domingo, 6 de julio de 2025

SOBRE EL AURRESKU EN 1898

 

En mis entradas de abril del 2025, hablaba sobre el “Aurresku”, al comienzo de ellas aportaba algunos datos de carácter histórico, muchos provenientes de historiadores cualificados, escritores y musicólogos, maestros de dantza (Fausto Arocena, Juan Mañe y Martin de Anguiozar, Bernardo María Garro, Gaizka Barandiaran, Juan Ignacio de Iztueta, José Ignacio Ansorena, además del alemán Christian August Fischer y el griego Estrabón, entre otros).

Dicen en Dantz-ango” (Blog de Aitor Alava sobre folklore vasco y argentino): “...La primera descripción completa y en profundidad de esta dantza nos llega de la mano de “Iztueta” a principios del siglo XIX. Iztueta clasifica la soka-dantza en función de quién la baila, de este modo: Gizon-dantza “danza de hombres”; Gazte-dantza “danza de jóvenes”; Eche-andre-dantza “danza de señoras de la casa”; Escu-danza galaiena “danza de manos de galanes” y Escu-danza nescachena “danza de manos de chicas”...” 

Siguiendo con mis hábitos de leer libros de actas municipales, prensa histórica y cualquier legajo que aporte algún dato para la historia de Getxo, en una de mis incursiones en la prensa del Siglo XIX, he encontrado un artículo del periodista, escritor y crítico musical, Ángel Maria Castell, referido al “Aurresku”. Por las fechas en que fue publicado y el contenido, y aunque no trata sobre la participación de las mujeres de Getxo, me ha parecido pertinente traer ha estas páginas dicho artículo, como complemento de los anteriores sobre el Aurresku.

Decía el escritor Ángel María Castell, colaborador de numerosos artículos en “Euskal Erria”,Vida Vasca”y “Episodios donostiarras”, en este artículo sobre el Aurresku: “...El Aurresku, la más típica y también la más conocida de las treinta y seis danzas vascongadas. Su aspecto guerrero revela un origen primitivo. Su parte ceremoniosa tiene algo de reminiscencia del minué francés. Pero es innegable su pureza vasca.

Reflejase en ella de tal modo el carácter de la raza euskara, que no cabe dudar de la legitimidad de su por origen. Solo en seres de tan salvaje independencia histórica, cuyas inexpugnables fortalezas díselas la mano de Dios en forma de inaccesibles montañas, de costumbres tan graves y patriarcales dentro de su instinto indómito, de amor tan exagerado a lo suyo y de respeto tan grande a lo que simboliza autoridad y poderes propios; solo en seres de esta condición se concibe una danza que es a la vez un simulacro guerrero, un tributo de cortesanía y un homenaje a la autoridad, erigida ante los danzarines poco menos que en ídolo, trayendo a la memoria recuerdos de las danzas paganas ejecutadas delante de sus altares.

Jovellanos dijo del Aurresku que en el puede ver el filosofo el origen de aquel candor, franqueza y genial alegría que caracteriza al pueblo que la disfruta, y aún también la unión de la fraternidad y el ardiente patriotismo que reina entre sus individuos.

Por cuatro nombres es esta originalísima danza:

«Aurresku o primera mano», por el papel que en ella desempeña el que la dirige.

«Eskudanza o baile de mano», porque las parejas salen con las manos cogidas.

«Baile Real», por su importancia y solemnidad.

Y «Zortziko u octava», porque todas sus partes constan de ocho compases.

La primera autoridad del pueblo es indispensable; porque en este país el Alcalde no es solamente el que manda: Es el padre cariñoso que se asocia a sus hijos en sus alegrías y en sus desventuras. El Alcalde, pues, otorga el permiso para la ejecución, preside siempre y dirige muchas veces.

Los jóvenes que forman una tanda van cogidos de la mano, y formando circulo, hasta colocarse delante de la autoridad. El jefe de fila o primera mano (Aurreku) tira al suelo la boina y saluda al Alcalde con saltos y vueltas al son del tamboril. Corresponde a este el saludo y el “Aurresku” vuelve a colocarse a la cabeza de la cadena, dando una vuelta a la plaza, preparándose delante de la moza que el jefe elige como pareja. La invitación se hace con primorosas piruetas y trenzados.

