El
Auxilio Social fue uno de los elementos que la dictadura franquista
utilizó para convencer a los ciudadanos de las bondades de la “Nueva
España que empezaba a amanecer”. En esa actividad
participaron la Falange Española y la Iglesia Católica pilares
fundamentales del nuevo régimen. Creado por Decreto de la Jefatura
del Estado de 17 de mayo de 1940, Auxilio Social se convirtió en una
entidad oficial del régimen, encargada de cumplir unas funciones
“benéficas y político-sociales” determinadas.
Franco ordenó que se creara el 9 de octubre de 1937 el Servicio
Social de la Mujer bajo los auspicios del Auxilio Social. Al
principio se llamaba “Auxilio de invierno”
siguiendo el modelo del Auxilio de invierno de la Alemania nazi.
Otro
de sus rasgos fue la abrumadora presencia de mujeres tanto en la
cúpula como en la base. Repleto de activistas de talante “enérgico,
más bien autoritario”, que impulsaran proyectos
asistenciales de tipo fascista. Uno de ellos fue el “Servicio
Social” que todas las mujeres tuvieron que cumplir, para
poder trabajar o salir al extranjero, hasta el desmantelamiento de la
dictadura. El Auxilio Social falangista contó con un Asesor
de Cuestiones Morales y Religiosas desde el verano de 1937, un cura
de Valladolid, cercano a círculos falangistas, que llevó el control
mediante un archivo para registrar “...las conquistas y
actividades cristianas de Auxilio Social en España...”.
La
recatolización de la sociedad por el régimen franquista fue otra de
sus obsesiones. Suponía entre otras muchas cosas, eliminar el
matrimonio civil y el divorcio, permitidos durante la Segunda
República. Una vez terminada la guerra, creó un sistema de “fichas
religiosas”, en las que figuraban los antecedentes de los
padres y de la familia de los niños, con datos sobre si estaban
bautizados o habían recibido otros sacramentos, si los padres
estaban casados por la Iglesia o implicados en “actividades
rojo-separatistas”. El Auxilio Social en el decreto de 23
de noviembre de 1940, establecía la protección de los huérfanos de
la Guerra, lo que dejó a sus dirigentes las manos libres para
entregarlos en adopción a familias afines al régimen.
Tan
obsesionados estaban con su omnímodo poder, que en múltiples
ocasiones recordaban a los alcaldes la obligatoriedad de que en
Fiestas, espectáculos públicos, cines, tabernas y bares,
confiterías y otros centros ondearan los símbolos del “Auxilio
Social”. Así en un expediente, recogido por el negociado
de Gobernación del Ayuntamiento de Getxo del 19 de septiembre de
1953, alcaldía se hace eco de un escrito de la “Delegación
Provincial del Auxilio Social” de la Falange
Tradicionalista y de las J.O.N.S., en el que le recuerdan al Alcalde,
al que tratan de “Estimado Camarada”, lo siguiente:
“...Habiendo observado en repetidas ocasiones que se celebran
festejos públicos en los cuales se cobra un precio por la entrada de
los espectadores al mismo, he creído conveniente recordar la orden
ministerial que obliga a ostentar el emblema de Auxilio Social a
cuantas personas acudan a ellos y ha centros de recreo...,
por lo que le ruego ponga la mayor diligencia en el
cumplimiento de esta orden ministerial..., y en caso de contravenir
la misma algún dueño de los citados establecimientos, me lo
comunique, dando nota del nombre del establecimiento y del
propietario, para inmediatamente ponerlo en conocimiento de la
Autoridad...”. Esa forma de delación era la habitualmente
utilizada para que el respectivo Gobierno Civil sancionara a los
infractores. Cerraba el escrito con “un saludo
Nacional-Sindicalista”.
El
consistorio pasó dicho escrito, firmado por el Alcalde Juan Bautista
Merino, el 3 de octubre de aquel año, a una serie de
establecimientos del municipio entre los que se encontraban: En
Areeta-Las Arenas (Confitería Zuricalday, Confitería Ayarza
y Confitería Aberasturi), en Romo (Bar el Caserío, Bar
Armentia “Kolas”), en Algorta (Bar Tangora).
Como
final a esta corta entrada, recordar que todos los asistentes a
espectáculos públicos, se veían obligados a comprar los símbolos
que en forma de escudos de cartón o metal, eran expedidos en las
taquillas de esos lugares públicos (Campos de Futbol, Bares, etc.)
para “lucirla en la solapa”. Uno de aquellos
emblemas del Auxilio Social, el llamado “Varela”,
se vendía en dos versiones, una de 0,30 y otra de 1 peseta, eran
unas placas de 3x4 centímetros, que el 20 de septiembre de 1953, en
la sección “De Bilbao al Abra” de La Gaceta del
Norte, anunciaban, algo que ya venían realizando a lo largo de los
meses para su postulación en la vía pública con diferentes
nombres. Algunos de esos símbolos, al igual que el descrito,
aparecen a lo largo de esta entrada.
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