jueves, 5 de octubre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -348-

 


En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, el pan estaba siendo adulterado en algunas poblaciones a lo largo de la ría bilbaína, por lo que hizo necesario su control en nuestra Anteiglesia.

El día de Las Mercedes, en Las Arenas, un fuerte viento huracanado vino deslucir la fiesta, desde la mañana del día 24 de septiembre: “...Durante la mañana de hoy se desencadenó un viento huracanado. A las playas de Las Arenas y Portugalete no podía pasar nadie, por la arena que se levantaba en remolinos. El aspecto del mar era imponente, haciendo imposible los baños. Los pescadores no pudieron salir a realizar sus faenas. Los buques que se hallaban en el Abra, desde anoche, tuvieron que ir a buscar refugio a la bahía de Santoña...” Al día siguiente la prensa informaba de que continuaba el temporal: “...El vapor inglés «Pomaron» que ayer tarde abocó al Abra con objeto de entrar en el puerto, se encontró que por causa del fuerte viento huracana que reinaba y la muchísima mar que había, no se le pudo dar práctico por lo que tuvo que fondear con las dos anclas en el Abra. El vapor de los prácticos «Piloto», despreciando el temporal salió fuera de barra con al fin de auxiliar al buque inglés. Al llegar cerca, de éste le indicó, que le siguiera y de esta manera podría entrar en el puerto. El capitán del «Pomaron» no debió comprender la señal que le hizo el del «Piloto» y permaneció en el Abra. Aproximadamente a las ocho de la noche la fuerza del temporal le rompió las cadenas de las dos anclas, vista esta situación, pretendió entrar en el puerto, no logrando conseguir sus propósitos, bien por no haber cogido el canal o por que la fuerza del mar lo arrastrara al S.O. El «Pomaron» quedó embarrancado en la playa de Portugalete frente al campo grande y junto al muelle de hierro. Durante la noche quedaron de guardia en la corre de señales el piloto mayor y el ayudante de Marina de la cuarta sección y unos cuantos lancheros. El capitán manifestó que el «Pomaron» hacía algo de agua por la parte de popa. Desde el muelle de hierro, hasta el vapor, se puso una escalera en forma de plancha, para que la tripulación pudiera saltar a tierra. La mar ofrecía hoy un aspecto Imponente...” (El Nervión del 25 y 26 de septiembre de 1896).

Durante aquellos días de temporal, la prensa seguía informando de algunas novedades marítimas, esta vez lo hacía sobre señales de auxilio para embarcaciones: “...Según noticias que a nosotros han llegado, la comandancia de Marina y capitanía de nuestro puerto, piensan establecer en breve, una nueva señal, consistente en bolas negras izadas en asta de la bandera de la nueva torre exterior del muelle metálico de Portugalete. Cuando se halle izada una bola en el citado punto, significará que el puerto se halla cerrado para la salida y entrada de buques de vela y menores; y cuando se hallen izadas dos bolas significará que está cerrado para todos los buques...” Aquella nueva ordenanza comenzó a regir desde el día 15 de octubre de 1896. (El Noticiero Bilbaíno y El Nervión del 27 y 30 de septiembre de 1896).

A pesar de aquel temporal, la prensa bilbaína informaba de la última actuación en Las Arenas de la Banda del Regimiento de Gerellano: “...Hoy domingo de 4 a 8 de la tarde, con motivo de ser hoy el ultimo día en que la Banda de Garellano amenizará el paseo de Las Arenas, ejecutará dicha banda, además de los bonitos bailables que figuran en el programa, una sinfonía sobre motivos de varias zarzuelas del maestro Gaztambide, y la célebre jota de la Dolores...” (El Noticiero Bilbaíno del 27 de septiembre de 1896).

