El Puerto Exterior del Abra de Bilbao, según los literatos, aunque sus contramuelles se hallen entre Getxo y Santurtzi, a lo largo de su dilatada historia han tenido sus momentos de conflicto de intereses.
El Puerto del Abra, en la fase de Información Pública anterior a su construcción, como muchas otras obras, también fue sujeto de protestas, solo que estas venían de los grandes propietarios, alguno de ellos con interés en los transporte públicos y otros hosteleros en el barrio de Las Arenas en 1877.
Las mismas venían precedidas por una orden del Ministerio de Fomento a través de la Dirección General de Obras publicas del 8 de julio de 1874. La misma decía lo siguiente: “...Ministerio de Fomento. Dirección general de Obras publicas. Puertos. Recibida la exposición de V. de 15 de Febrero ultimo, acompañando un ante-proyecto de puerto en el Abra de la Ria de Bilbao, y solicitando que sin perjuicio del estudio a que ha de dar lugar dicho ante-proyecto se le reconozca el derecho de prioridad de toda concesión para el establecimiento de dicho puerto, y que una vez terminada la tramitación del expediente y resuelta la cuestión técnica, se autoriza a V. para formar el proyecto definitivo que pueda servir de base a la concesión, esta Dirección General ha acordado manifestar a V. que los referidos documentos han estado detenidos a causa de la situación de guerra e incomunicación de Bilbao que impedía toda resolución. Ha dispuesto asimismo se proceda a la tramitación de la solicitud y ante-proyecto en cuanto la situación de guerra y especialmente la de Bilbao lo permita. Madrid 18 de Julio de 1874. El Director general, Lino Penuelas. Sr. D. Francisco de Lázaro y Marín de Alfocea...”
Por lo que el solicitante de las obras D. Francisco de Lázaro Marín de Alfocea (Concesionario del Anteproyecto del Puerto Exterior) consideraba lo siguiente: “...La lectura de la preinserta disposición, se desprende sin mas explicación, la significación legal y derechos que asisten al que suscribe en lo que atañe a la concesión de obras en el Abra y Ria de Bilbao, y en armonía con la misma ruega a V. E. que habiendo cesado el estado de guerra y perturbación que hasta poco ha dominaba en la provincia de Vizcaya y especialmente en Bilbao, se sirva disponer, se de curso y tramite debidamente el ante-proyecto del puerto en el Abra de la Ria de Bilbao...”
Como consecuencia de aquella iniciativa fueron varias las protestas presentadas, en total fueron cinco las quejas: “...Abierta la información publica, se han presentado, cinco reclamaciones o protestas, que nos han sido comunicadas, por el señor Gobernador Civil de Vizcaya, para que expongamos lo que creamos conveniente a nuestro derecho. Vamos, pues, a examinar las observaciones que se hacen en dichas protestas, por el orden siguiente:
La primera de D. Máximo Castet, vecino de Portugalete.
Le siguen las de D. Antonio Ochoa, representante de la Compañía inglesa titulada «Bilbao Iron Ore Company Limited», conocida generalmente por ferro-carril minero de Galdames.
D. Juan Aman y Palau. Concesionario y director gerente del tranvía de Bilbao a las Arenas de Lamiaco y Algorta.
De varios vecinos de Bilbao, propietarios en las Arenas de Lamiaco, cuyos nombres aparecen a la cabeza del extracto.
De D. Francisco Bellver y Pla, peticionario de la concesión de un puerto de Refugio y comercial en el Abra de Bilbao...”
Extracto de la protesta de D. Máximo Castet, vecino de Portugalete:
“...Dicho Sr. se limita a consignar, que las marismas o playas de Sestao, donde proponemos el establecimiento de una dársena, son de su propiedad, teniendo solicitada autorización del Gobierno para la construcción de diques y otras obras relacionadas con ellos y todo con anterioridad a nuestra pretensión. Al terminar su protesta, sencillamente solicita, se una al expediente del Sr, Francisco Lázaro, para que surta sus efectos y mantenga los derechos del Sr. Castet...”
El Sr. Ochoa, presentante de la Compañía Inglesa «Bilbao Iron Ore Company Limited» manifiesta:
“...El inmenso gasto de las obras. El periodo de doce años, que se señala para construirlas, es muy largo. Construido el muro que se propone para unir el muelle de la Benedicta con la playa de Algorta, y hasta la terminación de las obras exteriores o muros del Norte, el muelle y obras de la Compañía de Galdames, durante el indicado periodo de 12 años, quedarían expuestos al embate directo de los mares del Norte y Noroeste. La entrada que para el puerto se proyecta, ofrecerá la mayor dificultad a las embarcaciones y sumo peligro, una imposibilidad completa de franquearla en tiempos duros. Los canales de salida y entrada proyectados al Sur del Puerto serán siempre difíciles para la navegación. Además una parte del el Puerto sería inútil por la acumulación de rocas, arena. Que mucho más seguro y barato sería la construcción de un rompeolas. La Compañía de Galdames espera que el Sr. Ministro de Fomento que no accederá a la concesión del Sr. Lázaro, que de tal suerte pone en peligro tan importantes intereses, como los del comercio de Bilbao..."
Extracto de la Protesta de D. Juan Aman y Palau, concesionario y director gerente del Tranvía de Bilbao a Las Arenas:
"...Se opone a las obras del Puerto de ese anteproyecto por que invaden su propiedad. Con el canal de desviación se destruye Las Arenas, reduciendo considerablemente su playa, a las que debe su preponderancia como punto balneario. Porque desaparece la parte edificada y cultivada, que constituye una de las cabezas del tranvía. Se dificulta entre ambas márgenes del río. Que una vez perdida la importancia de la playa de Las Arenas y que desapareciendo el elegante y ameno barrio de aquel punto, desaparecidos los pasajeros que hoy proporciona a la empresa del tranvía la margen izquierda el tranvía quedará herido de muerte..."
