miércoles, 14 de diciembre de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -305-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos como, un suelto de prensa llamado “Una Profanación” acontecido en el cementerio de Algorta, llenaba las paginas tanto de las actas municipales como de los diarios locales.

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 12 de diciembre de 1895, del que ya hable en mi entrada anterior, se trataba sobre una instancia presentada en el Ayuntamiento: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Matilde Núñez, Maestra de la escuela de la Fundación de Niñas Pobres de Algorta, referente a las obras ejecutadas últimamente en aquel edificio, de las cuales, según indica en la instancia, resultaron mal tapadas la grietas de la cornisa, por lo que el Consistorio decidía poner el asunto en manos del Sindico pata tratarlo con el constructor

De los pagos de obras en el municipio se deducía que: “…Entre las obras realizadas, se había ejecutado la reparación de la fuente del barrio de Sarri, que había sido realizada con los siguientes suministros: Piedra por D. Segundo Echevarria y cal por D. Domingo Zubizarreta, quien a su vez había intervenido en las obras del edificio del Juzgado Municipal (Plaza San Nicolás), donde ensayaba la banda de música. Mientras, D. Román Laraudogoitia, fue quien suministro las raciones de pan y vino, destinadas a los vecinos que habían trabajado durante el mes de octubre reponiendo caminos en Santa María de Guecho

Además de esas actividades, el Consistorio había intervenido: “...Junto a los propietarios de terrenos arenosos plantados de pinos en Las Arenas, con asistencia del Arquitecto Municipal, de los pinares sembrados por los señores Coste y Aguirre, en el deslinde de los treinta metros que median desde la Carretera de Las Arenas hasta la propiedad de dichos señores, habiendo sido señalada la línea por donde han de cerrar su propiedad…” Además se acordaba que: “...La campana que se ha de colocar en el Hospital Hospicio, en construcción, tenga el peso de cien kilogramos

Por aquellos días un temporal de viento y agua se cebaba sobre nuestros barrios, incluso las aves pasaban raudas sobre los mismos, de ello hablaban los diarios de la Villa: “...Hoy ha continuado el temporal de lluvias, con más fuerza que ayer. Durante el día no ha cesado ni un momento de descargar fuertes aguaceros. El vendaval por su parte, también ha echo de las suyas. El caudal de la ría continúa tomando proporciones alarmantes. El estado de la mar era hoy imponente, no hubo salida en las mareas de ayer tarde ni de esta madrugada, ni entradas en esta última. Anoche pasaron sobre Las Arenas y Portugalete grandes bandos de patos y gansos, pivis y algunas otras aves…” Mientras en Bilbao las señales de la llegada de la navidad ya comenzaban a verse: “...Anoche vimos en el establecimiento del Sr. Lasheras el árbol de Navidad, que todos los años expone aquella casa en esta época. El de este año ofrece la novedad de estar todo iluminado por pequeñas bombillas...” A la vez que se anunciaba en los diarios: “...Turrones-. Los renombrados y conocidos de Alicante, Jijona, las peladillas de Alcoy, los dulces secos, mazapanes y pasteles de gloria, se venden en las estanterías de Juan Bautista Aznar, de al calle Correo…”

Y a pesar de que parecía que la mar se iba calmando: “...La fuerza de la resaca arrastró, en una extensión de 300 metros como unos dos metros de altura de arena, en la parte de las obras del puerto que arrancan de Algorta. En Portugalete y Las Arenas, la resaca era también muy grande. A consecuencia de la extensión de arena que arrastró el temporal en, las obras del puerto que arrancan en Algorta, la caseta situada en la Avanzada y perteneciente a la compañía del tranvía amenaza desplomarse…” (“El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” del 17 y 18 de diciembre de 1895).

El día 19 de diciembre de 1895, según informaba la prensa bilbaína, comenzaba a funcionar el teléfono interurbano: “...Hoy a las siete de la maña a quedará abierto al servicio público en esta Villa el teléfono interurbano del Nordeste de España…” (“El Noticiero Bilbaíno” del 19 de diciembre de 1895).

En nuestra Anteiglesia había una costumbre que se mantuvo durante largos años, la del socorro diario mensual para los mas necesitados, aquella ayuda estaba llamada a desaparecer con la próxima entrada en funcionamiento del Hospital Hospicio. Así se hizo saber en el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 19 de diciembre de 1895, en el que se trataba sobre una solicitud de socorro domiciliario: “...Se dio cuenta de una solicitud de una viuda de esta vecindad, en la que manifiesta no haber podido cuidar y alimentar con 15 pesetas de socorro domiciliario mensual que se le pagaron por su finada hija, habiendo contraído algunas deudas que no puede pagar, por lo que solicita se le aplique esa cantidad del socorro a su favor. El Ayuntamiento acordaba y decía: Que teniendo presente la conveniencia y necesidad de suprimir desde hoy para lo sucesivo toda reclamación de socorro domiciliario y mensual, porque además de crear algunos vicios no da el resultado deseado, y teniendo en cuenta que ya luego será un hecho la terminación del Hospital Hospicio en construcción, donde podrán tener albergue los pobres, acordamos por unanimidad no se conceda ningún socorro diario mensual a persona alguna, con la excepción del de lactancia. Y haciendo ina excepción se conceda a la solicitante y por una sola vez la ayuda de 50 pesetas...”

En ese mismo pleno municipal se trataba sobre al solicitud de un grupo de vecinos de la “Cadena”, representados por el notario Pedro Jesús Vozmediano: “...Se da cuenta de una instancia presentada por D. Pedro Jesús Vozmediano y otros cinco vecinos propietarios del punto de la Cadena solicitando la construcción de una alcantarilla para dar salida a las aguas sucias y materias fecales de sus respectivas casas...”

Y mientras las obras del Hospital Hospicio avanzaban a buen ritmo, el constructor solicitaba al Ayuntamiento: “...La conveniencia de proteger con tableros de mármol la parte superior de los antepechos de las ventanas del edificio. Aprobando el Consistorio dicha solicitud...”

Dentro de las clausulas, que la donante Dña. Leona Zalduondo y Bareño, deseaba incluir en las clausulas de donación para el nuevo Hospital Hospicio se incluía: “...Como heredera de su finada madre D. Salomé, que tiene que entregar en estos días su donativo de 20.000 pesetas a favor del Hospital Hospicio, había expresado el deseo de que en los recibos o cartas de pago que se expidan a favor de los donantes, se consigne la siguiente condición: “La cantidad que se entrega, por vía de donación para siempre, para dicho Hospital, deberá pertenecer exclusivamente en todo tiempo a la parte del Pueblo o Ayuntamiento donde se halla enclavado el citado Hospital Hospicio, sin que otra u otras partes del Municipio, en caso de separación, tengan derecho alguno a esta donación. El Ayuntamiento acordaba aprobar dichas condiciones...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la farmacia de D. Rodrigo del Val, del barrio de Algorta, pasaba a ser regentada por D. Alejo Sarria Alday.


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