Entonces cuatro de los danzarines salen de la cadena, y, boina en mano acompañan a la elegida al centro de la plaza, donde el “Aurreku” vuelve a obsequiarla con nuevos saltos y vueltas, con la boina en una mano y los brazos en jarras.

Cogidos de los dedos ella y el entran en la fila, dándose la punta del pañuelo porque en este baile no se dan la mano hombres y mujeres. Sirven como eslabones los pañuelos de las muchachas que son cogidos por los extremos.

Cuando termina este paso el “Atzesku” o última mano elige una pareja en igual forma.

El “Aurresku” y el “Atzesku” son los que dirigen el baile, y saludan a las elegidas de sus compañeros, haciéndolas los honores cuando las han sacando. Es condición indispensable en la mujer que presente una gravedad de estatua. Sigue el “Zortziko”, dando vueltas a la cuerda, parándose de trecho en trecho y luciendo el”Aurresku” nuevos trenzados y piruetas.

Viene después el “Pasamanos”, “Desafío”, el “Fandango”, con el cual se simula la alegría del triunfo, y por último la danza frenética, el “Ariñ-ariñ” (vivo-vivo), especie de galopada desenfrenada, en la cual las parejas parecen atacadas de convulsión epiléptica, y que hizo escribir a “Fray Gerundio”, allá por el año 1842, cuando por primera vez vio bailar un “Aurreku”: «En lo más entretenido de mis observaciones di con mi reverenda humanidad en tierra: una de las vestales del blanco cendal se me había acercado y sacudido con sus postrimerías tan recio ósculo, que me hizo perder el equilibrio y acostarme en el campo, contra mis intenciones».

En otros tiempos solía seguir a esta fiebre final el toque de Ángelus. Descubríanse todo el mundo, murmurábase una oración; la autoridad, precedida de los tamborileros, daba una vuelta a la plaza en son de despedida, y el pueblo desfilaba alborozado haciendo resonar en las montañas el eco de su alegre ¡ujuju!

Consta el Aurresku de ocho tiempos, a cada uno de los cuales podría dársele un título, como le tienen los de la Sinfonía Pastoral de Beethoven. Toque de reunión. Saludo. Reto de los jefes y formación de la cadena. Marcha en son de guerra. Invitación al baile. Ataque. La lucha. Alegría del triunfo.

¿Quién es el autor de la música del Aurresku? La tradición le ha olvidado. La orquesta es tan primitiva como la danza. Se reduce á uno ó dos silbos («basca tibias» de los romanos, chilibitua de los bascongados), y un tamboril. El tamborilero es una institución. El cargo es hereditario, y no falta en ningún presupuesto municipal la correspondiente asignación, pagada con una religiosidad que para sí la quisieran los maestros de escuela de muchas provincias de España. El Aurresku es una danza eminentemente democrática. Forman en ella cadena las señoritas más empingorotadas junto á las más humildes caseras (campesinas). Nadie puede rehusar la invitación al Aurresku.

Cuando existían los Fueros y se reunían las Juntas forales, bailaban la danza tradicional los venerables «junteros» de la provincia. En la actualidad la bailan los diputados provinciales en las solemnidades populares: la última, en Julio del pasado año, en Oyarzun, con motivo de las fiestas euskaras. El año 1886 bailaron en la plaza de la Constitución de San Sebastián, y á presencia de la Reina Regente, las señoritas más elegantes y los jóvenes más distinguidos de la sociedad donostiarra, vistiendo las parejas de rigurosa etiqueta. Los aldeanos visten para bailar la danza, pantalón blanco, faja roja (ha de ser precisamente de seda), camisa blanca y boina encarnada. Los diputados provinciales visten de frac y sombrero de copa. El efecto es el mismo que si viésemos á aquellos dirigiendo un cotillón en la sala de fiestas del Gran Casino...” (El Noticiero Bilbaíno del 17 de enero de 1898). El artículo que aparecía en este diario, se había publicado en la Revista “Euskal-Erria”. Uno de los personajes citados a quien llamaban “Fray Gerundio”, era Fray Gerundio de Campazas: Nacido en Campanzas, localidad de la Tierra de Campos leonesa.

Con esta entrada, de momento, cierro esta serie sobre el “Aurresku y las mujeres en Getxo”. La misma, como decía al comienzo de este artículo, me ha parecido que recoge la descripción de nuestra primera dantza con gran precisión de sus distintos pasos.

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