos falangistas, que llevó el control mediante un archivo para registrar “...las conquistas y actividades cristianas de Auxilio Social en España...”. 

La recatolización de la sociedad por el régimen franquista fue otra de sus obsesiones. Suponía entre otras muchas cosas, eliminar el matrimonio civil y el divorcio, permitidos durante la Segunda República. Una vez terminada la guerra, creó un sistema de “fichas religiosas”, en las que figuraban los antecedentes de los padres y de la familia de los niños, con datos sobre si estaban bautizados o habían recibido otros sacramentos, si los padres estaban casados por la Iglesia o implicados en “actividades rojo-separatistas”. El Auxilio Social en el decreto de 23 de noviembre de 1940, establecía la protección de los huérfanos de la Guerra, lo que dejó a sus dirigentes las manos libres para entregarlos en adopción a familias afines al régimen.



Tan obsesionados estaban con su omnímodo poder, que en múltiples ocasiones recordaban a los alcaldes la obligatoriedad de que en Fiestas, espectáculos públicos, cines, tabernas y bares, confiterías y otros centros ondearan los símbolos del “Auxilio Social”. Así en un expediente, recogido por el negociado de Gobernación del Ayuntamiento de Getxo del 19 de septiembre de 1953, alcaldía se hace eco de un escrito de la “Delegación Provincial del Auxilio Social” de la Falange Tradicionalista y de las J.O.N.S., en el que le recuerdan al Alcalde, al que tratan de “Estimado Camarada”, lo siguiente: “...Habiendo observado en repetidas ocasiones que se celebran festejos públicos en los cuales se cobra un precio por la entrada de los espectadores al mismo, he creído conveniente recordar la orden ministerial que obliga a ostentar el emblema de Auxilio Social a cuantas personas acudan a ellos y ha centros de recreo..., por lo que le ruego ponga la mayor diligencia en el cumplimiento de esta orden ministerial..., y en caso de contravenir la misma algún dueño de los citados establecimientos, me lo comunique, dando nota del nombre del establecimiento y del propietario, para inmediatamente ponerlo en conocimiento de la Autoridad...”. Esa forma de delación era la habitualmente utilizada para que el respectivo Gobierno Civil sancionara a los infractores. Cerraba el escrito con “un saludo Nacional-Sindicalista”.

El consistorio pasó dicho escrito, firmado por el Alcalde Juan Bautista Merino, el 3 de octubre de aquel año, a una serie de establecimientos del municipio entre los que se encontraban: En Areeta-Las Arenas (Confitería Zuricalday, Confitería Ayarza y Confitería Aberasturi), en Romo (Bar el Caserío, Bar Armentia “Kolas”), en Algorta (Bar Tangora).



Como final a esta corta entrada, recordar que todos los asistentes a espectáculos públicos, se veían obligados a comprar los símbolos que en forma de escudos de cartón o metal, eran expedidos en las taquillas de esos lugares públicos (Campos de Futbol, Bares, etc.) para “lucirla en la solapa”. Uno de aquellos emblemas del Auxilio Social, el llamado “Varela”, se vendía en dos versiones, una de 0,30 y otra de 1 peseta, eran unas placas de 3x4 centímetros, que el 20 de septiembre de 1953, en la sección “De Bilbao al Abra” de La Gaceta del Norte, anunciaban, algo que ya venían realizando a lo largo de los meses para su postulación en la vía pública con diferentes nombres. Algunos de esos símbolos, al igual que el descrito, aparecen a lo largo de esta entrada.


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