La cuarta protesta iba firmada por algunos vecinos de Bilbao, y Las Arenas de la Lamiaco. Firmaban la misma los siguiente propietarios: Los hermanos Eduardo y Ezequiel Aguirre, Ricardo Arellano, Juan González Labín, Juan Aburto, Eusebio García, Manuel Barandica, Antonio González Careaga, Juan Carbonell, Julián de la torre y Cía, Hilario Lund, Sr. de Jacquet, J.A. Rochelt, Srs. Aznar y Zubiria, Benigno Barrera, Sr. Moronati y Eusebio Real de Asua.
Extracto de la Protesta de varios vecinos de Bilbao, propietarios en Las Arenas de Lamiaco:
“...Que con la desviación de la Ria, se expropiaría una gran zona de cultivo en la Vega de Lamiaco, lo cual es sensible tratándose de una comarca en que tan escasos son los buenos terrenos de labranza. Que se haría desaparecer las estación balnearia de Las Arenas porque para abrir el canal se tendrían que destruir todas la edificaciones actuales, y la barra se trasladaría forzosamente a la embocadura del nuevo cauce. Que tal oposición, la hacen no por defender intereses privados, sino porque entienden que al exponer la conveniencia de fomentar Las Arenas, y que no se relegue a la inacción y al destierro la margen derecha del Nervión, suponen defender los intereses generales de Bilbao en su estación Balnearia. Que el sistema de desviar las Rías de barra, se halla desacreditado, por los malísimos resultados obtenidos en las desviaciones del Soma, del Orne, de Gravelines, Dunkerque y otros.
Seguía un extenso informe en el que se volvían a reproducir las razones alegadas por los anteriores reclamantes. Pero solo recogeré algunos de ellos:
En primer lugar se recordaba el de D. Francisco Bellver y Pla, peticionario de la concesión de un puerto de Refugio y comercial en el Abra de Bilbao...” En dicho alegato se decía: “...Era el proyecto de un puerto de refugio, consignado en el reglamento que se dicto en 1852 para la ejecución de la ley de puertos, cualidad que no reúne el que aquí se combate por su disposición, escasa capacidad y malas condiciones de entrada, durante los malos tiempos y gruesas mareas de N. 0...”
Respecto de las otras alegaciones se decía a cerca de ellas: “...Una excepción existe sin embargo, nos referimos a la protesta del Sr. Castet de Portugalete, que mesurada y sencillamente, se limita a llamar la atención del Gobierno, sobre sus derechos de propiedad en la ensenada de Sestao. Las otras cuatro, repetimos, revelan hasta una excitación febril. En prueba de ello, véase la acumulación y hacinamiento de males, defectos y perjuicios, colosales y hasta inconmensurables, que en unas cuantas docenas de líneas se acumulan, sin justificación alguna.
El Sr. Ochoa, como representante del ferro-carril de Galdames, se lamenta, de que pasemos en olvido intereses de tanta importancia como los que por si sola entraña la Compañía de dicho ferro-carril. Los perjuicios del Sr. Aman, pueden concretarse en la forma siguiente: Que nuestro proyecto destruye el establecimiento Balneario, construido por los señores Aguirre; que destruye así mismo la parte edificada y cultivada de aquella localidad. Las protestas de los Sres. propietarios de Lamiaco, sobre daños y perjuicios, se resumen diciendo que nuestro proyecto destruye la Estación Balnearia de Las Arenas, destruyendo las edificaciones actuales...”
Cuestiones que el concesionario del Anteproyecto de las Obras del Puerto Exterior del Abra fue rechazando una por una. Sin embargo alguna de aquellas alegaciones resulto premonitoria, por ejemplo la del Balneario de los Aguirre (Baños de Mar Bilbaínos): “...La compra de los arenales realizada en 1867-1868 posibilitaría el nacimiento del Balneario (1868). Balneario que sirvió de acuartelamiento a las tropas del Gobierno durante la segunda guerra carlista. La reapertura de dicho establecimiento balneario se realizó en 1876 con la ampliación del edificio. Pero a pesar de la expansión de los negocios familiares, sobre todo con el balneario, una actividad basada en el turismo de temporada, iba a sufrir duro contratiempo, con la línea del Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas, quedaría tocada posteriormente con la construcción del puerto exterior (1889). Con ello la playa de Las Arenas, que ante iba desde la Playa Balanar (la Bola) hasta el espigón de Churruca), quedaría reducida a su actual tamaños. El “Establecimiento de Baños de Mar Bilbaínos” desapareció en 1898...” Y eso que aquel informe decía: “...Parten de una base, a todas luces inexacta, cual es la desaparición de la Estación Balnearia de Las Arenas de la Lamiaco...”
En la Memoria de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de enero de 1882 se enumeraban las correspondientes a nuestra Anteiglesia: “...Obras de la estación electro-semafórica de la punta de la Galea. Las obras, aprobadas por R . O . de 4 de Diciembre de 1879, completar el encauzamiento de la mitad inferior de la ría, y el dique exterior que para mejora de la barra se construye en prolongación del muelle de Portugalete...”
Finalmente el proyecto de construcción del Puerto exterior del Abra sería realizado por D. Evaristo de Churruca, quien tras trabajar durante varios años para la sección de carreteras y ferrocarriles de la Junta Consultiva de Caminos, Canales y Puertos, se hizo cargo en 1877 de la construcción del puerto exterior de Bilbao y de la canalización del río Nervión. Las obras finalizaron en 1904 y convirtieron al Puerto de Bilbao en uno de los mejores y más seguros del estado. Estas obras permitieron el desarrollo industrial de esa ciudad.
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