Algunas veces, leyendo los periódicos del finales del Siglo XIX, se tiene la sensación de que a algunos columnistas, les costaba interiorizar que el léxico que utilizaban para describir nuestros barrios había quedado caduco. Esto es así, porque al barrio de Las Arenas, que a decir de los eruditos nacería hacia 1868-1870, los periodistas le seguían llamando “Lamiaco”. Y es que, cuando se celebró en 1896 la repetición de las fiestas de Las Mercedes (el 27 de septiembre) la prensa decía: “...Se repitió ayer tarde, en la Lamiaco, la romería de Las Mercedes, en la cual no falto concurrencia ni animación...” Seguramente, entre el tiempo huracanado reciente y el hecho de que la temporada de verano ya había terminado, nos da a entender que los periodistas habían perdido el interés por nuestro barrio, y las fiestas de Las Arenas de ese año no llegaron a ocupar espacio en la prensa bilbaína. (El Noticiero Bilbaíno del 28 de septiembre de 1896).

En septiembre de 1896 una estadística, publicada en uno de los medios de comunicación de mayor tirada en Bilbao, venía a dejarnos algunos datos dignos de mención: “...Es triste la impresión que deja la lectura de los siguientes datos: De los 18 millones de habitantes que en España existen, la mitad no tiene ocupación. Según el censo han declarado que carecen de oficio y profesión 8.727.519 habitantes, de estos 6.764.406 son mujeres y 1.963.113 hombres.

El censo agrícola es el mayor, se compone de 4.033.391 hombres y 828.531 mujeres.

Los empleados de la administración pública ascienden a 87.257; pensionistas 64.000; los maestros y profesores de enseñanza 24.624, las maestras 14.940; los alumnos del genero masculino 1.069.810, las del genero femenino 719.110; ejercen la medicina 30.477 hombres y 78 mujeres; los escritores ascienden 1,171 y escritoras 32. Los actores y actrices de teatro ascienden a 3.497.

El número de sirvientes en hombres se eleva a 3.497 y el de mujeres a 319.506.

Los mendigos de profesión alcanzan los 39.279 hombres y 51.948 mujeres.

El número de curas y frailes, incluyendo las dignidades, asciende a 43.328 y el de monjas a 28.549.

Entre quienes no saben leer ni escribir el número total asciende a 6.104.470 habitantes...” Las cifras no necesitan de comentarios, hablaban por si solas. (El Noticiero Bilbaíno del 29 de septiembre de 1896).

Y mientras tanto el temporal daba una tregua: “...El temporal ha cedido casi completamente. La mar ofrecía hoy bastante oleaje, la fuerza del viento había caído mucho. A pesar de esto témese que el temporal vuelva á recrudecerse...” (El Nervión del 29 de septiembre de 1896).

Y como ya había finalizado la temporada de baños la prensa decía: “...Hoy termina la temporada oficial de baños, en nuestras. Ya han sitio retiradas muchas casetas de las mismas...” (El Noticiero Bilbaíno del 30 de septiembre de 1896).

A lo largo de los años, algunas obras, bien del Tranvía, bien del Ferrocarril, causaron desencuentros entre el Ayuntamiento de Getxo, los vecinos y las compañías de transporte, algunas veces por cuestiones de menor importancia, pero por diferencias en cuanto a la propiedad de los terrenos. Una de ellas aconteció en septiembre de 1896 y afecto a la compañía del Tranvía y a D. Luciano de Alday. Se decía en el pleno municipal de Getxo del 30 de septiembre de 1896: “...Se da cuenta de un oficio del Director de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, habiéndosele presentado el vecino de esta Anteiglesias, D. Luciano de Alday, exigiendo sea retirado diez centímetros más hacia la calle de la Carretera (actual Algortako Etorbidea, a la altura de San Ignacio), el poste colindante con la propiedad de dicho señor, frente a la casa Fonda de la Sra. Viuda de D. Justo Ugarte. Solicita esta Compañía de su digno Ayuntamiento determine la situación del poste en cuestión. El Ayuntamiento de Guecho, tras una razonada discusión, acordó manifestar al Sr. Alday que ha llamado mucho la atención la determinación tomada por él, sin que se tenga una seguridad oficial de la línea divisoria de su terreno en aquel punto...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como algunos concejales, sacerdotes, alguaciles y camineros se habían dado un pequeño ágape con motivo las fiestas Santa Ana.


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